El volante del automóvil ha experimentado grandes cambios desde hace 20 años, mucho más en los de competición. Porsche sabe mucho de ello, y buena prueba de ello es que el último Porsche 911 RSR tiene hasta 30 funciones que pueden hacer variar el comportamiento del coche.

Así las cosas, en 2001, los coches de la Porsche Cup llevaban un botón para la radio y, en 2004, el número de funciones en el volante llegaron hasta las seis. El paso de los años hace que también importe el diseño de los volantes buscando una utilización de los botones lo más intuitiva posible. Es decir, ergonomía y facilidad de uso. Aquí los pilotos son imprescindibles. Señalan, durante el desarrollo del volante, donde colocar las más importantes funciones.

Entre ellos están los botones para el limitador de pit lane, para situaciones de bandera amarilla, así como los de on/off para el motor y la radio. Las otras funciones operativas se añaden a continuación, siguiendo una lista de prioridades. En el proceso, los desarrolladores deben tener en cuenta que algunas de las funciones tienen que ser activadas a través de combinaciones de varios botones.

Los actuales volantes, ya sean de competición o los de los coches de serie, son muy distintos. Ha variado la forma y los materiales de los mismos, pasando del volante circular hecho de madera hasta el realizado sobre una base de acero, achatados por abajo, y también  por arriba. Son mucho más ligeros a pesar de las funciones que ofrecen para distintas funciones gracias a la utilización de aluminio y fibra de carbono.