Ovarios poliquísticos = Síndrome metabólico = Hipotiroidismo = Sobrepeso = Diabetes tipo 2 = Dislipidemias?? | Nutrición y salud >

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Itziar González de Arriba

Nutrición y salud

Ovarios poliquísticos = Síndrome metabólico = Hipotiroidismo = Sobrepeso = Diabetes tipo 2 = Dislipidemias??

Cuando los ovarios son poliquísticos hay una disfunción en la hipófisis secundaria a un exceso de insulina en sangre. La fisiopatogenia se desconoce, sin embargo se sabe que es una de las enfermedades del Síndrome Metabólico. Como consecuencia todas las hormonas están más elevadas excepto la progesterona que se encuentra en unos niveles muy bajos con respecto a las demás. Según qué hormona esté más elevada, la mujer puede desarrollar alteraciones asociadas a hiperestrogenia (edemas, sangrado abundante, síndrome premenstrual); o lo que es más habitual, alteraciones asociadas a exceso de andrógenos como la testosterona (musculatura excesivamente desarrollada, vello facial marcado, etc). En todos los casos la progesterona está baja, y ésta es la encargada de producir la ovulación; dicha ovulación no se produce, el óvulo se enquista y la mujer no tiene la regla o ésta se retrasa mucho tiempo.

Los síntomas más característicos son cambios en apariencia, patrones anormales de menstruación y desórdenes metabólicos.

El síndrome de ovario poliquístico (SOP), también denominado hiperandrogenismo ovárico funcional o anovulación crónica hiperandrogénica, es una disfunción endocrino-metabólica de alta prevalencia (5-10%), de etiología incierta y que se encuentra en estrecha asociación a resistencia a la insulina y a la diabetes 2. De hecho, la mayoría de estas pacientes presentan algún grado de resistencia a la insulina; el 40% de ellas desarrollan intolerancia a la glucosa y el 16% diabetes 2 al final de la cuarta década de la vida.

A pesar de que hay mujeres que presentan quistes en los ovarios (el óvulo sigue creciendo y debido a la ausencia de progesterona, no se produce la ovulación con lo cual se enquista), el 40% de los casos tenían ovarios de tamaño normal y 46% no presentaban engrosamiento de la túnica albugínea. Un estudio posterior demostró que el síndrome clínico podía asociarse a ovarios de morfología aparentemente normal, y otro reciente establece que 16-25% de las mujeres sanas podían presentar imágenes ultrasonográficas sugerentes de ovarios poliquísticos sin el síndrome clínico.

Posiblemente, el avance más importante en lo que se refiere a la fisiopatología del SOP en la década pasada, y que puede constituir el nexo de unión entre las anomalías intrínsecas del eje hipotálamo-hipófisis-ovárico y las externas al mismo, ha sido la constatación de que la mayoría de las mujeres con PCOS presenta una forma única de resistencia a la insulina que se caracteriza por ser post-receptor y que es independiente de la resistencia a la insulina asociada a la obesidad. En otras palabras, aún cuando existe obesidad en alrededor del 50% de las pacientes con PCOS, lo que puede suponer una fuente adicional de resistencia a la insulinal, aquélla no es necesaria para el desarrollo del síndrome, que se caracteriza por una disfunción neuroendocrina-metabólica intrínseca propia.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico del SOP se basa en la combinación de irregularidad menstrual (oligomenorrea o amenorrea por anovulación crónica), hiperandrogenismo clínico (hirsutismo, acné, seborrea) o de laboratorio (aumento de andrógenos circulantes) y ausencia de otras causas específicas de hiperandrogenismo adrenal o hipofisiario. Es decir, ciclos menstruales más largos de lo normal, o ciclos normales pero sin ovular (que generalmente son cortos, de poco sangrado), u otros trastornos relacionados con exceso de estrógenos como edemas, etc.; con exceso de testosterona, como mucho tono muscular o vello; y con falta de progesterona como hincahzón, dolores de cabeza, depresión, etc.

TRATAMIENTO

El tratamiento debe estar orientado a corregir el hiperandrogenismo, la anovulación crónica y las alteraciones metabólicas asociadas a resistencia a la insulina y al hiperinsulinismo. En primer lugar, debe combatirse la obesidad mediante dieta y ejercicio físico regular. La obesidad agrava la resistencia a la insulina y las alteraciones metabólicas derivadas de la hiperinsulinemia y agrava aspectos reproductivos del síndrome como hiperandrogenismo, anovulación crónica, complicaciones obstétricas y mayor incidencia de cánceres con dependencia hormonal. Su tratamiento disminuye la hiperinsulinemia y puede atenuar las alteraciones metabólicas asociadas; disminuye los niveles de testosterona y LH permitiendo la reanudación espontánea de la ciclicidad ovárica y de la ovulación o, en caso contrario, aumenta la sensibilidad a los inductores de ovulación.

