Tratar de esquivar el tema Pablo Laso sería tratar de evadir la más candente actualidad acerca del Bruesa GBC. Una vez conseguida la salvación, la preocupación de los aficionados guipuzcoanos gira entorno al futuro y cómo se van a hacer las cosas respecto al mismo, especialmente qué va a pasar con el actual entrenador.

Para quitárnoslo de encima rápidamente, voy a decirlo ya: Pablo Laso va a renovar. Si no lo ha hecho ya. Y si no ha firmado aún, es una mera formalidad lo que queda.

Todos y cada uno de los seguidores del GBC tenemos una opinión sobre Laso, que es el asunto más polémico del club, un tema espinoso, que te obliga a posicionarte (o al menos debería) y sobre el que se puede dialogar largo y tendido. Las discusiones son muy positivas por el hecho de conocer las opiniones de los que sostienen una postura diferente a la tuya, pero la decisión final corresponde al club y me temo que ya está tomada. Y también que por esa decisión los responsables del club serán jugados para bien o para mal.

Existe un dicho muy famoso que se puede escuchar a más de un entranador NBA que dice “Think with the mind, play from the heart“. Creo que para este tipo de casos también es aplicable. El Baloncesto es una pasión, por lo menos para muchos de nosotros, pero antes de comenzar a opinar desde el corazón y las entrañas, hay que echar un vistazo a algunas realidades.

La primera es que Pablo Laso ha cumplido los objetivos que le han sido encomendados las dos temporadas que ha pasado en San Sebastían. La segunda, que hoy en día tiene una parte importante de la opinión pública en su contra. Si hablamos de realidades absolutas no puedo afirmar que sea una mayoría aplastante partiendo de la base de que la masa descontenta es mucho más ruidosa que la parte que lo apoya silenciosamente, pero sí es cierto que la porción disconforme es amplia, no nos engañemos.

La opinión pública tiene una fuerza ilimitada, pero esto nos da paso a otra verdad: Laso ha manejado la presión mucho mejor que Fisac, que acabó cediendo a ella, mientras el gasteiztarra ha prosperado.

Que la afición esté descontenta con su entrenador no nos hace diferentes de los demás; de hecho, todos y cada uno de los siete equipos implicados en la lucha por el descenso han visto cómo sus entrenadores eran cuestionados con mayor (Murcia) o menor (Estudiantes) fuerza. En casi la mitad de los casos (Cajasol, Cai y Menorca), el técnico ha caído y sólo en uno de ellos el cambio se ha traducido en salvación a estas alturas.

El último dato objetivo que voy a enunciar es que el juego de el Bruesa no ha satisfecho a la afición.

Es difícil sostener que el Bruesa ha jugado bien esta temporada. Yo no lo voy a hacer. De hecho, es evidente que el despliegue sobre la cancha del GBC como globalidad ha sido decepcionante. Es el punto más negro del bagaje del equipo y la principal razón de que se pida la cabeza de Laso.

El ataque del equipo durante una gran parte de la temporada ha dado una fuerte impresión de estar a la deriva y es lógico que esto irrite al aficionado, que quiere que su equipo gane, pero además, que juegue bien.

Podemos hablar también de un desequilibrio entre perímetro y pintura, que cuanto más acusado era más se traducía en derrota y también en abuso del triple. Esta falta de balance entre dentro y fuera, unida a que el equipo ha sido inferior físicamente a la mayoría y a que, en consecuencia, no ha podido correr tanto como la temporada pasada, se concreta en que el factor atractivo de la puesta en escena del Bruesa se ha visto muy mermado. Eso es un problema a la hora de tener a tu público contento.

Laso es, en buena parte, responsable de todo esto y las críticas que reciba son justas y merecidas. También la confección del equipo y los errores cometidos en la misma le corresponden. Las palizas en Fuenlabrada, Manresa… Hay argumentos de sobra para los que piden el cambio de técnico. Son problemas importantes con los que no podemos mirar para otro lado y están en el debe de Laso.

Con todo, yo soy partidario de la continuidad de Pablo Laso. En mi opinión es lo mejor para el equipo y para el club. Laso es el principal responsable de todo lo anterior, pero tambén del lado postivo, en el que apenas reparamos. Por ejemplo, el grupo se ha mantenido unido e identificado con el entrenador. Y en la parte decisiva de la temporada el rendimiento ha sido mucho mayor y el equipo ha sacado el carácter, creo que es un mérito que hay que atribuir a Pablo Laso.

