Los viajes en el tiempo siempre han tenido un gran atractivo tanto para las audiencias como para los creadores por esa libertad que tienen de desarrollar realidades paralelas ideales para contrastar los comportamientos de diferentes generaciones, pero muy pocas lo han hecho con la maestría y la clase de ‘Life On Mars’, la recordada serie británica que va a ocupar nuestro espacio del recuerdo de este viernes.
En este caso, la utilización reducida y muy concreta de la hipótesis viajera permite un desarrollo profundo de todos los personajes, sin perderse en bucles y saltos temporales más allá de lo necesario para cumplir con la premisa inicial, manteniendo esa coherencia hasta el final de la historia que duró apenas dos temporadas. Por desgracia la serie se pudo ver inicialmente en España lamentablemente mutilada por el canal Nitro, que cortaba diez minutos de cada episodio por el morro, sin explicación alguna.
A pesar de su corta duración, la serie ha tenido una enorme influencia televisiva, desde la directa con una secuela y un buen numero de remakes, hasta la indirecta en series como ‘El Ministerio del Tiempo’ , siendo recordada con gran cariño por toda la gente que la ha visto, plácidamente instalada en un estatus de serie popular y de culto, en el que va a estar por el resto de sus días.
Ficha: Life on Mars 16 ep 60 min Ene 2006-Abr 2007 Cadena: BBC (UK) -Nitro (E)
Sinopsis: Sam Tyler es un detective jefe de la policía de Manchester que en el transcurso de una investigación policial en 2006 sufre un gravísimo accidente de tráfico por el que despierta sin saber cómo en el Manchester de 1973, también como policía pero con el rango de detective.
Desubicado y completamente desorientado, Sam intenta adaptarse a sus nuevas circunstancias tanto personales como laborales mientras intenta descubrir la forma de volver a su época original, lo que no le va a resultar nada sencillo.
El inicio: La idea inicial de la serie surgió en 1998 cuando dos jóvenes guionistas Ashley Pharoah ( izq) y Matthew Graham (der), que se conocieron trabajando en el venerable culebrón que sigue siendo ‘EastEnders’ , fueron enviados por la productora Kudos, a una especie de retiro espiritual para crear alguna serie novedosa para proponer a la BBC.
Ambos crearon el embrión de la serie que tenía el titulo original de ‘Ford Granada ‘ en honor al vehículo que llevaba el protagonista y estaba enfocada desde un punto de vista humorístico para reírse de los contrastes entre los modos y actitudes de los setenta y los de final de siglo.
La idea fue rechazada por los ejecutivos de la BBC, que no le vieron recorrido a ese planteamiento, lo que llevó a la entrada en el equipo de Tony Jordan (foto inf) que había sido el jefe de ambos de ‘EastEnders’ para darle una vuelta al argumento, a petición del Channel 4 que podía estar interesado en la idea.
A pesar de los cambios que se iban realizando, la serie nunca recibió la aprobación de la BBC, hasta que en 2005, la directora de BBC Gales se interesó finalmente por esa idea que venía dando vueltas durante seis años y les realizó el encargo al trío de guionistas para una primera temporada de ocho episodios.
Su estreno en pleno mes de Enero de 2006, no despertó inicialmente mucha expectación, pero las buenas críticas y la buena acogida de los espectadores hicieron que la serie se convirtiera poco a poco en un éxito inesperado tras su gestación tan larga y complicada, lo que les valió una rápida renovación para una 2T que ya levantó una gran expectación por aquel entonces.
En el primer vídeo pueden ver la magnifica cabecera de la serie con el resumen, la premisa y la presentación de todos los protagonistas de una forma muy elegante.
La trama: ‘Life on Mars’ juega claramente desde el principio con el concepto del ‘pez fuera del agua’ pero utilizándolo desde el punto de vista de la anacronía temporal, con una persona que dispone de todos los conocimientos actuales y que es enviada treinta y cinco años atrás en el tiempo, de forma inexplicable para ver como se desenvuelve en un tiempo y época distintos.
La serie no pierde mucho el tiempo en explicar sus circunstancias actuales y casi en la primera escena, planta la premisa inicial con el accidente que pueden ver a continuación
Automáticamente al despertarse, nuestro protagonista Sam Tyler es consciente de que las cosas no son como deberían ser como muestra en estos primeros momentos tras el accidente.
Tras esta presentación inicial, nos muestra los enormes contrastes y cambios que hemos tenido en esas tres décadas, centrándose sobre todo en los procedimientos policiales, muy alejados de las garantías procesales actuales.
De esta forma vemos como el pobre Sam, debe asistir a practicas policiales violentas y coercitivas que creía eliminadas, pero que son el pan de cada día para sus nuevos compañeros y en especial de su jefe Gene Hunt un detective de la vieja escuela que no duda en hacer lo que sea para extraer una confesión, aunque sea la persona equivocada.
