“Porque la belleza de la joven podía golpearles tan violentamente que -en mitad de una frase sin necesidad de buscar disculpa por ello- podía Pedro quedar en silencio simple”. Luis Martín-Santos. Tiempo de silencio.
Este blog empezó como novela. Pero los personajes, como pasa a veces con la tortilla, no cuajaron. Cuenta la historia de una madre que tiene una hija adolescente y otra más pequeña. La mujer busca un estado armonioso sobre todo a la hora de la cena. Para ello lee el Tao, a Krishnamurti y las obras de un psicólogo poco reivindicado llamado Antonio Blay Fontcuberta. Trabaja como periodista y le gustaría escribir algo diferente a un reportaje.
Se parece a mí. Pero no soy yo.