Doctor en Alaska es uno de los mejores ejemplos de series de calidad en la historia de la televisión, bastante antes de la actual era dorada del medio. Esta serie nos ofrecía unas historias originales y diferentes en un entorno bello, interesante y novedoso, y contaba con una serie de personajes peculiares y sorprendentes que conseguían que pasar una hora en el imaginario pueblo de Cicely, en Alaska, fuera una experiencia televisiva inolvidable digna del mejor gourmet y de la que hoy les vamos a revelar las claves.
Ficha: Doctor en Alaska (Northern Exposure), 110 episodios. Jul 1990- Jul 1995. CBS (USA) La 2 (E).
Sinopsis: Un medico judío de Nueva York, por una serie de casualidades, acaba siendo contratado por un magnate para ejercer de médico en una remota ciudad de Alaska llamada Cicely. El contraste entre su modo de vida urbanita y las peculiaridades de la ciudad de Cicely, así como las dificultades de integrarse en un entorno salvaje como el de Alaska, son la base sobre las que desarrolla la serie.
Los títulos de crédito de la serie son una maravilla, con el alce paseando por la ciudad con la música original de David Schwartz. Hay que comentar que el alce no es un animal domesticable, y para filmar la escena cerraron la ciudad donde filmaban, Roslyn en el estado de Washington, y guiaron al alce con comida y filmaron lo que pudieron, con este resultado:
El inicio: El año 1990, los productores Joshua Brand y John Falsey (abajo en la foto), creadores de dos grandes series multipremiadas como ‘St Elsewhere’ y ‘Un Año en la Vida’, propusieron a la cadena CBS una serie de ocho capítulos para emitir durante los meses de verano a cambio de tener una completad libertad para crear un producto nuevo, experimental y diferente que se vería durante los meses de julio y agosto, cuando la audiencia bajaba mucho y casi todo son reposiciones.
Debido a su reputación, la CBS les dio carta blanca y el resultado fue el programa cuyo titulo original es Northern Exposure (cuya traducción literal seria Exposición al Norte o norteña) y que en España se tradujo como Doctor en Alaska, y que en otros paises cada uno lo tradujo como Dios le dió a entender ( ‘Bienvenue en Alaska’ en Francia, ‘Un medico tra gli orsi’ en Italia, etc.)
Los ocho primeros capítulos arrasaron con la crítica y sobre todo en la audiencia al fidelizar todo el publico que buscaba alguna serie nueva en verano entre tanta reposición. La cadena encargó siete episodios más para la primavera siguiente y los emitió en abril y mayo, con unas audiencias excelentes, lo que le ganó un sitio en la programación regular de la cadena para la temporada 1991-1992, en horario estelar, y ganó el Emmy a la mejor serie dramática del año 1992, aunque sus productores al recoger el premio, insistieron en que era una comedia.
La trama: En los primeros episodios la serie se basaba casi exclusivamente en las aventuras del Dr. Fleischman, trasplantado de su Nueva York natal a un lugar remoto de la naturaleza, el pueblo de Cicely (Alaska), y su total incapacidad de adaptarse al entorno salvaje que rodeaba la ciudad. Las situaciones que se encontraba provocaban una continua hilaridad y los habitantes del pueblo lo observaban entre asombrados y estupefactos, intentando integrarle en la vida social local. El vídeo es un buen ejemplo de los primeros episodios de la serie, ilustrativo de los problemas del doctor en su nuevo entorno:
En los primeros episodios empezó a desarrollarse una de las tramas centrales de la serie, la relación amor-odio entre el Dr. Flesichman y su casera, una atractiva aviadora llamada Maggie O’Connell, con la que discutía continuamente por sus divergencias en casi todas las cosas. Por supuesto, como pueden suponerse a lo largo de los años, la relación fue evolucionando hacia temas más románticos, aunque siempre con muchos altibajos. El vídeo muestra una de las discusiones al principio de la serie:
El pueblo estaba habitado por una serie de personajes pintorescos, que por una u otra razón acabaron en ese lugar perdido del mundo. Uno de los grandes aciertos de la serie fue la evolución de estos personajes secundarios, que pasaron de ser un simple apoyo a la pareja protagonista a convertirse en una autentica serie coral, donde todos tenían su parte importante. La galería de personajes era realmente especial, había el magnate del pueblo, un ex– astronauta decidido a convertir Cicely en una metrópolis; el propietario del bar, un sexagenario casado con una veinteañera que había venido al pueblo para casarse con el magnate; un chico para todo, amante del cine clásico y cuyo sueño es dirigir películas; el locutor de radio, un espíritu libre además de ser un creador artístico conceptual que desarrollaba unas ideas realmente interesantes, como el entierro que pueden ver en este vídeo:
Sin olvidar a la dueña de la tienda, una anciana entrañable y a una de mis preferidas, la recepcionista del doctor, una nativa americana, que hacía lo que le daba la gana, sacando de sus casillas al pobre doctor continuamente, con su seriedad y frases cortantes.
