Susan Boyle, famosa concursante de concurso británico de caza de talentos, ha sido ingresada en un sanatorio psiquiátrico o casa de reposo. Cuando salió por primera vez a cantar en televisión hubo sonrisas por su poco agraciado aspecto. Pero incluso los más feos tienen mejora. Ese corte de pelo. Esas cejas sin depilar. Un buen maquillaje. Ya saben. Las fotos del ‘antes’ y el ‘después’. Aunque a veces tengan truco.
Pero resulta que el principal problema de Boyle era otro. En su pueblo le llamaban ‘Susan, la simple’. Las dificultades surgieron en el parto. Al nacer le faltó oxígeno. Y por eso nunca ha trabajado. (Paréntesis. Aprovechemos para ensalzar aquí la labor de Gureak en Gipuzkoa. Incluso se inventan proyectos nuevos para salir de la crisis).
Bien. No trabajó. No tuvo novio. No supo adaptarse a la vida. Y desde que murieron sus padres vivía sola con su gato.
En la final, Boyle quedó en un segundo puesto. Dicen que eso desencadenó la crisis. Después del concurso le esperaba una gira por Estados Unidos. ¿Estarán los productores a la altura de las necesidades de la chica? ¿O la devolverán a su pueblo? En las buenas sociedades hay sitio para todos.