Hay un lugar común en los cursos de emprendizaje y motivación tan en boga que es decir que, en chino, crisis significa oportunidad. En mi colegio de monjas no habían dado clases de chino y hacían una lectura paralizante: ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’, solía decir una de ellas en tono admonitorio. Y los pescadores, claro, éramos nosotras. Así que, chica, no sé con que carta quedarme.
Un entrevistado se suma hoy en DV a la primera de las dos lecturas. Dice que ellos lanzaron su negocio por internet en el 2000, el año de las ‘burbujas.com’ , cuando parecía que intenet se venía abajo. Pero ellos querían poner en marcha una empresa de promoción del turismo rural. Sólo había guías escritas en papel y el usuario no podía interactuar, ver fotografías o conocer opiniones de otros viajeros. Se detectó la oportunidad cuando otras empresas caían. La crisis era de financiación. Pero no de creación de un negocio. De hecho, dice, ‘muchas oportunidades de negocio vienen en momentos de crisis’.
Su consejo para tiempos difíciles: Seguir adelante con los proyectos sin pensar que la crisis pueda dejarlos por el camino.
Ay, aquella monja.