La exposición ‘Balthus’ llega el 19 de febrero al museo Thyssen – Bornemisza para mostrar el trabajo de uno de los grandes maestros del arte del siglo XX.
Balthus (Balthasar Klossowski de Rola) nació en París el 29 de febrero de 1908, hijo de Erick Klossowski, un respetado historiador del arte, y de Elisabeth Dorotea Spiro (conocida como la pintora Baladine Klossowska), que tuvo una larga relación amorosa con el poeta Rainer Maria Rilke. Era hermano del filósofo Pierre Klossowski.
Le Gran Chalet de Rossinière fue una casona de cincuenta habitaciones y más de cien ventanas, situada en el cantón suizo de Vaud, donde vivió Balthus los últimos años de su vida y donde se habían hospedado también Víctor Hugo, Goethe y Voltaire cuando era el hotel Grand Chalet. El pintor la adquirió a cambio de unos cuadros después de casarse en 1967 con Setsuko, una estudiante japonesa que conservaba todos los ritos de la nobleza de su antigua familia de samuráis. En esta enorme mansión en la que el pintor pasó los últimos años de su vida con Setsuko, su segunda esposa, y con unos treinta gatos. Su profundo amor por estos animales fue desde niño. A los 10 años realizó una serie de 40 dibujos describiendo su vida y aventuras con el gato Mitsou, al que había recogido de la calle, cuidado y alimentado, y su tristeza cuando este se fue. El poeta Rainer Maria Rilke se quedó fascinado por los dibujos y escribió el prólogo del libro que se publicó en 1921 y está editado en España bajo el título de “Mitsou, historia de un gato”.
Balthus fue amigo de los escritores Albert Camus, André Gide, André Breton y Antoine de Saint-Exupéry, del fotógrafo Man Ray, del actor y dramaturgo Antonin Artaud, de los artistas Joan Miró, los hermanos Giacometti y Pablo Picasso, que le dijo “Eres el único pintor de tu generación que me interesa”, y del cantante y actor David Bowie.
Balthus es el único pintor en vida cuya obra se expuso en el Louvre. Sin embargo, la ciudad de Essen, Alemania, canceló a finales de 2013 una exposición de 2.000 polaroids, realizadas por el artista en los últimos años de su vida a modo de apuntes de sus jóvenes modelos, por temor a ser acusados de incitación a la pedofilia. Unas semanas después, la galería Gagosian de Nueva York expuso 155 de estas mismas polaroids sin el menor problema.
Su fascinación y amor por los gatos le valieron el sobrenombre de “Rey de los gatos” y la próxima semana podremos visitar su obra en el Thyssen. Yo no me la voy a perder. Como anécdota, os contaré que Bono cantó en el entierro de Balthus.
Balthus junto a su esposa Setsuko, Rossinière, Suiza, 1998