La envidia no es sólo el deseo del bien ajeno o la alegría de su mal.
Es más sutil
Como cuando oyes a una persona lo bien que le va en la vida.
Y tú te alegras sinceramente.
Pero luego, casi sin darte cuenta, a solas, te preguntas si a ti también te va bien la vida.
Si tú tienes suerte en el trabajo
Si eres suficientemente extravertido con la gente
Si tu pareja se preocupa por ti
La comparación entre su vida y la tuya es envidia
Y refleja que no valoras del todo tu vida
La comparación refleja baja autoestima
Porque crees que la vida de los demás es más envidiable que la tuya
¿Te das cuenta?
Deja de hacer comparaciones entre los demás y tú
El otro tiene su vida y tú la tuya,
y no hay comparaciones que sirvan para conocer ambas.
Sólo eres tú mismo quien está abierto a conocerse.
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com
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