“Decido escribirte para comunicarme contigo y decirte lo que siento por ti.
Te quiero
Aunque sea adulta no me olvido de ti y me preocupa que te sientas bien.
Quiero protegerte y quiero que entiendas que, a veces, tomo decisiones que te dan miedo, pero lo hago porque confío en que es lo que ahora necesito.
Estoy dispuesta a hacer de mamá para ti y darte la protección, el cuidado y el amor que te mereces.
No te abandono y estoy dispuesta a darte voz cuando necesitas algo. Por ti pediré que me den algo para calmar el dolor físico en vez de aguantar. Por ti me quejaré cuando me sienta injustamente tratada.
Sé que te has sentido de niña triste y sola, pero ahora estoy a tu lado y como adulta que soy tengo los recursos necesarios para protegerte y contener tu dolor.
Escucho cómo te sientes y te abrazo y te cubro de besos. Puedes llorar si lo necesitas pero quiero que sepas que no estás sola y que yo estoy ahí para acogerte entre mis brazos.
Yo confío en que mis decisiones son las mejores para nosotras, aunque duelan y estés muerta de miedo.
Pero soy tu madre que quiere inspirarte seguridad y confianza. Te voy a coger de la mano y voy a velar por ti. Camino a tu lado.
Confío en que los médicos que nos van a tratar harán la prueba médica con la mayor profesionalidad posible. Hago un ejercicio de confianza.
Nadie quiere hacernos daño y yo me voy a preocupar de que estés lo mejor atendida posible.
Te amo y por ti soy capaz de remover montañas y mares.
Por ti, al fin del mundo”
Caminamos…Belén Casado Mendiluce
belencasadomendiluce@gmail.com