No tengo ninguna receta nueva de la que hablar así que recurriré a los libros. Bueno, bien mirado, sí tengo una humilde aportación puesta en práctica el domingo. Muchas ideas vienen de mi amiga Marga, que acompaña su retahíla gastronómica con un apretar de labios y una mirada hacia el cielo que invitan a correr a la cocina para llevar a la sartén sus filosofías culinarias. Cuando me habló por primera vez de los pimientos morrones con aquel gesto corrí a Andrés a comprar esos prodigios brillantes de la naturaleza que siempre admiraba pero que nunca me atreví a hacer míos. Otro día fueron los humildes ajos frescos acompañados de espárragos trigueros a la sartén, receta con la que ayer obsequié a mi familia y, chica, todo el mundo repitió, oyes.
Fue el de ayer mi homenaje a la primavera incipiente o a las ganas que yo tengo de ella pero la mezcla me llevó a los libros que leo estos días. ‘Superar la adversidad’, de Luis Rojas Marcos, y los diarios de K. Son como espárragos y ajos frescos a la sartén. Distintas formas de analizar un camino que no siempre es de rosas, ¿recuerdas? Pero ambos nos dan una receta. Y es cuestión de cada uno el llevarla a la práctica. El guiso es para principiantes. No tiene misterio. Y es que siempre, después del duro invierno, llega la primavera.