Pero el mayor acierto, desde mi punto de vista, ha sido mantener la paciencia y la confianza en el grupo. Creo que Laso ha demostrado un gran personalidad donde otros se derrumbaron. ¿Qué enseñanza sacamos de la lucha por la permanencia esta temporada? Que la estabilidad es algo bueno. Y el Bruesa ha mantenido el tipo con lo que había. Es cierto que uno de los extracomunitarios no ha sido capaz de marcar las diferencias, que la apuesta económica por un jugador interior con nombre no ha funcionado y que el puesto de base ha sido una rémora, pero con todo, el equipo ha salido adelante.

Otra de las razones que me impulsan ha desear la continuidad de Laso es que la fórmula de equipo que se ha trazado desde su llegada ha logrado un poso, se ha asentado y tiene una identidad de grupo. Si te cargas a Laso es probable que el nuevo entrenador no cuente con los jugadores que forman la base del grupo y entonces hay que comenzar de nuevo. Es cierto que con la mayoría de incorporaciones de esta temporada se ha errado; bien, que se arreglen esos errores, pero no hagan que el fallo sea doble perdiendo el background que tanto te ha costado conseguir.

Un cambio de entrenador significa un cambio de filosofía, en consecuencia, empezar de cero y retrasar el tan nombrado crecimiento del equipo. Lo lógico, si has apostado por Laso y desde el club tienes confianza en él, sus adláteres y el trabajo que están realizando. Dejémosles recoger los frutos de lo que han sembrado y si la temporada que viene no podemos ver un resultado satisfactirio, entonces es que realmente las cosas se han hecho mal.

Pero en este momento, justo en los meses que van desde el día que se certificó la salvación y el día que que arranque la próxima temporada, es el tiempo de demostrar ese creciento del que tanto se habla. Un niño sano bien alimentado crece, no le cambiemos la dieta cada semana, veámos si es capaz de pegar el estirón durante el verano y si sus compañeros se sorprenden de su desarrollo al volver al cole. Eso sí, si se queda canijo y raquítico, el endocrino que hemos contratado para que me salga fuertote se va a la calle a patadas.

Un último punto. Si despides a Laso, ¿quién le sustituye? ¿Cuántas opciones reales de un técnico válido hay en el mercado que mejoren lo que tenemos? Pepu, no tenemos dinero. Comas, quizá en los 80 o 90. Casas, no está mal… Me quedo con Laso, se merece la oportunidad. Estamos demasiado concentrados en lo negativo y está demostrado que también tiene muchas virtudes.

Si la decisión fuera mía, no tengo dudas, apuesto por su continuidad. Se la ha ganado y si no le renuevan pienso que estarían cometiendo un error. Eso sí, la exigencia de cara a la próxima debe ser superior. Es obligatorio no sólo un paso adelante en lo que a resultados se refiere, sino también, y sobre todo, en cuanto al juego. Queremos que el equipo juegue mejor.

Pero por encima de todo que nos ilusione. Que dejen de vendernos ilusión, que nos regalen ilusión de una vez por todas.

Y por último, quiero decir bien claro que cesuro esa corriente de dice “si Laso renueva yo me borro”. Yo no me borro. Pase lo que pase. Y el que lo haga está en su pleno derecho, es una decisión respetable y legítima, pero pone en tela de jucio su condición de aficionado del Bruesa, eso cuando menos. ¿Han escuchado alguna vez lo que la Demencia canta a los que se van antes de que partido termine?

Ahora bien, si el descenso de abonos es realmente significativo es que algo se está haciendo mal desde el club.

En lo que a mí respecta, los aspectos positivos que veo en la continuidad de Laso superan a los negativos. Digo esto no estando contento con cómo ha jugado mi equipo esta temporada y satisfecho con el resultado de la salvación. Quiero pensar que la próxima temporada todo va a ser distinto y que no estamos condenados a sufrir cada año, que tarde o temprano salga cruz y volvamos a la LEB. Esto es de lo que realmente tenemos que escapar para asentarnos en la ACB y, quizá algún día, no se cuando, sí que podemos hablar de jugar un Copa del Rey o unos play-off. Ése camino no se puede recorrer en un día, pero para no pararnos o tener que volver al principio, o lo que es peor, retroceder; sino para seguir avanzando, creo firmemente que la decisión correcta es que Pablo Laso siga sujetando el timón.