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Itziar González de Arriba

Nutrición y salud

Remedios caseros para los desórdenes de vesícula biliar

La vesícula biliar es un órgano con forma de pera ubicado debajo del hígado. Almacena bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común. Ese conducto conecta a la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.

Es más probable que la vesícula cause problemas si algo obstruye el flujo de bilis a través de los conductos biliares. Eso suele ocurrir con los cálculos biliares. Los cálculos se forman cuando hay sustancias en la bilis que se endurecen. Es muy frecuente que ocurra esto con el exceso de estrógenos (mujeres que sufren dolores o problemas menstruales). Las crisis por cálculos suelen presentarse después de las comidas. Los signos de una crisis por cálculos incluyen nauseas, vómitos o dolor en el abdomen, la espalda o debajo del brazo derecho. Pero no hace falta, sin embargo, sufrir “cólicos” para tener síntomas de una vesícula “perezosa”: dolor del cuello, dolor de cabeza que inicia en ojo o sien izquierda, sensación de hormigueo en ambos brazos o manos, dolor nocturno de los brazos, dolor de hombro, y sobre todo mala digestión ante comidas muy grasas o comidas copiosas nocturnas.

Entre los factores que se relacionan con la aparición de litiasis por colesterol se encuentran la predisposición genética, las dislipemias (exceso de triglicéridos o bajo nivel de HDL-c -el llamado buen colesterol-), la obesidad y también los descensos bruscos de peso (disminuye la cantidad de ácidos biliares de la bilis y se enlentece el vaciamiento de la vesícula), el tratamiento con estrógenos, las dietas pobres en fibra y ricas en grasas, la infección de vías biliares y las enfermedades crónicas del hígado como la cirrosis.

El tratamiento médico depende de cada caso (cirugía, tratamiento disolutivo oral con ácidos biliares, litotricia biliar extracorpórea, tratamiento disolutivo por contacto). En cuanto al papel de la dieta, una alimentación adecuada puede colaborar en la prevención de la colelitiasis, y en personas ya afectadas, facilitar el reposo del órgano, y con ello, prevenir los síntomas agudos de cólico biliar y las dispepsias o molestias digestivas.
Remedios caseros para los desórdenes de vesícula biliar
•    Tratamiento de la vesícula biliar usando remolacha
Zumos frescos de remolacha y los zumos de zanahoria y pepino en cantidades de 100ml cada uno, son uno de los limpiadores más finos de la vesícula biliar. Este zumo combinado ha probado ser benéfico en el tratamiento de todos los desórdenes relacionados a éste órgano, y debe ser tomado dos veces al día.

•    Tratamiento de desórdenes de vesícula biliar usando peras
La pera es otro excelente remedio para los desórdenes de vesícula biliar. Esta fruta o su zumo deben ser tomados deliberadamente por el paciente con resultados benéficos. Ejercita un efecto de curación especial en todos los desórdenes de vesícula biliar, incluidos los cálculos.

•    Tratamiento de la vesícula biliar usando achicoria
Las flores, semillas y raíces de achicoria o endivia son consideradas valiosas en los desórdenes de vesícula biliar. La decocción de alrededor de 30-60ml de las flores, semillas y raíces pueden ser usadas tres veces al día con resultados benéficos en el tratamiento de éstos desórdenes. El jugo de endivia o achicoria en casi cualquier combinación promueve la secreción de bilis y es, por lo tanto, muy bueno tanto para el hígado como para las disfunciones de vesícula biliar.

•    Tratamiento de la vesícula biliar usando diente de león
El diente de león tiene un efecto benéfico en la vesícula biliar. Aproximadamente 125ml de jugos de diente de león y berro deberían ser tomados 2 veces al día. Combinado con una dieta vegetariana, sin mucha azúcar y fécula, éstos jugos ayudan a normalizar la vesícula biliar.

•    Tratamiento de la vesícula biliar usando aceites de oliva y girasol
Una cura de aceite fue defendida por algunos practicantes de las curas naturales para remover los callos. Aceites vegetales de oliva o girasol, no refinadas, naturales son usadas. El procedimiento consta en tomar 30ml de aceite vegetal, preferentemente aceite de oliva, como primera cosa en la mañana y acompañarla inmediatamente con 120ml de zumo de pomelo o zumo de limón. Este tratamiento debería ser hecho cada mañana por varios días, incluso semanas, si es necesario.

Dieta para desórdenes en la vesícula biliar

Los pequeños cálculos usualmente pueden ser eliminados con una cura dietética. En casos de inflamación aguda de la vesícula biliar el paciente puede ayunar 2 días hasta que la condición aguda se vaya. Nada excepto agua debe ser tomado durante éste período. Después del ayuno el paciente debe ingerir zumos de frutas y vegetales por unos días. Zanahorias, remolacha, pomelo, peras, limones o uvas pueden ser ingeridas en la forma de zumos. Además de esto la persona debe seguir una dieta equilibrada que no sea agresiva con su hígado o su vesícula: mucha verdura cocinada, algo de fruta y semillas, aceite de oliva, pescado blanco a la plancha de forma habitual. Se deben evitar carnes, huevos, grasas animales, comida procesada y desnaturalizada, comidas fritas y grasosas, carbohidratos refinados, alcohol, productos hechos con azúcar y café, así como también picantes y condimentos. Además se debería comer frecuentemente pequeñas comidas en lugar de tres grandes comidas.