La serie tiene dos ejes principales, por un lado el hilo conductor de los intentos de Sam para entender lo que le ha sucedido y poder regresar a su tiempo, mientras que se debe enfrentar a casos policiales semanales que son autoconclusivos y que permiten ir progresando al personaje dentro del nuevo mundo en el que se encuentra.
Su principal fuente de conflicto es el encaje dentro del departamento de policía, donde le explican que ha sido trasladado desde la comisaria suburbana de Hyde a las afueras de Manchester. Pronto establece una dinámica de choque continuo con su jefe Gene Hunt, tanto en el trato personal como en el profesional cuando el pobre Sam Tyler intenta utilizar técnicas de investigación que estaban en pañales o simplemente no existían ante la perplejidad de sus compañeros.
El resto de los compañeros oscilan entre la animadversión directa del inspector brutote de turno, hasta la comprensión de una agente femenina que es la única persona que al sufrir en sus carnes la discriminación machista, intenta entender las razones del comportamiento tan extraño del nuevo detective, pasando por la ingenuidad del novato de la comisaria, más abierto a aprender cosas nuevas del recién llegado.
Los métodos expeditivos y los contrastes sociales son los motores que hacen avanzar la historia trufada con los conflictos entre los miembros de la comisaria, como en este vídeo, donde en tono jocoso llevan una televisión confiscada a un pub ante la sorpresa de todos los parroquianos.
La serie va alternando en muchos momentos los elementos dramáticos con otros muchos más ligeros y livianos como esta fiesta en la comisaria de los últimos episodios de la serie, donde se desmadran más de lo necesario.
Una de sus grandes virtudes es su inmersión total en la cultura pop de los años setenta gracias a una banda sonora donde suenan canciones tanto de David Bowie como la que da título a la serie, como de muchos otros artistas de la época, incluyendo interacciones de nuestro protagonista con personajes famosos de la época como el cantante Marc Bolan de T-Rex, al que intenta avisarle de su trágico destino en el siguiente vídeo.
Los temas que trataban en los casos semanales estaban plenamente integrados en la realidad de los años setenta de Manchester, como la rivalidad deportiva de los equipos de la ciudad, el racismo y el machismo que imperaba en la época.
Uno de los motivos de bromas más recurrentes era cuando el jefe pronunciaba alguna frase sobre el futuro en la que erraba completamente su predicción, como cuando dice tras una mención de Sam a una joven Margaret Thatcher, ‘Nunca habrá una mujer que sea primer ministro de Gran Bretaña, mientras yo tenga un agujero en el culo’.
No podía faltar alguna persecución policial con coches de la época, como la que pueden ver en el siguiente vídeo
‘Life on Mars’ fue una serie que se me traspapeló en su momento, porque cuando llegó a España de la mano de Antena 3 que la envió a su canal Nitro, no se les ocurrió otra cosa que hacer un montaje creativo por su cuenta para encajarla en los 50 minutos que necesitaban para meter sus cuñas publicitarias que en el fondo es lo único que les importaba.
De esta manera cortaron por lo sano diez minutos de cada episodio, a menudo de forma aleatoria, por lo que tras ver semejante salvajada durante dos episodios que no tenían ni pies ni cabeza decidí abandonarla de forma inmediata.
Nunca he podido entender las razones de comprar un producto cultural para mutilarlo posteriormente porque no te convence lo que has comprado y lo vas a ‘mejorar’ con tu ‘aportación’, pero pocos casos he visto más denunciables que los impresentables de Nitro, por lo que celebré bastante cuando decidieron cerrar semejante chiringuito de inmundicia cultural, que se hacía llamar cadena.
Finalmente este año, me he decidido a recuperarla y tengo que reconocer que sigue siendo la maravilla que preconizaban y me perdí en su momento, pero por lo menos puedo asegurar que sigue completamente vigente y muy por encima de muchas de las nuevas propuestas que se quedan muy lejos de la complicidad de unos actores y unos guionistas en estado de gracia de principio a fin.
Conseguir un equilibrio entre los elementos fantásticos y los procedimentales policiales no es un tema nada evidente y en ‘Life on Mars’ lo hacen con matricula de honor, como prueba su gran influencia posterior en muchas series de corte similar.
Me he reído, me he emocionado y sobre todo me han entretenido las tribulaciones de Sam Tyler en su inesperado viaje al pasado, por lo que la recomiendo efusivamente a todos ustedes que disfruten con este tipo de series de alta gama provenientes de la BBC británica.
Los actores:
John Simm es uno de los actores ingleses más importantes de los últimos veinte años, desde que a finales del siglo pasado, decidió aparcar su carrera de guitarrista musical para centrarse en la actuación. Empezó con la serie ‘Cracker’ a la que siguió posteriormente ‘State of Play’. Su personaje de Sam Tyler es el que le ha hecho más conocido gracias a su magnífica interpretación, cálida y cercana que nos hacía identificarnos en todo momento con sus problemas temporales.
