Quien me lee a menudo, sabe que soy de mal dormir. A veces opto por ponerme a leer, otras me levanto y bebo un vaso de leche y en la mayoría de los casos lo que hago es darme la vuelta e intentar pensar en cosas agradables. Cuál ha sido mi sorpresa esta mañana cuando al sentarme unos minutos a tomar mi taza de café he leído que una empresa portuguesa ofrecía 1200 € de sueldo al mes durante tres meses, por probar sus almohadas. El CV hay que enviarlo a un mail y ellos harán la selección. La empresa es seria, ya lo he comprobado. ¿Qué características apreciarán en el curriculum? No lo sé … Tal vez haber viajado mucho y por buenos hoteles y ser muy exigente con la cata de almohadas, igual ser algo insomne como yo o al contrario, dormir como un angelito … ¡ Qué se yo ! por si acaso yo he aprendido a decir en portugués “Eu gosto moito da cama e de um bom travesseiro “ Y ya que duermo tan mal, pienso ¿será la culpa de las almohadas? ¿Pierdo algo por intentar ser “probadora de almohadas”? ¿Es algo que una se atrevería a contar a un ligue cuando acabas de conocerle y te pregunta a qué te dedicas? ¿Cómo suena?: “Hola (sonrisa que una cree seductora) yooo… soy periodista cultural, llevo la comunicación de una fabulosa empresa de joyas que se llama Bohemian Jewels y me dedico a probar almohadas.” Por supuesto que habría que añadir al ver la cara de póker del contrario … es que soy de mal dormir y vi un anuncio y claro, cuesta menos probar una almohada que escribir veinte artículos… Si para eso está el dicho, “nunca des explicaciones, tus amigos no las necesitan y tus enemigos no te creerán de todos modos.”