Una casualidad quiso que pudiera dejar a ‘miniñapequeña’ con su abuela así que me fui como ciudadana libre a una conferencia del Aula de Cultura DV. Me atraía el titular ‘Los tristes no ganan las elecciones’. Pensaba que por fin alguien podía explicar el misterioso caso de Silvio Berlusconi.
Así que me senté en una esquina de la sala a escuchar a Antoni Gutiérrez-Rubí. Se mostró convencido de que gran parte del triunfo de Obama se debe a su sonrisa. Sería ésta el reflejo de una buena dosis de seguridad en sí mismo y de tranqulidad de espíritu para afrontar los retos.
Ya lo dijo alguien del público. La sonrisa forzada, oconsejada por tus asesores de imagen, no engaña. Con esa no se ganan votos.
Salí de la sala Kutxa y me tropecé con la puesta de sol en el marco incomparable. Seguro que más de uno sonreía.