Salvados. Ya está, objetivo cumplido. ¿Éxito o fracaso?, ¿eufória o decepción? No todo es blanco o negro, pero aunque la permanencia se ha sentenciado perdiendo, tenemos razones para estar contentos y para celebrar, a la vez que ahora que ya sabemos que nos quedamos en la ACB, tenemos muchas cosas que mejorar.
Me sabe muy mal la sensación de descontento que está instalada en la afición, parece mentira que sea la primera vez desde que existe la ACB que un equipo guipuzcoano consigue permanecer en la élite; tenemos una sensación de nuevos ricos, la insatisfacción y descontento de un niño pequeño que tiene demasiados juguetes, pero aún quiere más. Las cosas hay que conseguirlas paso por paso y el que se acaba de dar esta temporada es de gigante, aunque para muchos no sea suficiente con “sólo” salvarnos. Respeto mucho el derecho de cada uno a protestar por el mal juego, pero necesitamos hacer un importante ejercicio de perspectiva y ver lo que cuesta jugar en la ACB.
A la vez que el Bruesa se han salvado otros dos equipos esta jornada, el Cajasol y el MMT Estudiantes, en ambos casos, la sensación de satisfacción en su afición es absoluta, no pasa lo mismo en Gipuzkoa. Y eso que en Sevilla y Madrid hace unos años sus equipos jugaban la final de la ACB, Europa… Y ahora, miren cómo han sufrido y lo contentos que están con la consecución de un objetivo que no es tan asequible como parece. El Cajasol con más presupuesto que el Bruesa y el Estudiantes con una solera inmesamente mayor. Y nosotros, con el morro torcido. No lo acabao de entender.
El sábado estuve en el Estudiantes-Real Madrid y fue para caérsete las lágrimas. Después de la imagen que ofreció el Estu en Illumbe, ¿saben como le recibió la afición? Con una ovación cerrada, seguida de cuarenta minutos sin parar de animar. Los cuarenta había que alzar la voz para hablar con el de al lado. Y luego la fiesta fue total, una afición acostumbrada a Euroliga. Nos queda mucho que aprender. Como mínimo, el próximo partido me pondría de pie de para aplaudir al equipo cuando entre a pista.
Yo creo que hay que diferenciar las cosas. Tenemos que estar satisfechos con la salvación y ser exigentes de cara a la próxima temporada. Después, se va a decir mucho que Salgado nos ha devuelto lo que hace dos años nos quito. Aunque suene muy bonito, yo no estoy de acuerdo. El triple de Salgado en la Casilla no tuvo la culpa de que el equipo acabara perdiendo diez partidos seguidos; lo mismo que el que el base bilbaíno anotó en Zaragoza tampoco es clave para la salvación, que es mérito solamente del GBC; además, con la holgada victoria del Pamesa ante el Murcia ya nos valía (porque Cai y Murcia se enfrentan en la última jornada).
Ahora, estamos salvados a dos jornadas para el final de la liga, algo que yo hubiera firmado antes de comenzar la temporada. Otra cosa es cómo se han conseguido a salvación. Lo mismo que tenemos que estar contentos con la permenencia, no podemos estar satisfechos con el juego que nos ha ofrecido el Bruesa esta temporada, ahí debecomenzar la autocrítica por parte del club.
Para mí el primer error es de cofección de plantilla, demasiados jugadores veteranos. Demasiados. Con un par o tres bastaba y tener más ha causado desequilibros durante toda la campaña. Y no podemos negar la realidad, la apuesta por Marconato ha sido un fracaso a todas luces. Ese dinero parecía destinado a fichar un escolta y acabó siendo para un pívot, a modo de plan B. Aunque no se cómo hubieramos sobre vivido con Doblas, Roe, Hop y un cinco de menor entidad, pero en el puesto de dos ha habido un agujero importante que Isaac López sólo ha podido tapar muy al final.