ALIMENTOS ACONSEJADOS, PERMITIDOS Y LIMITADOS
ALIMENTOS ACONSEJADOS:
•    Carnes, pescado, huevos y sus derivados: Carnes con poca grasa, pescado blanco, huevos revueltos, en tortilla, escalfados o pasados por agua, fiambre de pollo o pavo.
•    Cereales, patatas y legumbres: Todos salvo los indicados en “alimentos limitados”. Evitar la legumbre cocinada entera.
•    Verduras y hortalizas: Todas salvo las indicadas en “alimentos limitados”. Se suelen tolerar mejor cocidas y en puré.
•    Frutas: Frescas maduras, batidas, asadas, en compota, en puré.
•    Bebidas: Agua, caldos desgrasados, infusiones suaves, zumos no azucarados (salvo el de naranja), bebidas sin gas.
•    Grasas: Aceite de oliva y semillas (girasol, maíz, soja), mantequilla o margarina (se toleran mejor en crudo)
•    Otros productos: Mermeladas en desayunos, con moderación.
ALIMENTOS PERMITIDOS (consumo moderado y ocasional):

•    Leche y lácteos: Cuajada y yogur desnatado, queso fresco tipo Burgos.
•    Jamón serrano y jamón york magros
•    Cereales: En forma de pasta (ni pan, ni cereales de desayuno).
•    Legumbres: Pasadas por el chino o pasapurés para eliminar los “hollejos”, probar tolerancia.
•    Bebidas: Zumos comerciales (no ácidos ni de naranja), fruta en almíbar sin el jugo.
•    Grasas: mayonesa light (menos grasa que las convencionales).

ALIMENTOS LIMITADOS (se desaconseja su ingesta):
•    Leche y lácteos: Todos, salvo los indicados en alimentos aconsejados y permitidos.
•    Carnes grasas, productos de charcutería, embutidos grasos, foie gras, patés, vísceras, pescado azul, huevos duros, pescados en escabeche o en salazón (bacalao, arenques…).
•    Cereales y legumbres: Pan fresco recién horneado tipo baguette y pasta poco cocida (fermentan en el estómago y crean molestias), cereales integrales y legumbres cocinadas con ingredientes grasos (morcilla, tocino…).
•    Verduras: Flatulentas (col, coliflor, repollo, coles de Bruselas, alcachofas, cebolla y pimiento en crudo)
•    Frutas: Fruta no madura y cruda, frutas ácidas, naranjas, frutas secas y frutas confitadas.
•    Bebidas: Café, descafeinado y té fuertes, bebidas con extractos de café o de guaraná, zumo de naranja, bebidas con chocolate, con gas y las alcohólicas.
•    Grasas: Todas.
•    Otros productos: Fritos grasos, pastelería y repostería, chocolate y salsas grasas, salsas picantes.

¿CÓMO COCINAR Y CONDIMENTAR?
•    Preferir aquellas técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido, hervido, al vapor o escalfado-, rehogado, a la plancha, al horno y papillote.
•    Evitar: fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados .
•    Para que la comida resulte más apetitosa se pueden emplear diversos condimentos:

– Ácidos: vinagre de manzana o vino, zumo de limón.

– Aliáceos: evitar los carminativos que estimulan las secreciones digestivas -ajo, cebolla, chalota, puerro- según tolerancia individual

– Hierbas aromáticas: Ayudan a la digestión el estragón, eneldo, laurel, tomillo, romero…

– Evitar las especias fuertes: pimienta (negra, blanca, cayena y verde), pimentón, guindilla.

ADEMÁS… (no todo es comer)

Se recomienda hacer diariamente ejercicio suave (pasear, gimnasia de mantenimiento).

Comer bien para vivir sano

Sobre el autor

Itziar González de Arriba es irundarra, fisioterapeuta (Universidad de Salamanca), postgrado de Osteopatía (Universidad de Alcalá de Henares), Máster en Nutrición y Salud (Universidad Oberta de Catalunya), postgrado Terapia Regenerativa (Universidad de Lisboa y San Pablo-CEU), candidata a Máster en Nutrigenómica (Universidad de las Islas Baleares). Además de su labor en consulta integrando alimentación y terapia manual, es profesora en diferentes universidades españolas y colegios de fisioterapeutas de varios cursos dirigidos a entender la relación paralela entre la nutrición y el desarrollo de diversas patologías o diferentes sintomatologías, enfocadas fundamentalmente a trastornos osteomusculares.


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