Tras la serie ha ido trabajando a diestro y siniestro, consiguiendo el estatus de anunciar ‘una serie de John Simm’ para cualquiera de las tres o cuatro miniseries en las que aparece cada año. En cambio sus incursiones al otro lado del océano en cosas como ‘The Catch’ o ‘ Intruders’, no le han reportado más fama que dinero. Trabaja sin parar ya que por ejemplo este año ya le hemos visto en dos miniseries, ‘Trauma’ y ‘Collateral’ muy por encima de los personajes que le han tocado en suerte.
El complemento de John Simm es Philip Glenister otra de las fieras escénicas británicas que en esta ocasión interpretaba al brutote entrañable que era el jefe de detectives Gene Hunt, que inicialmente nos parece un carcamal y un mastuerzo de mucho cuidado, para ir evolucionando poco a poco hacía alguien con el que empatizamos mucho más en esa relación amor-odio que mantiene con Sam Tyler.
Su carrera continuó con la secuela ‘Ashes to Ashes’ y ha coincidido en muchas ocasiones con la de su gran amigo John Simm desde ‘State of Play’ hasta la reciente ‘Mad Dogs’ como dos de los cuatro desmadrados amigos en una finca mallorquina. Ahora lo podemos ver como reverendo en la irreverente ‘Outcast’ donde es lo mejor de una serie que no ha cumplido las expectativas depositadas en ella.
La gran revelación de la serie fue la maravillosa Liz White, en el papel de la luminosa y dulce agente de policía Annie Cartwright, el principal apoyo de Sam Tyler en la comisaria, ademas de intentar progresar en el coto machista que era la policía de los setenta. White trasmitía muy eficazmente tanto con su voz suave como con sus gestos todo el apoyo que su amigo necesitaba en todo momento, incluyendo una evidente tensión sexual entre ambos.
La carrera de White quedó marcada por este papel y a pesar de que la hemos visto recientemente en dramas como ‘The Halcyon’ o ‘Ackley Bridge’ siempre está lejos de la perfección que alcanzó en su primer papel importante.
Por último tenemos a los dos buenos secundarios que no deben faltar en una serie policial, como eran Dean Andrews ( izq) y Marshall Lancaster (der) que interpretaban al rebotado veterano Ray Carling y al joven Chris Skelton, que servían para ir resolviendo los casos semanales y como contrapunto cómico con sus actitudes frente a Sam Tyler, plenamente agresivas en el primer caso y más amistosas en el segundo, siempre en un segundo plano y sin destacar.
Sus carreras respectivas se pueden resumir de forma casi exclusiva con sus papeles en esta serie y en la secuela, tras la cual casi han desaparecido de la escena artística y tampoco es que los eche en falta.
El final y las secuelas :
Todos conocemos las reticencias británicas a estirar las series más allá de lo necesario, por lo que a nadie le sorprendió cuando anunciaron al principio de la 2T, que la serie iba a tener su final cerrado al final de esos ocho episodios.
Lo cierto es que cumplieron con lo prometido, con un precioso colofón a la historia de Sam Tyler jugando con la concreción y resolución de determinados elementos y la ambigüedad estudiada en otros, para conseguir uno de los finales más bonitos que he visto en televisión.
De todas formas la BBC insistió en seguir jugando en ese universo y realizaron una excelente secuela ‘Ashes to Ashes’ que se merece un artículo entero que le dedicaré próximamente, por lo que no les voy a comentar nada más sobre ella.
El éxito de la 1T de la serie despertó el interés inmediato de las cadenas estadounidenses para hacer un remake de la historia, cambiando Manchester por Nueva York por encargo de la ABC.
El problema es que en el paso del océano se dejaron toda la magia por el camino y a pesar de tener un buen reparto, las piezas nunca terminaron de encajar y fue cancelada al final de su 1T con muchísima más pena que gloria. Su brillante idea de hacer un final cerrado a la historia, fue tan espantosa que suele tener un lugar destacado entre los peores epílogos de series que se han hecho jamás y les puedo asegurar que incluso se quedan cortos, por el insulto a la inteligencia a los espectadores que supuso en su momento.
Se han hecho remakes de la serie en varios países como Chequia, Rusia y ahora se estrena uno en Corea pero el que más nos interesa es el que realizó Antena 3 con el nombre de ‘La Chica de Ayer’, enviando a nuestro viajero en el tiempo al Madrid del postfranquismo en el año 1977, en una producción del año 2009
No puedo opinar sobre esta versión porque no la he visto, pero solo duró una temporada con final cerrado incluso, debido a los altos costes que tenía de producción,que no pudieron salvar unas audiencias bastante aceptables, aunque por el trailer debo reconocer que no tenía mala pinta.
Epilogo:
‘Life on Mars’ es una gran serie que se cuenta entre lo mejorcito que se ha hecho este siglo en Inglaterra, por lo que siempre es un placer dedicar nuestro artículo de los viernes a una serie que hemos disfrutado y mucho al recuperarla recientemente de mi traspapelamiento personal inicial.
Por supuesto les emplazó para la futura entrega que dedicaré a su secuela ‘Ashes to Ashes’ tras un periodo prudencial de tiempo.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino