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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Everybody Loves Raymond: Cuando la brillantez se pierde en el paso del océano

Una de las mayores incógnitas que tienen las cadenas de nuestro país cuando adquieren alguna serie estadounidense de gran éxito, especialmente en el campo de la comedia, es saber como nuestras audiencias van a responder frente a esa determinada propuesta humorística.

En general los grandes éxitos de la comedia estadounidense funcionan al mismo nivel en nuestro país, y ejemplos desde Cheers hasta las recientes The Big Bang Theory o Modern Family, pasando por clásicos como Friends, Frasier o El Principe de Bel-Air, son la mejor demostración de esa tendencia.

Pero de vez en cuando se producen sorpresas en sentido negativo, cuando comedias que son enormes éxitos de audiencia y multinominadas y multiganadoras de los premios Emmy, pasan completamente desapercibidas ( inclúyanme en ese grupo de escépticos) en su emisión en nuestro país, quedando postergadas tanto en las parrillas televisivas como en los gustos de la audiencia.

El mejor ejemplo de este fenómeno de desaparición de su fama al traspasar el océano lo tenemos en la serie que les vamos a recordar hoy “Everybody Loves Raymond” que se estrenó en nuestro país como “Todo el mundo quiere a Raymond” y que fue dando tumbos por la programación de diversas cadenas, ante el escaso eco que tenía por las razones que vamos a esgrimirles en el presente articulo.

Ficha: Everybody Loves Raymond ( Todo el Mundo quiere a Raymond) 210 episodios.   Sep 1996- May 2005 CBS (USA) La 1/ La 2 / Antena 3 (E)
Sinopsis: La serie nos muestra la vida de Ray Barone, un periodista deportivo , casado y con tres hijos y las relaciones de su familia con sus padres que viven al otro lado de la calle en un suburbio de Nueva Jersey y con su hermano, un oficial de policía divorciado y que siempre aparece por su casa junto con sus padres.

El inicio: Ray Romano ( der) era un monologuista de cierto éxito, que llevaba cierto tiempo intentando entrar en el campo de la comedia televisiva ayudado por su amigo David Letterman, que le cedía bastante tiempo en su programa nocturno de la CBS, con vistas a propiciar el interés de la cadena por su persona.

Para crear el programa, Romano buscó un guionista con el que tuviera experiencias comunes para poder plasmar en la serie y encontró a un guionista con experiencia en la famosa serie Coach , Phil Rosenthal ( centro) , con el que conectó rápidamente para comenzar el proceso creativo de la serie

Los dos desarrollaron el concepto de la serie, basado principalmente en las experiencias personales de Ray Romano, casado y con tres hijos (dos gemelos y una hija) en la vida real, trasladando ese núcleo familiar a la premisa de la serie e introduciendo en el guión las vivencias tanto suyas como de Rosenthal y del resto de los guionistas.

La CBS, aprobó la serie, pero no tenía mucha confianza en ella y la programó en uno de los peores lugares de la parrilla el viernes a las 8:30, una hora criminal para casi todas las series. Las criticas iniciales fueron insípidas sin cebarse con ella pero tampoco destacándola, y las audiencias aunque bajas, por lo menos eran fieles y volvían cada semana.

Su cabecera era original y explicaba a grandes rasgos, la historia de Ray Barone y su familia de una forma poco convencional ya que pasaban por detrás en una cinta transportadora.

El cielo se les abrió cuando a mitad de temporada, la cadena CBS decidió tapar un hueco de su programación de un día como el lunes, con un periodo de prueba de esta serie, y la apuesta surtió un efecto inmediato, doblando su audiencia el primer día de su nuevo horario y lo que es mas importante incrementándola todas las semanas posteriores, lo que le valió un puesto seguro en la parrilla en las temporadas venideras, convirtiéndose poco a poco en un gran hit con una presencia continua en el Top 10 de audiencias durante el resto de su trayectoria.

La trama:
La serie tenía una estructura de las sitcoms clásicas de toda la vida basadas en una estructura familiar con sus miembros lanzándose pullas cariñosamente pero continuamente, a pesar del aprecio que en el fondo todos se tienen entre ellos, esquema parecido a serie míticas como “All in the Family” o “Las chicas de Oro”.

En este caso la comicidad se basa en los diferentes rasgos de los cinco personajes principales, que daban pie a todo tipo de situaciones cómicas, basadas en el viejo esquema de todos contra todos, pero para acabar todos abrazados.

El centro de la trama era el personaje de Ray Barone, un periodista que en su casa se ve siempre en medio del fuego cruzado del resto de los miembros de su familia y que su incapacidad manifiesta de tomar partido por alguien, no hace mas que aumentar las hostilidades de los miembros de la familia hacia su persona, en especial la de su mujer Debra.

Debra es una abnegada ama de casa que cuida de todos y cría a sus tres hijos, pero a la que la actitud pusilánime de su marido que no da un palo al agua en la casa y sobre todo las intromisiones continuas de su suegra, la sacan continuamente de quicio, lo que suele pagar su marido casi siempre. A pesar de todo, quiere mucho a su marido pero los contrastes de pasión entre ambos dan lugar a gags brillantes como este, sobre la diferencia de su enfoque de una noche sexual.

