Es una paradoja propia de un mundo sin sentido como la sociedad occidental consumista que hemos creado. No hay dinero para nada, pero si tenemos la suerte de tener una casa, como no hay dinero para salir nos quedamos en casa comiendo galletas, chocolate, pipas… sobrecargando inconscientemente nuestro sistema cardiovascular, nuestro sistema digestivo, agravando nuestro sedentarismo, y consiguiendo que nuestro estado de salud empeore en un tiempo récord para caer en la depresión de no poder acceder al médico, al fisioterapeuta, al balneario, por no poder pagar a alguien que nos alivie. La frase típica es : me duele todo, serán los años…
¿Quién no conoce a un abuelito feliz sin achaques? Conocemos pocos, porque están todos en los pueblos olvidados de España, donde no ha lelgado la crisis, porque nunca llegó la etapa de crec9imiento económico, de tener 2 coches, un piso en la playa… Nos lo dicen continuamente: Dieta Mediterránea para la salud:
Desayuna pan integral con aceite
Come ensalada y legumbres (sin sacramentos). De postre, si acaso, fruta.
Merienda una pieza de fruta
Cena verdura y un poco de pescado o huevo. Mejor sin postre. Una infusión de tila en vez del tazón de leche con colacao y galletas si no nos conseguimos dormir.
Precio final de la cesta de la compra con este menú: Más asequible que el que estamos acostumbrados, y como resultado un cuerpo agradecido que nos dará ánimos y ganas de seguir luchando.
Feliz Navidad