Mientras Apichatpong Weersethakul, con su cara de no haber roto un plato, asiste a la ira de unos y el aplauso de otros por la Palma de Oro que se le ha otorgado en Cannes, despedimos aquí la conexión con Cannes por este año. En ‘Mon Oncle’ nos alegramos que otro ‘Oncle’ haya ganado la Palma de Oro: ‘Oncle Boonmee qui se souvient de ses vies antérierus’, es la traducción francesa del título.
Algunos medios franceses ya estaban clamando antes de que terminara, que esta edición es la peor de la historia: eso ya lo dijeron hace cuatro o cinco años y aquella vez era cierto. Esta edición no ha estado tan mal. Sea porque viene un año de cosecha floja, o porque algunos de los títulos más apetecibles de la temporada, como la nueva película de Terrence Malick, no han llegado a tiempo, no ha habido grandes películas ni sobrecogedores descubrimientos.
Pero con una oferta tan amplia y variopinta, siempre hay cosas interesantes que ver en Cannes. Aquí hemos ido contando algunas. Ahora a ver si se estrena la de Apichatpong (otra vez se repetirá la polémica) y otras películas de difícil comercialización que han estado entre lo más interesante de Cannes, como la biografía-río ‘Carlos’ (habrá una versión con las cinco horas y media reducidas a dos y veinte, con aprobación del director) o los documentales ‘Autobiografía de Nicolae Ceausescu’ y ‘Nostalgia de la luz’. Es una de las mejores cosas de los festivales, descubrir lo que tiene el peligro de pasar desapercibido. Ya queda menos para la 64 edición.