El punk atacó a las grandes bandas de mediados de los 70, convertidas en dinosaurios que apostaban por lo grandilocuente. Una década después, los Pixies estaban en su apogeo, también con un espíritu renovador y rabioso, que influyó en todo el rock de los 90. Hicieron lo suyo en pocos años, crearon su mítica y se separaron. En 2004 se reunieron de nuevo, como casi todos. Los Pixies ya no eran pequeños duendecillos incordiones, sino más bien dinosaurios. Pero en el Primavera de ese año, masas de seguidores, muchos de ellos jóvenes que no les conocieron en vida, pudieron escuchar en directo un cancionero mítico muy bien reproducido. En los seis años que han pasado desde entonces, Pixies vive de las rentas con tours esporádicos: en seis años no han sido capaces de hacer un nuevo disco, ni superar sus rencillas personales, mientras Frank Black publica discos en solitario. En este 2010 vuelven a ser cabeza de cartel del Primavera. Pero uno prefiere quedarse con el recuerdo de sus dos conciertos en San Sebastián y en Bergara, cuando estaban en su apogeo a finales de los 80, que con este ‘we’re only in it for the money’, que diría Frank Zappa. O ‘filthy lucre tour’, según la filosofía de los Sex Pistols.
Otros ‘comebacks’ de los 80 me parecen mucho más intrigantes y apetecibles en este Primavera:
Roddy F-rame, que además de su glorioso repertorio elaborado con Aztec Camera y en solitario, hace un par de años nos dio un lección de humildad, amistad y guitarreo acompañando al convaleciente Edwyn Collins en el Summercase. Todo un clásico del pop-rock escocés.
Gary Numan, era el más moderno en el 79, pionero del tecno pop robótico, con míticas canciones como ‘Cars’ o ‘Me! I Disconnect From You’. Últimamente está más industrial y siniestro. A ver por dónde sale.
Marc Almond, que tras superar hace unos años un tremendo accidente de moto, ha recuperado la plenitud de sus facultades vocales y sigue sorprendiendo, ya sea acudiendo a compositores rusos, o alimentando el ambiente de cabaret decadente que siempre ha adorado. Puede ser un momento luxury del Festival.
The Fall, no es un ‘comeback’ porque al hiperactivo y retador Mark E. Smith no hay quien lo pare, aunque su banda cambie continuamente. Sus dos anteriores conciertos en el Primavera fueron brutales. Seguro que seguirá dando la nota alta.
Pavement, el retorno más sonado del año, míticos del indie de los 90. Nunca he llegado a apreciarlos suficientemente, pero es sin duda un acontecimiento en este Primavera. Esperemos que sea una reunión más fructífera que la de Pixies.