Ahí estaba yo con mis niños frente al televisor. Viernes noche, no había prisa. Acababa de terminar ‘Hermano mayor’ y empezaba a pensar en trucos para mandarles a la cama. Entonces ocurrió. Un vaso que se cae y una colección de caras después del orgasmo. Un relato de un minuto entre las sábanas y con muchas parejas, algunas de edad: hay sexo a partir de los 70.
A mi hija mayor le hice una broma: cuando uno ve la serie ‘Skins’ ya lo ha visto todo. Y el pequeño no hizo preguntas. Empieza a comprender qué es eso de quitarse la camiseta.
Es el último anuncio de Ikea: ‘No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita’. Ya sabemos lo que cabe en una casa. Faltaba quien se atreviera a contarlo.