La serie televisiva procedente de una película de cierto éxito es todo un clásico de nuestra sección de los viernes que dedicamos a recordar series del pasado, como es el caso de ‘La Chica Explosiva’, una modesta comedía alocada que amenizaba nuestras mañanas veraniegas en la segunda cadena de la televisión pública en la década de los noventa.
La historia de una mujer ideal creada de forma artificial, para satisfacer los deseos y los sueños de dos pringados marginales del instituto, se inspira en series de corte similar como ‘Mi Bella Genio’ para trasladarla a un ambiente más juvenil donde las hormonas desbocadas de nuestros dos protagonistas son el escaso hilo conductor de todos los líos y trifulcas en que se meten al ver cumplidos sus deseos por su creación cibernética, que vamos a recordarles a continuación,
Ficha: Weird Science ( La Chica Explosiva) 88 episodios. Mar 1994 -Jul 1998 Cadena: USA Network (USA)- La 2/ (E)
Sinopsis: Gary y Wyatt son dos brillantes estudiantes del instituto, pero que son dos verdaderos marginados sociales y completamente incapaces de relacionarse con las chicas de su clase o de donde sea. En su desesperación por mejorar su vida social, no se les ocurre otra cosa que realizar una simulación en el ordenador de Wyatt, de lo que debería ser la chica perfecta tanto física como intelectualmente, para ayudarles a practicar sus aptitudes de comunicación con el sexo opuesto.
Todo se tuerce cuando el experimento no sale como se esperaban debido a una tormenta eléctrica que interfiere en el momento de la simulación. El resultado es darle vida propia a una mujer perfecta en todos los sentidos y diseñada para satisfacer todos los deseos de la pareja de pringados sociales.
Su vida da un vuelco absoluto desde ese instante porque sus deseos no siempre salen como se esperan con consecuencias inesperadas, entre las que se encuentra implicado casi siempre el hermano mayor de Wyatt, Chet, que no entiende lo que está sucediendo en su casa.
El inicio: John Hughes fue el maestro de las comedias juveniles de los años ochenta encadenando un éxito tras otro, entre los que se encuentra la película ‘Una Chica Explosiva’, escrita y dirigida por él mismo, a partir de un cómic que desarrollaba la premisa inicial.
La película confirmó en un efímero estrellato a Kelly LeBrock tras su debut en ‘La Mujer de Rojo’, en el papel de la despampanante genio cibernética creada por dos frikis que tuvo un buen recorrido en las taquillas ademas de descubrir en papeles secundarios de villanos jocosos a Bill Paxton y Robert Downey Jr, como pueden ver en el trailer de la película
A mediados de los años noventa la productora Universal que era la que tenía los derechos de la película intentó crear una secuela de la misma, pero ante la negativa de John Hughes para repetirse sobre el mismo tema, decidieron cambiar de tercio y convertirla en una serie televisiva.
El proyecto fue encargado a dos guionistas Tom Spezialy (izq) y Alan Cross (der) que habían trabajado durante todo el recorrido de una comedia juvenil alocada de un tono similar como fue ‘Parker Lewis Can’t Lose’.
Ambos crearon un piloto que desarrollaba la misma premisa de la película, para empezar la historia de cero y sentar las bases de las alocadas aventuras del trío protagonista que fueron compradas rápidamente por la cadena USA Network que la programó para un estreno primaveral en 1994.
El tono jocoso se puede intuir desde la misma cabecera de la serie, con la misma sintonía original de la película del grupo Oingo Boingo, cuyo líder era un joven Danny Elfman, que posteriormente se ha convertido en un compositor musical de referencia con sintonías como la de ‘Los Simpson’ o de muchas películas de Tim Burton
Es curiosa la carrera posterior de uno de sus creadores Tom Spezialy que ha progresado de una forma increíble hasta convertirse en la mano derecha de Marc Cherry en las primeras temporadas de ‘Mujeres Desesperadas’ para pasar más adelante a series de más calado como ‘Manhattan’ y sobre todo a ser el hombre de confianza de Damon Lindelof y Tom Perrota en ‘The Leftovers’, como ambos creadores mencionan en todas las entrevistas, un hecho inimaginable viendo sus inicios en comedias disparatadas.
La trama: ‘La Chica Explosiva’ es una consecuencia directa del éxito de la película y como tal se ve obligada a respetar las convenciones iniciales, a pesar de que John Hughes no tuvo nada que ver con este proyecto.
Su esquema era sencillo y muy repetitivo, una vez justificada la premisa inicial de la creación cibernética de Lisa, la mujer perfecta a partir de introducir en un scanner todas las portadas de Playboy que encontraron junto con todos los tratados filosóficos y de ciencia que tenían en esa búsqueda de la mujer soñada.
Los episodios tenían una estructura muy similar, con nuestros dos protagonistas que tienen algún deseo en particular casi siempre relacionado con algún tema de chicas o con temas de acoso de Chet, el hermano mayor de Wyatt, un mameluco sin oficio ni beneficio de ningún tipo.
Cuando Lisa les concedía el deseo, todo parecía ir de maravilla al principio, para descontrolarse poco a poco hasta desbordar a los dos chavales por lo que Lisa debía acudir al rescate para volver a restaurar el orden inicial, con el poder de hacer perder la memoria de Chet, que era el principal perjudicado final de las historias que les pasaban.
Los dos protagonistas tenían dos personalidades diferentes, por un lado estaba Gary, el menos social de ambos por lo que era el más proclive a pedir la ayuda incondicional de Lisa para poder ligar con alguna chica, mientras que Wyatt era un poco la voz de la conciencia, pero siempre acababa arrastrado por su mejor amigo.