La madre de Ray, Marie, es la típica matriarca de una familia italoamericana, controladora, manipuladora y obsesiva en proteger a su hijo preferido de todo, sobre todo de su mujer, entrometiéndose continuamente en la vida de sus hijos y nietos como muestra la divertida cabecera de la cuarta temporada de la serie, un buen gag que explica el tipo de relación que tienen.

El marido de Marie, Frank, es un librero jubilado que a pesar de ser una machista recalcitrante, siempre ha vivido a la sombra de su mujer sin atreverse a llevarle la contraria en ningún momento, al igual que su otro hijo Robert que completa el elenco principal, como un oficial de policía divorciado que siempre se ha sentido como el hijo inferior y algo resentido por el trato de favor que sus padres siempre han dispensado a su hermano Ray.

Los tres hijos de la familia, no juegan ningún papel importante en las tramas, siendo meramente episódicos en la mayoría de los capítulos, aunque de vez en cuando conseguían algún momento brillante, como en esta escena en la que uno de los gemelos lee una redacción en la que describe la realidad de su familia, como hacen los niños y los borrachos, diciendo toda la verdad, ante la vergüenza de sus progenitores y abuelos presentes en la lectura

Los episodios solían girar en torno a una situación sin aparente importancia que era aprovechada por los miembros de la familia para lanzarse sus pullas habituales fustigando las debilidades de los demás, llegando a mostrar grandes enfados como pueden ver en el vídeo siguiente en el que las mujeres de la familia intentan hacer que sus hombres tengan hábitos mas saludables de comida. Pero para ello, recurren a uno de los gags clásicos de los episodios de Acción de Gracias, el pavo de tofu, que provoca las reacciones esperadas entre los machos alfa familiares.

El esquema de la serie permaneció casi inalterable durante las nueve temporadas que se mantuvo en antena, con historias sencillas sacadas de la vida real, pero con gran estabilidad familiar y donde los únicos cambios venían dados por las novias del hermano divorciado que eran la única fuente de ligeros cambios en el reparto.

Mi relación ha sido de las mas desconcertantes que he tenido con una comedia, ya que generalmente suelo disfrutar sin mayores problemas de los grandes éxitos de la comedia estadounidense, y mas en este caso con un elenco de actores, en especial los secundarios, de gran nivel , que me hacían esperar lo mejor en su estreno en nuestro país en TVE.

Pero en ningún momento conseguí conectar con la serie, teniendo mi principal problema con el personaje central el de Ray Barone, que nunca me acabó de convencer ni el actor ni el personaje que se me hizo muy cargante desde el principio, con su forma de ser tan meliflua y blandengue.

Seguí viéndola durante dos o tres años, pero en ningún momento me pareció que estaba al nivel de las series a las que batía en los premios de la industria, por previsible y demasiado clásica para mis gustos en esa época, por lo que deje de verla bastante rápidamente.

Siempre la considere una comedia mas que correcta, sobre todo gracias a la calidad de los actores (excepto el principal), pero las situaciones me recordaban mas a las comedias que veía en mi juventud de los años setenta, que a algo mas evolucionado del siglo XXI y nunca consiguió hacerse ni un pequeño hueco en mis preferencias personales por ese aroma de “deja vu”, que me volvía a la mente, cada vez que la revisaba cuando pillaba algún episodio suelto por esos mundos de Dios.

Curiosamente, mi reacción personal frente a la serie fue bastante mas generalizada en nuestro país de lo que me podía pensar y las nulas menciones que veo de la misma en las redes sociales, cuando entran en discusiones bizantinas sobre las mejores sitcoms o las mas recordadas, me hacen pensar que aquí no pasó de ser una serie para rellenar horas muertas de programación, sin llegar siquiera al status de serie de culto.

Pero como ya les he indicado en mas de una ocasión, mis gustos personales no tienen que influir en mis recomendaciones y la enorme popularidad que tuvo en los EUA, donde ganó dos veces el premio a la mejor comedia en su séptima y en su última temporada, venciendo a series con mas prestigio actual como Friends, Larry David, Arrested Development o Will & Grace, indica que debe tener algo que yo no supe captar pero ustedes a lo mejor si. Todo es cuestión de probarlo

Los actores:
Ray Romano es la estrella, creador y protagonista absoluto de la serie y su apreciación de la serie dependerá directamente del nivel de aceptación de su personaje que se ha convertido en una autentica celebridad en medio mundo ganando el Emmy al mejor actor en una ocasión. No voy a repetir mis razones ya esgrimidas para valorar su personaje y su actuación, excepto confirmar que para mi era el mas flojo del reparto y de lejos.

Sus trabajos posteriores me han dejado tan frio como el principal y eso que estaba en una serie ten interesante como “Men of Certain age”, donde volvía a chirriarme y luego ha aparecido en varias temporadas de Parenthood, donde tampoco ha conseguido mejorar mi estima.

