Estamos de enhorabuena, parece que este verano el sol se ha reconciliado con el norte y nos está regando la mayor parte de los días. Desde luego de los cuatro años que llevo viviendo en Irún, éste ha sido el único en el que me he podido olvidar del paraguas en Julio.
Y claro, ¿a quién le apetece tomarse un puchero de alubias a 35ºC? Pues a nadie o a pocos, muy pocos y valientes. Y es que las legumbres son uno de los alimentos más fácilmente desterrados de los menús en estos meses y con todo el dolor de mi corazón. En normal que no te apetezca tomar el clásico guiso de lentejas bien caliente por ejemplo, pero no por ello vas a tener que renunciar a los beneficios que este alimento supone para el organismo.
Como bien sabes, las legumbres suponen una excelente fuente de proteínas vegetales, un nutriente básico para formar estructuras, si combinas la legumbre con cereales (Receta 1) consigues aportar todos los aminoácidos que tu cuerpo no puede sintetizar y cubrir así todas sus necesidades. También son una buena fuente de energía al proporcionar hidratos de carbono de absorción lenta que suponen un goteo de glucosa para el torrente sanguíneo y permitir así mantener unos niveles óptimos entre comidas. También aportan grandes cantidades de fibra para ayudar a mantener sano el intestino. Además de diferentes porciones de vitaminas y minerales por lo que conviene variar el tipo de legumbre que consumes y poder aprovecharte de todas y cada una de ellas.
Para que te hagas una idea de las posibilidades que tienen las legumbres te propongo una serie de recetas sencillas y diferentes. Las legumbres son un alimento muy versátil y admiten muchos sabores diferentes, no te limites a las cuatro recetas típicas y prueba con otras nuevas, verás que no es complicado y sí muy sabroso.