El reparto completo de la serie lo tienen en esta foto.
No me equivoco al afirmar que Cicely destilaba magia en muchos momentos, y las propuestas sociales que mantenían a la comunidad unida en forma de perfomances artísticas, deportes disparatados o tradiciones excéntricas, eran de las mejores escenas de toda la serie, porque la unión del pueblo venía a través de la colaboración de sus miembros, sin juzgar las cosas, sino participando.
Aquí tienen un ejemplo de otro de los proyectos artísticos que unían a la comunidad, un proyecto de iluminación nocturna:
La sorpresa era una constante en todos los episodios, que nos llevaban a recreaciones de la creación del pueblo de Cicely en el siglo XIX, cuando los rusos vendieron Alaska a los USA, visitas inesperadas de personajes importantes y a todo tipo de historias, que en cualquier otro lugar podrían parecer absurdas y disparatadas, pero que en Cicely encajaban perfectamente con la idiosincracia de los habitantes del pueblo.
En la cuarta temporada se unió a la serie como productor ejecutivo el ahora idolatrado David Chase, que venia de trabajar con Brand y Falsey en otra gran serie que fue cancelada llamada ‘I’ll Fly Away’ ( Tiempo de Recuerdos) y que al finalizar Doctor en Alaska creó ‘Los Soprano’. Chase fue el responsable de las dos últimas temporadas y de resolver los problemas que surgieron y de los que hablaremos en el capitulo del final de la serie.
Los actores: Los dos actores principales de la serie fueron Rob Morrow como el Dr. Fleischman y Janine Turner como la aviadora Maggie McConnell, a los que pueden ver en esta foto.
Morrow, con 28 años, consiguió su primer papel importante y seguramente el mejor de su carrera como el doctor urbanita transplantado en medio de la naturaleza, y fue una de las claves del éxito de la serie. Morrow hizo una gran creación del personaje, mostrando sus ganas de integrarse en el entorno, pero que chocaban con su necesidad vital de volver a sus raíces neoyorquinas. Morrow evolucionó con su personaje a medida que la serie avanzaba, pero sus problemas contractuales que desembocaron en su salida fueron la puntilla para la serie.
Su carrera posterior ha sido sólida, con películas como ‘El Dilema’ y series como ‘Numbers’, que le han mantenido en el candelero de los actores televisivos.
La tejana Janine Turner, después de deambular varios años por Hollywood, consiguió por fin destacar en esta serie. No tenía un papel sencillo: representar a una aviadora independiente y fuerte en un entorno duro y bastante machista. Sus continuos roces y choques con el Dr. Fleischman eran la salsa de la serie, relación que evolucionó hacia terrenos más personales con el devenir de los años. Turner realizo la interpretación de su vida. Su carrera posterior ha sido irrelevante y hace diez años volvió a su Texas natal, donde sólo se puede destacar su participación en ocho capítulos de la maravillosa ‘Friday Light Nights’ (rodada en Texas), aunque en un papel secundario como esposa del millonario que quiere imponer a su hijo en el equipo.
Otro de los mejores papeles de la serie era el del locutor de radio y creador artístico Chris Stevens, interpretado por John Corbett. Su papel era lucido e inteligente, recitando poesía y hablando de filosofía en sus monólogos radiofónicos, que no parecían lógicos para un pueblo remoto de Alaska, pero ahí radicaba el encanto de su personaje. Por otro lado, sus perfomances artísticas, de las que han podido ver algún ejemplo en los vídeos, eran un soplo de aire fresco en el devenir cotidiano del pueblo y otro de los puntos fuertes de la serie.
John Corbett, ha seguido actuando con regularidad alternando grandes éxitos cinematográficos como Mi Gran Boda Griega con series televisivas como Sexo en Nuevo York, Estados Unidos de Tara o en la actualidad Parenthood.