En cambio la que estaba magnifica era Patricia Heaton que interpretaba a su mujer Debra, una actriz desconocida cuando fue elegida para hacer un ama de casa harta de estar sola y sin ayuda al frente de la familia y que al cabo de los años se convirtió en una especie de ama de casa de América, siendo nominada en siete ocasiones a mejor actriz de comedia y siendo la primera del reparto en ganar la codiciada estatuilla el año 2000

Tras un fracaso en una serie ambiciosa junto a Ted Danson como “Back to You”, Heaton, volvió a dar en la diana con un papel de otra ama de casa en un registro parecido en una de las grandes comedias actuales “The Middle”, que la confirma como una actriz ideal para este tipo de papeles.

La pareja de padres de Ray, fue a parar a dos grandes nombres de Hollywood, que son capaces de sacar petroleo de cualquier papel, como es el caso de Doris Roberts, la inolvidable secretaria Mildred de “Remington Steele”, y el fabuloso Peter Boyle que para mí siempre será el monstruo de “El Jovencito Frankestein” y su papel de estrella invitada en uno de los mejores episodios de Expediente X ( Clyde Bruckman’s final repose) que le valió su único Emmy en su larguísima carrera que finalizó con su muerte en 2006 poco después de acabar con la serie.

Ambos veteranos estaban inmaculados en sus papeles, y en especial fueron los que sostuvieron las serie en sus dos primeras temporadas, cuando la cosa no acababa de arrancar y eran los que tenían las mejores frases punzantes, que le proporcionaron a Roberts nada menos que cuatro Emmys por este papel, actriz que a sus 89 años sigue en activo con pequeñas apariciones en cine y televisión.

Brad Garrett era un monologuista que sobrevivía poniendo voces en dibujos animados, hasta que consiguió el papel de Robert Barone que es el que le lanzó a la fama. Su gran altura y envergadura y su aspecto bonachón siempre a la sombra de su hermano, le valieron tres premios Emmys, aunque su personaje tampoco era de mis preferidos en la serie, por ese lado tontorrón que se me hacia algo pesado con el paso del tiempo

Su fama gracias a la serie, le ha permitido tener una buena carrera posterior, protagonizando relativos éxitos en sitcoms, como “Till Death” o fracasos como “How to live with my parents”, pero su popularidad resta intacta apareciendo en un papel muy alejado de su registro habitual en la gran “Fargo”.

El final: La serie ha sido uno de los mejores ejemplos de ir de menos a mas en su trayectoria, remontando desde el lugar 81 de las audiencias en su 1T, rozando el farolillo rojo, hasta su puesto inamovible en el Top 12 desde su tercera temporada.

Las razones de este crecimiento continua, se deben principalmente a que la gente iba conociendo mejor a los personajes y se sentía mucho mas cómoda con ellos, con el paso del tiempo, ya que al carecer de una premisa rompedora de las que enganchan, pero que saturan con la misma rapidez, pudo hacer evolucionar a sus caracteres que iban ganado en popularidad a cada temporada, algo muy difícil en el mundo de la televisión.

Por ello la sorpresa vino para todo el mundo cuando a principios de la novena temporada, su creador Phil Rosenthal y Ray Romano, anunciaron que iba a ser la última, básicamente por agotamiento creativo y falta de ideas y por querer irse en la cresta de la ola y no vagar en piloto automático hasta ser cancelados.

El episodio final tuvo la inteligencia de ser un episodio especial pero sin pasarse, que podría pasar perfectamente por otro episodio de la serie, pero con una trama algo mas elaborada y con mas incertidumbre, que básicamente servía para despedir a esos personajes con los que mucha gente había pasado muchos años de la mejor manera posible, con la vida continuando como siempre, siendo publicitado con la siguiente promoción.

Tanto el guión del episodio  final como la serie ganaron el Emmy en 2005 el año de su despedida, como una especie de homenaje póstumo de la industria a una serie que era idolatrada por muchas personas.

Epilogo:
La serie ha sido objeto de remake en muchos países ( Polonia, Italia, Egipto, Países Bajos), pero su adaptación rusa llevo a su creador hasta Moscu, para controlar los detalles de la misma en una experiencia que desarrolló en el documental “Exporting Raymond”, sobre su experiencia rusa y cuyo trailer pueden ver a continuación

Por último mencionar un trágico hecho sucedido hace escasamente dos semanas cuando uno de los actores gemelos que hacían de los hijos de Ray Barone, Sawyer Sweeten, se suicidó con escasos diecinueve años, con la convulsión que causó a sus antiguos compañeros de reparto que pueden ver en el siguiente vídeo

Los dos hechos que acabo de mencionar y el escaso eco que ambos han tenido en nuestro país, donde nos apuntamos a un remake de lo que sea y las redes sociales son un ente multiplicador de cualquier noticia televisiva por nimia y pueril que parezca y la mayoría lo son, muestran la poca relevancia a nivel de fama y prestigio que una serie idolatrada en los EUA, ha gozado en nuestro país, cosa extraña por otra parte.

En esta ocasión ha quedado clara mi postura y no voy a proclamar mi incomprensión frente a semejante olvido, pero si usted piensa lo contrario no dude en expresar sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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