Hoy es Ekaitz quien nos hace una consulta sobre su perro, Maddox, un pastor vasco de casi dos años. Maddox sufre de ansiedad por separación y según nos cuenta Ekaitz, pese a estar medicado y haber probado diferentes formas de adiestramiento, el perro sigue teniendo problemas al respecto. Ahí va la respuesta de Manuel Villar (*):
“La ansiedad por separación puede derivar de diferentes causas:
1.- En la mayoría de los casos, es un trastorno del comportamiento vinculado a la falta de control y mando sobre la manada (o sea, un “pataleo”).
La mono-vinculación con el animal, es otro de los motivos de aparición de la ansiedad. El perro se vuelve dependiente, no soporta la soledad y el distanciamiento. Momentos posteriores a nuestra partida, comienzan sus rutinas destructivas.
2.- Los trastornos de la ansiedad pueden convertirse en comportamientos compulsivos obsesivos. Estos comportamientos, que son realizados sin ningún motivo o finalidad aparente, tienen la utilidad de encontrar la tranquilidad y el equilibrio psicológico. Destrozar el mobiliario o enseres del hogar son conductas con las que el animal pretende recuperar la calma. Si habitualmente permitimos que desarrollen estas conductas, se fijarán en el animal como positivas ya que toda la actividad que el animal produce en la realización del destrozo, descarga de energía y agota al animal. Cada vez que vuelva a tener ese pico de ansiedad, recordará como consiguió relajarse la última vez.
3.- De algo físico, un dolor o una molestia. En algunas ocasiones, el dolor proporciona la vía para poder defenderse del mismo y ocasiona trastornos de destrucción buscando el alivio (por ejemplo: tratamos un perro que cuando masticaba las esquinas de la mesa, no le dolía el cuello, su forma de alivio era morder la mesa estirando el cuello: comportamiento aprendido)
Lo primero, sería saber qué provoca esa conducta. Sería urgente y necesaria la evaluación/examen por parte de un conductista.
Explicamos un poco cada situación:
En el caso 1º:
Cuando nosotros realizamos una serie de acciones en casa que al perro le suponen señales beta, entiende a través de dichas señales que no lideráis como se supone que lo haría él. Este principio se llama vínculo.
Todo el mundo sabe los que es el adiestramiento en el perro, pero esto no es vínculo. La mayoría de los propietarios desean tener sus perros bien educados y asisten a clases de educación canina (acudir a la llamada, que no tire de la correa,…etc.), esto tampoco es vínculo.
Los perros son sensoriales, siempre lo han sido, incluso sus primos más lejanos, los lobos, hace 16.000 años lo eran. Han nacido, crecido y desarrollado esta habilidad de comunicación durante siglos y hoy en día son los amos del lenguaje sensorial o energético.
¿Has visto alguna vez a un perro mandar que se siente a otro? No…, yo por lo menos no. ¿Has visto a algún perro ladrar para que otro se aparte de su comida? Creo que tampoco… Habrás visto a muchos ladrarse, pero por otro motivo.
Los perros se relacionan a través de sus movimientos, posturas, del caminar, del acercamiento, posición de las orejas y del rabo, su lengua, la mirada, la nariz….Entender esto puede ser difícil teniendo en cuenta que nosotros pertenecemos al mundo de las relaciones y lenguaje verbal, pero también y sin quererlo mantenemos un conversación gestual o no verbal que ellos detectan y descifran, a veces equivocadamente, por varias cuestiones, 1- mi comunicación es mala (es como no saber hablar entre los humanos) 2-mis señales no son siempre iguales, o no utilizo siempre la mismas (es como hablar un idioma diferente cada diez palabras, cualquiera te entiende) 3- mi perro no tiene una buena actitud social y no entiende la señales (falta entendimiento y no sabe descifrar el lenguaje gestual).
En el caso 2º:
El animal, después de tanto tiempo teniendo la misma conducta en casa, se calma, derivando su necesidad de control hacia el desarrollo de una conducta que lo libera y lo provee de equilibrio (baja sus niveles de ansiedad y estrés) por eso la medicación baja su ritmo conductual, pero no lo elimina. Es decir, el medicamento actúa sobre su sistema nervioso no dejándole actuar, pero no sobre el estímulo que lo hace desequilibrado. Cuando el medicamento desaparece, vuelve la conducta (o cada vez se necesita más medicación para el mismo problema).
Entiendo que no te guste ver como tu perro destroza la casa o sufre en sus momentos de ansiedad, pero el narcotizarlo no va a mejorar vuestra situación de relación (aunque le ayuda a que se encuentre mejor). En condiciones normales un perro medicado por procesos de ansiedad no es capaz de descifrar bien, ya que su sistema sensorial está alterado.
En el caso 3º:
Descartamos que sea algo físico puesto que tu veterinario ya lo tiene medicado y ha dictaminado que no se trata de un problema de salud.
Lo dicho anteriormente, es urgente que contactes con un conductista que determine la causa que motiva esa ansiedad en tu perro y pueda así ayudarte a corregirla.”
(*) Manuel Villar es etólogo canino y miembro de la Asociación Noble y Fiel Amigo (ANFA)
(**) Si quieres que Manuel te ayude con tu perro, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com.