Yo con quien sería muy exigente y crítico es con la directiva. No se pueden escudar para siempre en el “nosotros hemos obrado el milagro de devolver a Gipuzkoa a la élite” porque una vez que llegas tienes que dar la talla. Si uno de los grandes errores de la temporada ha sido la confección de la plantilla; para mí, otro más flagrante es el no tener un director deportivo y una secretaría técnica con cierto peso específico. Seguir el modelo del Tau está muy bien, pero ni nuestra directiva tiene la experiencia de la de los gasteiztarras, ni mucho menos el que hasta ahora era nuestro presidente, Miguel Santos, tiene los conocemientos del juego ni del entorno profesional del Baloncesto que posee Josean Querejeta. Por mucho que salga siempre a colación sus años de entrenador.
Santos, que ha hecho cosas muy bien y ha sido un gran líder y referente en el camino a la ya consumada permanencia, también ha tenido importantes errores como presidente. Da la sensación de que Santos era un chollo de presidente si eres el entrenador del Bruesa, en mi opinión ha puesto el listón de exigencia demasiado bajo y ha permitido que los técnicos obtengan demasiado poder (un poder que Laso ha gestionado mejor de lo que se hizo antes).
Y esto nos lleva de nuevo al asunto del director deportivo. Una figura que este club necesita para crecer. Otra frase recurrente: “Estamos creciendo como club”, pues no tanto, se han repetido errores de la primera experiencia el ACB y hace falta menos autocomplaciencia de cara al público y un poco más de autocrítica. El otro gran error de Santos fue precisamente vender a principio de temporada que el equipo podía aspirar a estar entre los ocho primeros. Esas palabras desataron la euforia y son la consecuencia de el masivo descontento de la afición, que se personaliza (injustamente) en Pablo Laso. Un poco más de prudencia sí habría demostrado que el club aprende de sus errores y crece, porque así se ha echado al a los leones al entrenador.
Esta bien que se quiera vender ilusión para ver Illumbe lo más lleno posible, pero hay que hacerlo con mesura, porque si vendes que el equipo podía estar arriba, ¿cómo justificas ahora la merecida renovación de Pablo Laso?
Otro tema muy importante, si tanto te importa tu afición y el aspecto de Illumbe, basta de poner partido el domingo al mediodía. Está demostrado que por la tarde la gente acude más a gusto y en mayor medida, ¿o caso esto se hace por un puñado de dólares de la televisión?
Yo creo que si el club quiere decir que está creciendo todos estos aspectos tiene que cuidarlos. Hay cosas muy bien hechas, otras son suceptibles de mejorar enormemente.
Y si la aifición, el club y el equipo tiene que mejorar, también tenemos que hacerlo los periodistas. No tengo nada malo que decir contra mis compañeros que siguen el Bruesa; faltaría más, al contrario, yo no soy quién, todos son grandes periodistas de los que tengo mucho que aprender y de los que saco muchas cosas cada vez que les leo y escucho; pero pienso que a todos nos falta apretar un poco más las clavijas, ser justos pero a la vez un poco más críticos y duros. Yo el primero. No se imaginan los palos que le caen en Madrid a Plaza, pero es otro mundo y sociedades de distinto carácter.
Y después queda examinar a Pablo Laso y al equipo, pero lo de Laso lo vamos a dejar para el miércoles, pues su caso merece un tratamiento minucioso, y a la plantilla le damos hasta el final de temporada para echar un amplio vistazo de su rendimiento.
¿Sobre el partido de Menorca? Nada más allá de que en un partido igualado el que tiene el agua al cuello, si es capaz de templar los nervios, gana. Así sucedió, el ViveMenorca simplemente ha consiguido posponer su defunción y su victoria es justa, ala vez que en absoluto soprendente ni alarmante la derrota de un Bruesa a salvo.
Lo dicho, hay mucho celebrar y razones para estar muy contentos, pero también ha llegado el momento de comenzar a ver cómo podemos mejorar de cara a la próxima temporada. Les espero el miércoles metido de lleno en el espinoso e interesante tema Laso.