Tú naciste una vez del cuerpo de tu madre y viniste a la vida por instinto y pura necesidad. No recuerdas el momento del parto en el que, probablemente, se mezclarían tu miedo a lo desconocido y el impulso de vida que te empujaba a continuar.
Seguir adelante
Vivir
Y, sin embargo, ahora que hace tiempo de aquello, sientes que has tenido momentos en tu vida en los que has vuelto a nacer.
Diste a tu existencia un giro de 180º y te quedaste boca abajo, sin casi saber dónde estabas y, mucho menos, hacia dónde ibas.
Descolocado
Saltando todo por los aires.
Y, en ese momento, está presente, como en aquel primer parto, tu miedo a lo que no conoces y tu enorme ansia por vivir.
Pero ahora conscientemente.
Naces a tu consciencia, como si abrieras los ojos por primera vez y la luz te cegara, y esa luz esperara a que, poco a poco, acomodaras tu vista a ella, a la verdad.
Que estaba ahí, esperándote.
Dentro de ti
Volviste a nacer a ti mismo, para encontrarte con tu yo real. Para dejar de mantener una imagen de ti en la que, con el paso de los años, habías encajado muy bien, pero que no eras tú.
Aunque tú no lo sabías.
Ahora tienes que caminar por donde no conoces, sorprenderte de que puedas sostenerte sobre tus propios pies y empezar a descubrirte a ti mismo como si fuera la primera vez.
Ese es tu camino de vida
En el que fuerza y debilidad van de la mano.
Tu consciencia te da la fortaleza para caminar sin olvidarte de ser humilde cuando sientas que no puedes.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
www.psicologiapersonalizante.com