No es una comparación adecuada, pero vale. Lo que me pasó con el libro ‘El filósofo y el lobo’, de Mark Rowlands, es parecido a lo que me sucede con los libros de Blay, que son mis novelas policíacas: ¿cómo se desvelará el misterio?  Los de Blay son títulos de otro tiempo: ‘Despertar y sendero de realización’, que  apetecen siempre y los interrumpes en paz. Con ‘El filósofo y el lobo’ no ocurre.

Vino Mark Rowlands a San Sebastián invitado por el congreso ‘Nosotros y los otros’. Tenía que preparar la entrevista y leí de un tirón el libro sobre sus 10 años de convivencia con un lobo. Mark Rowlands fue un joven profesor de filosofía en Alabama, que bebía en las fiestas de estudiantes y quiso mucho a su lobo. Lo cuenta en su libro superventas. Profesor codiciado por prestigiosas universidades americanas, mantiene un aire de chico humilde y discreto. Y está en forma. Para mí que mantiene las carreras que daba junto a Brenin. Un gran descubrimiento.