Hace unos días, charlando un poco de todo con un amigo, se me ocurrió de pronto lanzarle esta pregunta: “¿Qué preferirías, trabajar todo el año con tensión y nervios y tener un mes de vacaciones o trabajar durante el año más relajado pero sin derecho a vacaciones?”. Mi amigo me contestó que, sin dudarlo, preferiría la segunda opción.
¿Y tú, que prefieres? Esta es una buena pregunta para que te hagas si quieres vivir con cierta consciencia. ¿Prefieres acostumbrarte a lidiar durante el año con conflictos y estrés laboral a cambio de “desconectar” a duras penas, durante un mes de vacaciones?.
¿O prefieres trabajar con más calidad de vida en el día a día y mejorar así tu salud mental y física? Estar tú más tranquilo, aunque no todo en tu entorno laboral funcione bien, te ayudará a tomarte los problemas de una manera más sana para ti. Probablemente, de esta última manera no necesitarás desesperadamente el ansiado mes de vacaciones. Vayamos por partes.
Puede que la tensión de tu trabajo venga provocada por circunstancias externas a ti que no puedas cambiar: mala organización de los directivos de la empresa, deficiente distribución del trabajo…
En ese caso, tenemos que ver cómo puedes hacer con tu actitud para tomarte los problemas de la mejor forma posible: es normal que te molestes cuando algo te parezca injusto, pero si la situación te acaba desbordando y pierdes los nervios…mal asunto.
Tienes que diferenciar, en primer lugar, lo que está en tu mano para mejorar la situación y lo que no. Está en tu mano que vayas buscando otro trabajo, si es lo que deseas; no está en tu mano cambiar ese funcionamiento de la empresa que no depende de ti. Diferencia bien las cosas para no crearte más expectativas de las necesarias, ¿Qué quiero decir?
A veces, tenemos claro en nuestra mente cómo deberían funcionar las cosas en nuestro trabajo para que marcharan mejor, es decir, tenemos una expectativa…que no se suele cumplir porque no depende de nosotros: “debería repartirse mejor el trabajo, priorizar otros temas…” Y sufres por esta manera errónea de funcionar en la empresa ¿Qué hacer?
Rebaja tu nivel de expectativas. Si no se saca todo el trabajo adelante por una mala planificación de los jefes, haz tu trabajo sin preocuparte por sacar más del que puedes. Y si te piden cuentas, di claramente que no depende de ti el sacar todo el trabajo adelante. No te exijas a ti mismo lo que es un problema de los demás y trabajarás con más tranquilidad … aunque vayas a contracorriente.
Preocúpate por conservar la calma en el trabajo. Pero, para ello, tienes que cultivar un tiempo diario en tu casa para hacer una relajación que te ayude a estar durante el día con otro temple. No pretendas no perder los nervios en el trabajo si tu actitud interior es de ir a él con tensión interior. Aprendiendo a relajarte no tienes nada que perder y mucho que ganar.
La vuelta al trabajo no requiere sólo de un tiempo para volver a “ponerte las pilas”, sino que necesita por tu parte de una toma de conciencia de cómo es tu actitud en él: vas como cordero al matadero o vas para desarrollar tu trabajo… de la mejor forma posible, tranquilo y sin excesiva expectativa.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
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