Otra pareja interesante era la formada por el anciano propietario del bar del pueblo Holling con su joven mujer Shelly, la diferencia de edad no era óbice para que formaran una buena pareja, y ser los animadores del centro de reunión del pueblo, luchando contra el odio soterrado del cacique del pueblo Maurice Minnifield (interpretado por Barry Corbin), que fue el que trajo la chica al pueblo. John Cullum (Holling) es un reputado actor teatral de Broadway, ganador de dos Tonys (los Oscars teatrales), y aporta toda su experiencia para mostrar su enamoramiento y cuidado de su mujer a pesar de los años que le lleva.
Cynthia Geary (Shelly) hizo su único papel importante en esta serie y se retiró a vivir al estado de Washington, pocos años después de finalizar la serie.
Uno de los personajes mas excéntricos de la serie era el chico para todo Ed Chigliak, apasionado por el cine. Darren E. Burrows encarnaba a un personaje sorprendente, capaz de cualquier cosa con una gran candidez, pero su carrera posterior como la mayoría de sus compañeros quedó marcada por esta serie, y no ha conseguido ningún papel destacable a posteriori.
Por último, vamos a mencionar a la recepcionista del doctor, Marylin, una mujer de pocas palabras que se autocontrata y ayuda al doctor a entender los problemas de sus pacientes. El papel fue a parar a una nativa india de la zona, la actriz aficionada Elaine Miles, que pasó de tener un papel minúsculo a ser otra de las piedras angulares de la serie.
El final: A partir de la cuarta temporada Rob Morrow empezó a reclamar un aumento de sueldo, ya que consideraba que el éxito de la serie le hacia merecedor de más dinero. No hay que olvidar que en el arranque de la serie ni los propios actores creían en ella y firmaron contratos largos con sueldos bajos, porque no creían que se cumplirían.
Las demandas de Morrow no fueron atendidas por los productores, que empezaron a reducir su papel en la serie, dando más protagonismo a los secundarios. Hasta que a mediados de la sexta temporada decidieron enviar a su personaje a una reserva india, más perdida dentro de Alaska, y para sustituirle trajeron a una pareja de doctores, con los que se intentaba iniciar un nuevo proceso de adaptación.
Los seguidores de la serie rechazaron el cambio de plano y con razón, puesto que la química existente entre los personajes se rompió con la partida del doctor y el matrimonio de doctores no daba la talla. Por ello las audiencias se desplomaron y al final de la sexta temporada dejaron de emitir los ultimos capítulos, que fueron ‘quemados’ durante el mes de julio cancelando la serie sin un capítulo final especial, pero con las audiencias por los suelos.
No es un caso en que echara de menos un final específico, porque el tipo de trama de la vida de un pueblo tampoco tenía grandes problemas a resolver con un gran final, pero siempre es más agradable cerrar las cosas con algo de orden que no acabar con un capítulo cualquiera. Por eso, es el único pero que le puedo poner a una serie tan brillante.
Anécdotas: En este caso me van a permitir que les explique una anécdota personal concerniente a la serie ya que en el año 1997, cuando estaba de viaje por el noroeste de los USA, me enteré que los exteriores de la serie se rodaban en las cercanías de Seattle en un pueblo situado a ochenta kilómetros, llamado Roslyn. Dicho y hecho, cogimos el coche (iba con mi mujer) y nos fuimos a visitar Roslyn. Les puedo asegurar que fue una experiencia inolvidable, porque el pueblo es exactamente igual que la serie, sin apenas retoques, con las mismas tiendas y comercios. Mi lugar preferido era la pared del café, exactamente como en la serie. Aquí tienen mi foto del café.
Por supuesto, me compré en el pueblo una camiseta de la serie, que aún conservo, y aunque no soy nada mitómano tengo que reconocer que es la única vez que me he dejado llevar por estos sentimientos, y no me arrepiento en absoluto.
Para finalizar, les invito a ver este vídeo que es una autentica rareza a cargo del grupo zaragozano ‘Telephunken’, que hicieron esta magnífica versión de la sintonía de la serie a la que llamaron ‘Calor en Alaska’. La parte más conocida de la sintonía empieza hacia el primer minuto del vídeo:
Doctor en Alaska, una serie original y brillante, que demuestra que si se tienen ideas y tiempo para desarrollarlas, el resultado supera todas las expectativas probando que entretenimiento y alta calidad no son incompatibles. Si no la han visto, pónganla en sus deberes televisivos y pasaran unos grandes momentos visitando Cicely.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.
Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino