Lo dice en su autobiografía el doctor Eduardo Alfonso y Hernán, el ‘hombre sabio’ del que hablaba en el anterior post. El buen humor alarga la vida. El viejo médico naturista fue un hombre aficionado a las bromas. Y murió con 92 años, (en un accidente de aviación, según un heredero científico, aunque tal vez ello pertenezca a la mitología que rodea a su persona). El buen humor psicológico produce buenos humores fisiológicos, dice en ‘Mis recuerdos’. “El buen humor es un factor de higiene y ésta incumbe a los médicos y más a un médico naturista”.
Debo hacer cálculos, pero cuando me recibió en su consulta de Rosales tal vez estuviera enfrascado en este libro. Qué pena que no me hiciera ningún chiste, o al menos yo no lo recuerdo. Habla en sus memorias de su obra capital, ’40 lecciones de medicina natural’ y, en la cárcel, donde le metió el franquismo por masón, escribió tratados de egiptología, dentro de su amplia obra. Tampoco los médicos oficiales le perdonaron algunas de sus afirmaciones. Mientras me pregunto dónde ha ido su sabiduría les dejo este viejo chiste que cuenta en sus memorias.
Un reo condenado a muerte el lunes:
-¡Vaya forma de empezar la semana!
Pues eso.