Uno de mis primeros actos de liberación familiar fue apuntarme a una escuela de padres. Aprendí allí conceptos como el de madregritona o padreperiférico. Hacía tiempo que no volvía a un foro de desahogo de padres. Ayer acudí a una charla sobre los peligros de internet.
“Cuando yo tenía 18 años me fui a vivir con mi pareja y hoy estamos espiando a nuestros hijos mayores a ver en que foros de internet están”, dijo uno de los asistentes.