Si el dolor físico se presenta en tu vida, vívelo como lo que es:
Algo que duele
Que duele en mi cuerpo y condiciona mi vida.
No quieras demostrar con una sonrisa
tu espíritu de superación.
Si se te cae el pelo producto de la quimioterapia,
no digas: “tengo cambio de look”, sonriendo.
Lo que duele hay que vivirlo en el cuerpo,
llorando y sintiendo el dolor.
No dando un mensaje de autoayuda desde la cabeza.
Sé coherente entre tu cuerpo y tu mente,
entre lo que sientes y lo que piensas de ello.
Que es una faena
Y que sufres por ello.
Sufre sin regodearte en el dolor,
Habla sin querer demostrar lo fuerte y entero que eres.
Sentirte débil y vulnerable no es vergonzoso.
Es de persona humana.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
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