Eduardo Arias, propietario de Blue (cachorro de braco de Weimar) que denunció en Consumo a MRW el pasado mes de diciembre al recibir a su perro herido tras un viaje con dicha empresa de transporte, interpone otra denuncia frente a la misma, esta vez por la vía civil, tras no llegar a un acuerdo.
Recordamos que, tanto Eduardo como la persona que envió a Blue, denunciaron a Consumo el servicio prestado por MRW puesto que, según ambas partes, “el perro fue entregado en perfecto estado y llegó con un desgarro enorme en el ojo”. Podéis leerlo en detalle pinchando aquí. Dicha denuncia sigue actualmente tramitándose.
Arias reclama a MRW los daños y perjuicios sufridos por Blue, en los que incluye el precio que pagó al comprar el perro, el coste del transporte con la empresa, los costes de todas las actuaciones veterinarias que ha necesitado por su herida, la medicación…
El propietario del animal dice que ha intentado en diferentes ocasiones llegar a un acuerdo con MRW. Explica que, en un primer momento, la empresa alegaba que el perro se había lesionado solo, “rascándose él mismo el ojo”. “Tras poner la reclamación en Consumo, contactamos con MRW para tratar de llegar a un acuerdo antes de acudir a los tribunales” continúa Arias. El denunciante mandó en aquel momento un correo electrónico a la empresa notificando a la misma sus intenciones y aportando todos los informes veterinarios y facturas que tiene. Explica que obtuvo respuesta pero, según cuenta en la denuncia, la cantidad ofrecida “no cubría ni siquiera los costes veterinarios”. El dueño del perro recuerda además que el mismo tiene que volver a ser operado.
Informe de la cirujana
Además de lo presentado en la reclamación interpuesta en Consumo, el dueño de Blue ha añadido a los documentos presentados en esta ocasión el informe de la cirujana que intervino al perro el pasado mes de diciembre, la doctora Begoña Martínez Astor, del Servicio de Oftalmología Veterinaria Interclínico (SOVI).
En dicho informe, con fecha de 22 de diciembre (día en el que fue operado Blue), la doctora Martínez constata que el perro presentaba “avulsión con pérdida de sustancia del 80% del párpado inferior y tarso inferior y pérdida del conducto lagrimal inferior. Se constata desgarro traumático y lesión de menos de 7 días de antigüedad”. El informe de la cirujana, especialista en oftalmología, es tajante en cuanto a la posibilidad de que Blue se hiciese él mismo la herida: “dadas las características de la lesión queremos hacer constar que es imposible que el propio animal se desgarrase la piel y fuera capaz de “arrancarse” completamente la piel de forma que se quedase sin restos de la misma en el 80% del párpado inferior a modo de rectángulo y no se observen restos de lesión corneal ni colgajo de dicha piel”. Sin embargo, en el informe de afirma que se trata de “una laceración de origen traumático con pérdida muy extensa de sustancia que sería perfectamente compatible con un daño debido a la jaula de transporte”.
Martínez Astor explica que al perro le va a quedar como secuela “permanente” un lagrimeo crónico “dada la imposibilidad de realizar un nuevo conducto lagrimal inferior y canalizar la lágrima”.
En el documento se refleja también la necesidad de volver a operar a Blue cuando este haya completado su crecimiento.