EL ORDEN: una de las claves del aprendizaje en la era digital
Estamos en un momento de cambio en cuanto a fuentes de información. Por supuesto, el mundo educativo está plenamente afectado por este cambio. Los materiales de estudio y aprendizaje que tiene un alumno hoy en día son mucho más numerosos que los que tenia un alumno de hace poco más de cinco años.Hasta que finalmente unos tipos de materiales venzan a los otros habrá que convivir con un cierto exceso. Por eso es fundamental adquirir el hábito de dedicar un tiempo diario a ORDENAR MATERIALES.
Éstos pueden ser:
– El clásico libro de texto (o libros de consulta en el caso de enseñanza universitaria)
– Fotocopias que entrega el profesor.
– Webs y blogs recomendados
– Los propios materiales digitales elaborados por el profesor
– Apuntes de clase
– …
Una de las tareas del profesor es hacer lo que Google hizo en su momento: PONER ORDEN.
Es muy recomendable que el profesor elija un material básico para su asignatura (libro, sus propios apuntes en el formato que sea, etc) y que el resto de materiales sean de apoyo y estén acompañados de una explicación muy clara a los alumnos de su utilidad y ubicación.He comprobado que ayuda mucho:
– Tener un diario de clase en el que se consignan todos estos materiales además de lo tratado en la sesión de clase. Un documento en Google Docs es más que adecuado. (ver ejemplo de bitácora de Biología de un trimestre)
– Enviar por correo electrónico al grupo de clase los materiales que se van a utilizar en la sesión siguiente.
La principal tarea de ordenación la tienen, evidentemente, los alumnos
– Materiales digitales: hay que dedicar tiempo a crear un buen árbol de carpetas (son gratis) y a ordenar las descargas. Tener un dispositivo portátil y de uso personal sería lo ideal. Si ese árbol de carpetas de materiales de estudio está a su vez dentro de una carpeta compartida en internet (“en la nube”), mejor aún. Esto permitirá el acceso a los documentos desde cualquier ordenador conectado a internet. Dropbox es un servicio idóneo.
– Completar los apuntes, ya sean “analógicos” o tomados con un ordenador, con referencias a presentaciones de clase, aclaraciones adicionales o enlaces recomendados por el profesor o descubiertos por el propio alumno. Cuanto más desordenada sea una asignatura o el profesor que la imparte, más recomendable es utilizar los apuntes como material básico de estudio. El tener los apuntes en formato digital permite incluir textos de apuntes del profesor o imágenes de presentaciones y eso los hace mejores que los tomados a mano y en papel.
– Si se utiliza el formato papel serán las fundas multitaladro y los clasificadores los que hagan la función de las carpetas del finder o explorador.
– Toda actividad de ordenación ha de ser diaria o al menos semanal según horario de colegio, universidad y estudio.
El desorden siempre suele ser un factor que reduce la capacidad de aprendizaje y por eso el tiempo dedicado a clasificar los materiales de estudio es muy productivo.
EL ORDENADOR NO ORDENA, HAY QUE ORDENARLO.
