De entre las fotos del terremoto de Haití hay una (AP/Jorge Cruz) de dos hermanos
sentados en el borde de una acera que refleja la orfandad y el miedo. Pero también algo más. La vida. O las ganas de vivir. Haití es uno de los países más pobres del mundo. Sus casas no han podido soportar un terremoto.
Santo Domingo permanecía en el mapa. Pero Haití también existe.