Esta semana nuestro etólogo Martín R. Ojeda (*) contesta a la consulta de Javier, quien nos escribe para pedirnos ayuda con su perrita caniche de 6 años. Luka, la protagonista de nuestro post de hoy, ladra al oír el timbre, ladra a la gente y a otros perros y, además, se muestra desconfiada con la gente. Ahí va la respuesta de Martín:
“La consulta de hoy trata sobre una hembra de raza caniche de aproximadamente seis años de edad que ladra al oír el timbre, a los otros perros y a las personas, y que además se muestra desconfiada para con la gente.
Como ya hemos dicho en más de una ocasión, los perros utilizan una gran variedad de formas de comunicarse con sus semejantes y con otras especies, a fin de hacerles conocer sus estados anímicos, intenciones, etc.: el movimiento de las orejas, de la cola, mostrar los dientes y una larga lista de sonidos que va desde el grave gruñido gutural que eriza la piel hasta el aullido casi lobuno.
En consecuencia, siendo el ladrido del perro un medio de comunicación, es necesario conocer aquello que lo motiva para poder tratar el problema. Si es que existe uno.
1- El ladrido cuando suena el timbre.
Como cualquier tipo de ladrido, para poder determinar correctamente a qué se debe es necesario observar el lenguaje corporal del animal, pero generalmente se trata tanto de una señal de alerta para los de dentro, como de una comunicación para el que está fuera a modo de advertencia en plan “Cuidado, que aquí estoy yo”. Por supuesto, esa advertencia puede ser dada en serio, o a modo de farol, como ya hemos señalado varias veces.
Normalmente no constituye un problema en sí, en tanto no se pase de ciertos límites. Y puede educarse al animal con un proceso de habituación para disminuir su respuesta al estímulo.
2- El ladrido a los perros y a la gente.
Como apuntábamos en los párrafos anteriores, el ladrido es forma de comunicación también de forma intra específica de modo que cuando ladra a los otros perros les está queriendo comunicar algo. Una vez más, como siempre, es necesario observar el lenguaje corporal para determinar el mensaje, pero teniendo en cuenta el antecedente que se refiere en cuanto al episodio del ataque de otro perro que casi termina con la amputación de una pata, es bastante razonable pensar que tiene por objetivo el que no se le acerquen. Aparentemente sería una conducta originada en el miedo que le ha quedado a partir de la mala experiencia.
Respecto a los ladridos y desconfianza a la gente, podría deberse a lo mismo. Evidentemente la experiencia traumática no ha tenido que ver exclusivamente con el otro perro, sino que por el tratamiento a que se vio sometida puede haber extendido la relación para con las personas también. O podría deberse también a una mala socialización en su período de cachorro, lo cual habría que verificar desde su etapa en el criadero.
Para las dos situaciones la pauta sería un proceso paulatino de habituación, haciendo que relacione positivamente la presencia de otros perros y de las personas.”
(*) Martín R. Ojeda es etólogo y adiestrador de Servicios Caninos Integrales
(**) Si quieres que Martín te ayude con tu perro, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com.
(***) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el etólogo cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.