Hoy te voy a hablar de uno de mis alimentos favoritos, los huevos. A grandes rasgos podemos decir que los huevos son unos alimentos poteico-grasos. Apenas aportan carbohidratos pero sí son muy buena fuente de proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Debido a esto son un alimento muy saciante, lo que te ayudará a controlar tu apetito. Durante muchos años han sido demonizados y acusados de ser unos “asesinos silenciosos” que hacían que tus niveles de colesterol subieran y subieran hasta cifras alarmantes. De ahí que se racionara su consumo a no más de 3 unidades a la semana.
Entonces, ¿cuántos huevos se deben comer a la semana?
Con la evidencia científica en la mano y siendo algo cuidadoso te digo que puedes comer, si tu estado de salud general es bueno, perfectamente un huevo diario. En diferentes estudios se ha observado que incluso ingestas superiores a 7 huevos semanales no se relacionan con riesgo cardiovascular o aumento del colesterol.
¿Son todos los huevos iguales, cómo los diferencio?
Evidentemente no, no todos los huevos son iguales. Para diferenciarlos necesitarás fijarte en el código que llevan impreso. Es muy sencillo, tan solo te interesa leer la primera cifra que aparece en ese código y diferenciar lo siguiente.
La gran mayoría de los huevos que encuentras en el mercado son “del 3”. El porqué está muy claro, consiguen que pongan más huevos, les sale más barato y tu pagas por una docena de huevos alrededor de 1 euro. Y aquí mi opinión; no es solo por el producto final y la diferencia de calidad entre un huevo y otro, que la hay, sino por todo lo que se origina alrededor del huevo para conseguir un grano de calidad que sea respetuoso con el medio ambiente, crear unas condiciones adecuadas para criar gallinas en libertad y de esta manera ofrecer un producto respetuoso y de mucha mayor calidad. En lugar de eso se esconden los mecanismos de producción en masa de huevos “del 3” poniendo fotos de granjas preciosas en las granjas o añadiendo la típica palabra mágica…FRESCOS.
¿Cómo influye la manera de cocinarlos?
No es lo mismo comer una tortilla que un revuelto, un huevo poché o uno frito. Y la diferencia principal es la cantidad de grasa cocinada que se añade. Supongamos que cocinas con aceite de oliva. Un aceite que se ha demostrado que tiene muchas propiedades saludables. ¿Qué ocurre con esas propiedades al calentar ese aceite? Que se pierden. ¿Y si recalentamos una y otra vez el mismo aceite? Acaba siendo muy perjudicial para la salud. Entonces el mensaje queda claro, en las ensaladas se generoso con el aceite pero para cocinar no abuses. Así que ya sabes…mejor a la plancha que frito.
Hasta la semana que viene!!