Ahí va una nueva “remesa” de animales que han aparecido en este blog en busca de familia y que a día de hoy ya la tienen. En breve sacaré uno con los que aún siguen buscando ese hogar que tanto merecen, porque se están quedado bastantes en el camino y no quiero que caigan en el olvido. Pero, bueno, hoy es día de alegrarnos por:
Zuri: Este precioso cachorrito cruce de labrado y pastor vasco nos tuvo a todos con el corazón en un puño. Se quedaba literalmente en la calle y pese a que parecía un caramelo que nos iban a quitar de las manos, no le salía nada (o por lo menos nada “decente”). Pero justo el día que se le acababa la cuenta atrás y se quedaba sin casa, Zuri encontró la familia perfecta para él. Este peque, que ahora se llama Alai, vive feliz en Donostia con un matrimonio y sus dos hijos. Este matrimonio había tenido antes que Zuri otras dos perras, todas recogidas de la calle y tras haber pasado un tiempo del fallecimiento de la última, pese a que aún no se habían puesto a buscar, echaban de menos tener la compañía de un perro en el hogar. Vieron el caso de Zuri en este blog y se enamoraron de este cachorrito. Ahora este perro disfruta de largos paseos por el monte, la playa…
Timba: Esta perrita, al igual que Zuri, encontró su final feliz justo cuando se quedaba sin casa (aunque Timba no se quedaba en la calle e iba a estar más que bien atendida con Pro-Setter). ¿Recordáis a Timba? Una setter de tamaño pequeño que estaba acogida en Donostia pero cuya acogida se acababa en unos días y si no encontraba un hogar definitivo tendría que viajar a Murcia con Pro-Setter. Quiero aclarar de nuevo que no es que esta perra fuese a estar mal con Pro-Setter, todo lo contrario, admiro cómo tienen estos chicos a sus perros, pero Timba se había recuperado en su casa de acogida de muchos miedos y lo que necesitaba para culminar su recuperación era un hogar definitivo, volverla a someter a cambios, etc. podría hacer que su rehabilitación fuese para atrás. El día que Timba tenía que salir de Donostia camino a Murcia viajó, pero camino a Madrid donde horas antes de tener que hacer el viaje le salieron unos adoptantes perfectos. Timba vive ahora en San Lorenzo del Escorial (Madrid), en una casita con jardín junto a sus “papis”, Elena y Roberto, que a los dos días de verla ya la querían con locura (teníais que oirles hablar de ella…). Tiene niños con los que jugar y muchos compis perrunos en el barrio y se está adaptando muy muy bien. Os pongo más fotos de Timba en la galería.
Txuri: Este fue un protagonista especial del blog, ya que nunca habíamos tenido un conejo publicado. Aprovecho para recordar que pese a que habitualmente se hable de perros y gatos, este blog está abierto a todo tipo de animales de compañía. Txuri era un conejo enano precioso que vivía en el balcón de una familia que se lo encontró (no podía vivir en la casa porque esta familia tenía perro). Aunque lo querían un montón, pensando en él, le buscaron un hogar en el que Txuri pudiese vivir libremente (porque, para colmo, la comunidad iba a hacer obras en la fachada y viviendo el pobre conejillo en el balcón…). Nuestro Txuri vive ahora en el monte Igueldo en el agroturismo Maddiola. Allí además de un terreno enorme en el que juguetear, tiene otros hermanitos con los que se lo pasa pipa, una caseta en la que refugiarse de la lluvia… vamos, que está de lujo.
Moco y Kika: Estas dos bolitas habían sido abandonadas en Ulía y no aparecía nadie que los quisiese de verdad. De hecho, Kika fue rechazada por una familia cuando ya estaba a punto de adoptarla y su segunda familia adoptiva la intentó abandonar en la Protectora de Gipuzkoa a los tres días de llevársela a casa (menos mal que la chica que había acogido a estos dos cachorros estaba casualmente allí en aquel momento). Actualmente ambos viven ya cada uno en su nuevo hogar muy muy felices. Moco, que ahora se llama Max, vive en Donosti con un matrimonio y su hijo de dos años y medio. Además, tiene dos hermanos “gatunos”. Vive en el piso y tiene una terraza en la que tomar el solete cuando quiera. Además, muy cerquita de casa tiene un parque al que sus nuevos “papis” le llevan a jugar con sus amigos del barrio. Kika, por su parte, ahora se llama Milka. Sus nuevos padres son una pareja joven que siempre han tenido animales y ahora que no tenían ninguno echaban de menos la compañía de un perro. Kika también puede tomar el sol cuando quiera puesto que tiene una enoooorme terraza para ello. Le recibieron con una camita preparada para ella llena de juguetes y con chuches preparadas… la reina de la casa.