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Irene Crespo

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Collares de adiestramiento clásico o de castigo: sí o no

Perro con collar eléctrico

Julia Rey (*), nuestra etóloga, nos habla esta semana sobre los collares de adiestramiento canino.

“Cuando hablamos de bienestar animal, siempre hablamos de que no se debe maltratar al animal y, normalmente, nos referimos a abusos de golpeos, abandonos, confinamientos en malas condiciones, falta de cuidados, etc. Pero, hoy en día y cada vez más, se están utilizando collares de adiestramiento para la educación de los perros, ignorando la fisiología y etología canina y realizando con ellos un maltrato animal diario. Todos estos aparatos de adiestramiento dañan al perro o, más bien, les generan dolor y hay un aumento del dolor a través de los tirones de correa. El uso de estos collares tiene su origen en teorías obsoletas

¿Qué es un collar de adiestramiento?

Collar eléctrico

Collar eléctrico: El collar eléctrico esta compuesto por un transmisor (mando a distancia) con diferentes funciones y niveles de intensidad de descarga eléctrica, dicho transmisor esta unido a un collar que lleva un receptor con dos púas (electrodos) que debe estar en contacto con la piel. Cuando el transmisor manda una señal al receptor este lanza una descarga eléctrica.

Collar de contacto

Collar de contacto, estrangulador o de ahogo: Es un collar metálico, cuerda, o cuero  en forma de soga que comprimen el cuello cuando se tira de él, impidiendo que el perro vaya en dirección contraria a la que quiere el propietario.

Collar de  pinchos: Es un collar metálico que generalmente contiene unas 18 púas, pudiendo poner o quitar, dependiendo el tamaño de cuello del perro.

En un principio, el uso de estos collares solo tenía que estar en manos de adiestradores y siendo usados durante un periodo de tiempo pequeño, empleándose únicamente para la educación del animal, para evitar peligro propio o externo.

Collar de pinchos

Hoy en día ha habido un aumento de uso de estos instrumentos debido al coste barato de los mismos y a la creencia de que con ellos se consigue controlar a los perros, aunque sea haciendo daño al animal. También por  un incremento de la educación canina no profesional y un adiestramiento por parte de los propietarios, sin asesoramiento previo.

El uso de los collares de adiestramiento, aparte de dañar psicológicamente al animal  creando en el perro problemas como el miedo y el estrés, ansiedades y depresiones, o agresividades, también reduce la autoestima del individuo. Igualmente se les daña físicamente, ya que en la zona que se pone el collar hay estructuras vitales como la médula espinal, esófago, traquea… Cuando a un perro se le presiona el collar, se le interrumpe el aporte del oxígeno, también se restringen partes del cuerpo y esto puede implicar problemas como la cojera, alergia, problemas de pulmón y del corazón, disfunciones de la glándula tiroidea, problemas digestivos, traumatismos cervicales, etc. Además, se les realiza una gran diversidad de lesiones físicas como heridas, irritaciones, laceraciones profundas, etc.

Aparte de los collares de adiestramiento, deberíamos  hacer hincapié también en algunos útiles que igualmente pueden dañar al perro debido al manejo, como por ejemplo los extensibles y cualquier instrumento que se ponga al animal alrededor del cuello. Siendo lo más aconsejable para el animal llevar arneses o petrales que no dañen el cuello.

Y deberíamos tener como referencia algunos países como Italia, Gales, Austria, Suiza, Republica Checa, Alemania, Nueva Zelanda, Australia, donde se castiga con multas de gran cuantía por el uso de collares eléctricos e incluso el uso de dichos instrumentos están penados por ley.

Y, para finalizar, os dejo un pequeño experimento por un veterinario canadiense, Dr. Peter Dobias, que nos hace ponernos en la piel del perro:

Rodear el cuello con las manos, los pulgares tocándose delante y los dedos en la nuca. Ahora, respire hondo y tirar con las manos hacia atrás sin separar los pulgares. Así es cómo se sienten muchos perros cuando tiran de la correa.

Si todavía les quedan ganas de profundizar en este experimento, colocar un collar de cadena de los llamados “de adiestramiento” o de estrangulamiento alrededor del cuello y conéctelo a una correa. Ahora pida a un amigo que tire de la correa de vez en cuando. “

(*) Julia Rey es etóloga de Kokotea Etología

(**) Si quieres que nuestro etólogo te ayude con tu mascota, recuerda rellenar este cuestionario y enviarlo a unomasenlafamiliablog@gmail.com. Por favor, antes de rellenar y mandar el cuestionario, leer la sección de etología para comprobar que el problema de su perro no ha sido ya consultado por otra persona.

(***) Si estás pensando en mandarnos una consulta, pincha aquí y lee esto antes, por favor

(****) Tened en cuenta que los consejos se dan habiendo leído el cuestionario rellenado por la persona que hace la consulta, por lo que el etólogo cuenta con muchos más datos de los que aquí se comentan.

 

 

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