Actividad física aeróbica: 1 hora/día.

En segundo lugar es fundamental conocer que en la mayoría de los casos los síntomas negativos aparecen o se exacerban durante un momento de estrés importante porque aumenta el cortisol, y el cortisol produce precisamente un estímulo fuerte en las glándulas suprarrenales, que a su vez producen un gran aumento de glucosa en sangre.

Dormir 8 horas en total, si hiciera falta, puede suplementarse:

Bicebe (1-0-0)

Ergymag (0-0-2)/strong>

Vecti-seren (0-0-1)

El tratamiento es el mismo que para el de una persona con Síndrome Metabólico: dieta de índice glucémico bajo. Muchos autores proponen reducir o eliminar el consumo de hidratos de carbono, lo cual es efectivo en muchos casos pero pueden aparecer otras complicaciones, asociadas a un exceso de proteína, una falta de fibra insoluble, etc. Por eso la propuesta nutricional aquí planteada es la siguiente:

Desayuno: Vegenutril de guisante sabor chocolate. Copos de avena cocidos o pan germinado con aceite de oliva. Es posible añadir algo de fruta, frutos secos crudos y/o un yogur ecológico con semillas de lino, calabaza, goji, girasol, etc.

Comida: Siempre verdura o ensalada de primero y de segundo 2 días legumbre; 1 día pasta integral; 2 días carne magra; 1 día pescado; 1 día huevo.

Merienda: Los alimentos del desayuno, siempre después de haber practicado una hora de actividad física.

Cena: Puré de verdura con trigo sarraceno o quinoa. Algo de pescado o marisco.

Además para ayudar a la ovulación se puede suplementar aceite de onagra a grandes dosis -Bileína (2-2-2)-; para disminuir la glucosa en sangre y por tanto la insulina, es muy interesante Vecti-pur (1-1-1) y Oligoviol H (1-0-0)y para ayudar a aumentar la progesterona se puede suplementar Agnus Castus (Sauzgatillo); ñame; y/o una cucharada diaria de ajo, perejil y limón. También es recomendable la maca. Además sería muy interesante añadir Ergytaurina (1-1-0), ya que actúa como antioxidante de la bileína, y además es fundamental para la síntesis de sales biliares, y aumenta la excreción de esteroides como el colesterol, la testosterona y el estradiol, los cuáles se hallan elevados en los casos de SOP. Por tanto la ingestión de taurina es una forma fácil de eliminar el exceso de testosterona. La taurina también, al ser un poderoso antioxidante disminuye la resistencia a la insulina, por lo que su ingesta aumenta la eficacia con la que las células captan la glucosa del torrente circulatorio, y producen por tanto una  acción hipoglucemiante.

Ovarios poliquísticos y trastornos emocionales:

Es característico que las mujeres con ovarios poliquísticos tengan una intolerancia a la glucosa. Es el tema más complejo de solucionar puesto que es preciso conseguir una normoglicemia mantenida a lo largo del día. En el caso de consumir alimentos de índice glucémico alto, se va a producir una hipoglucemia reactiva secundaria a la secreción de insulina. Y en el caso de dietas hipocalóricas, hiperproteicas o sin cereales ni legumbres, la glucemia se mantendría demasiado baja. Cuando la glucemia se encuentra por debajo de lo normal aparecen una serie de síntomas calificados en la mayoría de las ocasiones, como ansiedad: Ahogo, palpitaciones, sensación de desmayo, mareo o inestabilidad, sofocos, sudoración, sensación de hormigueo o entumecimiento en las extremidades, temblor, nauseas, miedo intenso, sensación de irrealidad, confusión mental, nerviosismo, incoordinación…

Temas

Comer bien para vivir sano

Sobre el autor

Itziar González de Arriba es irundarra, fisioterapeuta (Universidad de Salamanca), postgrado de Osteopatía (Universidad de Alcalá de Henares), Máster en Nutrición y Salud (Universidad Oberta de Catalunya), postgrado Terapia Regenerativa (Universidad de Lisboa y San Pablo-CEU), candidata a Máster en Nutrigenómica (Universidad de las Islas Baleares). Además de su labor en consulta integrando alimentación y terapia manual, es profesora en diferentes universidades españolas y colegios de fisioterapeutas de varios cursos dirigidos a entender la relación paralela entre la nutrición y el desarrollo de diversas patologías o diferentes sintomatologías, enfocadas fundamentalmente a trastornos osteomusculares.


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