Esta semana los profesionales de la Clínica Veterinaria Lardy nos hablan sobre la displasia de cadera en el perro, una enfermedad por desgracia muy común y de la que seguro que hay mucho que aún podemos aprender.

“Este artículo es sobre el problema médico de la displasia. En otro posterior abordaremos el problema “legal” de la displasia con la problemática de las radiografías oficiales, las exigencias de los clubes, etc…

Displasia de cadera significa desarrollo anormal de la cadera. La palabra displasia procede del griego dis que significa anormal y plasia que significa formación por tanto formación anormal de la cadera. Es una enfermedad hereditaria, no congénita, esto quiere decir que se hereda pero no nacen con ella sino que la van desarrollando durante el crecimiento. Al contrario que en la humana donde los bebes nacen con la displasia ya instaurada.

“El gen de la displasia” no es un gen sino que es un poligen, se puede heredar todo el poligen o solo parte. La combinación entre la “cantidad” de gen heredado y que es una patología que se va desarrollando nos da los diferentes grados de displasia.

Esto último es muy importante ya que el manejo del cachorro de las razas de riesgo influye mucho en la patología.  No vamos a entrar en cuestiones técnicas médicas ni anatómicas en este artículo sino en cuestiones prácticas. Las razas de riesgo son las gigantes como san bernardo, mastín, montaña, boyero, etc. Y las grandes como pastor alemán, rottweiler, bóxer  labrador, golden, etc…

La forma de presentación de los signos clínicos y su gravedad pueden ser muy variables, pueden ocurrir desde cojeras muy aparatosas hasta cojeras prácticamente inapreciables. Hay varios modelos de presentación. Uno es el cachorro “vago” que no quiere moverse mucho. Otro es el cachorro que “solo” galopa o da saltos de conejo, de esta manera la articulación se mueve menos. Otro tipo es el que muestra dificultad para cambiar de posición, se queda mucho tiempo de cuclillas o de pie por ejemplo. Como vemos, no siempre que un cachorro no cojea quiere decir que no tiene displasia.

Clínicamente los perros afectados tienen entre 5 y 8 meses o a partir del año de edad.

Pocos cachorros muestran dolor los primeros meses a pesar de tener graves displasias.

El grupo de edad entre 5-6 meses pueden tener dolor después del ejercicio o resbalándose, cayendo, evitando que le toquen, etc…

Hay varios métodos para el diagnóstico de la displasia, pero básicamente se realiza con una radiografía ventrodorsal de la cadera. En esta radiografía hay varios parámetros que el veterinario debe valorar.

Posición ideal para tomar la radiografía al perro

La valoración muchas veces no es sencilla, hay casos muy claros de displasia y otros muy claros de caderas buenas, pero hay otros intermedios que requieren de experiencia por parte del veterinario. En estos casos la buena posición del animal al realizar la radiografía es fundamental y por eso hay ocasiones en los que hay que sedarlos.

Si tenemos la mala suerte de tener un animal con displasia, hay diversos tratamientos que poder aplicar. Unos tratamientos serán médicos y otros quirúrgicos, la elección de uno u otro dependerá de la gravedad de la displasia, de la edad del animal en el momento del diagnóstico, del tipo de vida que vaya a llevar el animal, etc…

Para terminar vamos a daros unos consejos básicos. En primer lugar, adquirir el animal en un criadero de contrastada experiencia y seriedad. Esto no nos evita al 100% el problema pero si lo reduce considerablemente. Una vez que tenemos el perro, debemos darle un pienso de calidad, mantenerlo “fino”, y que haga el ejercicio que el animal quiera, sin forzarle. Podemos jugar con él pero no “entrenarlo”. Una vez que acabe de crecer ya podremos darle caña.

Por supuesto, a la más minima sospecha debemos acudir al veterinario y comentárselo.

Se recomienda realizar una radiografía preventiva aunque todo este bien con 6 meses.”

Si tenéis cualquier duda sobre este tema, queréis hacer alguna consulta sobre la salud de vuestro peludito o queréis que los veterinarios de Lardy hablen sobre algún tema en concreto, sólo tenéis que escribir un correo a unomasenlafamiliablog@gmail.com, yo se lo pasaré inmediatamente a ellos y en unos días tendréis vuestra respuesta a través de este blog. Animaos, tantos ellos como yo estaremos encantados de ayudaros.