Cuando te enfadas con alguien que aprecias, te gustaría poder arreglar las cosas cuanto antes.
Hablar
Llegar a un entendimiento.
Porque no soportas el “mal rollo”, la tensión y el malestar.
Sólo que el ambiente sigue cargado y cada uno se siente herido e injustamente tratado.
Necesitas dejar un espacio entre vosotros, donde cada uno esté a solas consigo mismo.
En silencio.
Sin palabras.
Un espacio donde se vaya acallando tu rabia y tu dolor y vayan encontrando su sitio.
En reposo.
Después puedes hablar de qué te ha dolido y de cómo te has sentido.
Sin miedo.
Sin querer humillar al otro.
Haciendo caso a tus propios sentimientos.
Sin quitarles importancia ni dejarlos para otro momento.
Ahora
Escuchando lo que el otro tiene que decirte.
Comprendiéndote y comprendiéndole.
Sin exigir que te pidan perdón.
Pero con derecho a no seguir sufriendo inútilmente.
Encontrando juntos la manera de no sentir que uno queda en desventaja o sale perdiendo.
Esto no es un combate.
No hay vencedores ni vencidos.
Sólo ganas de llevarnos bien.
Y de cuidarnos mutuamente.
Ganas de quedarme con la sensación de que le importo al otro porque tiene en cuenta mis sentimientos.
Eso es amar.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
www.psicologiapersonalizante.com