Por su parte Lisa se limitaba a ser una especie de genio cibernética dispuesta a servir en todo a sus nuevos amos, aunque con la moraleja latente de que las cosas conseguidas de esa manera solían tener aspectos negativos como una especie de compensación por alterar el orden natural de las cosas en beneficio propio.
Un gran ejemplo de esa acción-reacción de sus deseos es el siguiente vídeo donde ambos eran reconvertidos en cojines de un sofá, donde van a tener una visión inesperada de sus compañeras de clase.
El humor de la serie era de brocha gorda con múltiples referencias sexuales inofensivas, para ser disfrutadas con una caja de cervezas en una fraternidad universitaria, pegando berridos cada vez que aparecía Vanessa Angel como Lisa embutida en un sucinto vestido para hacer soñar la imaginación de toda la tropa, como en el siguiente vídeo donde pueden ver una recopilación de las mejores escenas y acciones de Lisa.
El mejor de todo el reparto era sin duda el personaje de Chet, como el villano residente de la casa que era el objeto de todos los hechizos y maleficios de Lisa, como un saco de todos los golpes que solo un buen actor como el descubrimiento que fue Lee Tergesen podía hacer creíble semana tras semana, como en la siguiente recopilación.
La verdad es que la serie no tiene mucho más que comentar porque repitieron el esquema durante las cinco temporadas que duró en antena sin estrujarse demasiado los sesos en hacer evolucionar los personajes ni las tramas del esquema deseo-concesión-ilusión-desastre-restitución que siguieron al pie de la letra hasta el final de sus días, con unos adultos inexistentes o meramente testimoniales.
Personalmente tengo un recuerdo simpático de la película y bastante menos de la serie, que era una versión low-cost de la película con dos protagonistas tan carismáticos como una competición de pelar guisantes. Por suerte tanto la deslumbrante Vanessa Angel como el gran secundario Lee Tergesen salvaban los muebles, pero en mi caso no llegué más allá de la 2T por obvias razones.
La serie ha envejecido fatal, tanto por el hecho de tener una mujer perfecta al servicio de todos los deseos de dos descerebrados que desprendía un tufo machista que rechina mucho ahora, como por el hecho de tener unos guiones tan previsibles de esos que me veía capaz de formar parte de la sala de guionistas tras ver unos cuantos episodios por conocer todo lo que iba a pasar.
De todas formas me consta que a generaciones más jóvenes les ha gustado bastante más que en mi caso, por lo que probablemente usted la recuerde con más cariño si la vio en una etapa más joven de su vida, porque al fin y a cabo ese es el objetivo de esos artículos nostálgicos.
Los actores: No suele ser buena señal cuando me acuerdo más del pelo de un actor que de su cara, como me ha sucedido al escribir el artículo con John Mallory Asher ( izq) cuyo nombre estaba oculto en mi mente bajo su pelambrera. Asher interpretaba bastante torpemente al atolondrado Gary, que solo pensaba en utilizar a Lisa su mujer perfecta para poder ligarse a las chicas, con resultados bastante improductivos como se pueden imaginar.
Su carrera posterior tampoco ha sido para recordar precisamente, al ir tendiendo hacia la dirección de episodios televisivos que alterna con algún papel nimio como actor.
Su compañero de fatigas en la serie Michael Manasseri ( der) que interpretaba con poca traza al más centrado Wyatt, ha tenido una carrera similarmente irrelevante, con papelitos de actor irreconocible tras una mascara en ‘Buffy’ hasta pasarse también a la dirección de películas de terror de ínfimo presupuesto, nada para recordar.
La estrella inicial de la serie era la chica explosiva Lisa, interpretada por la británica Vanessa Angel que debía rellenar el hueco dejado por Kelly Le Brock en la imaginación de muchas personas y desde el punto de vista físico y sexy lo cumplía a la perfección que era lo que se le pedía al fin y al cabo.
Como actriz era más justita, pero quedaba claro que esos no fueron los motivos de su elección tras verla como estrella invitada en ‘Los Vigilantes de la Playa’ donde llegó tras una carrera como modelo.
Su carrera posterior no tiene nada que envidiar por lo irrelevante a la de sus dos compañeros anteriores trampeando entre papelitos de poca importancia y la creación de su propia linea de moda.
La mejor carrera y de lejos ha sido la de Lee Tergesen que no parecía llamada a grandes metas tras estar varios años como Chet el objeto de todas las burlas y trampas del trío protagonista en el papel que le permitió aprender el oficio de actor.
A diferencia de sus compañeros, este personaje fue el trampolín de donde pasó a un personaje recurrente en el gran policial que era ‘Homicide: Life in the Streets’ donde convenció tanto a su creador Tom Fontana, que no dudó en ofrecerle el papel de su vida, el enorme Tobias Beecher de ‘Oz’ un papel durísimo en todos los sentidos que nos demostró el pedazo de actor que es Tergesen.
Tras ese personaje se ha convertido en un cara habitual de multitud de series casi siempre como el villano del episodio, al que siempre le da un punto de empatía muy importante en ese tipo de papeles, aunque de vez en cuando se resarcía con otro gran personaje como en ‘Generation Kill’, lo que es un magnífico ejemplo de que los orígenes no determinan una carrera ni mucho menos.
El Final :
La falta de evolución de la serie, tenía una clara consecuencia en la erosión de las audiencias que empezó a ser importante en la 5T, con todas las historias ya amortizadas, lo que obligó a la cadena a dejar de emitir los últimos seis episodios previstos por la falta de interés.
Los episodios finales solo se emitieron posteriormente en las reposiciones de otros canales, pero en cambio si que lo hicieron rápidamente en muchos países extranjeros donde se vendió la serie.
El final de la serie hacía una revelación sorprendente que suponía el primer cambio importante para los personajes pero se que se va a quedar allí por los siglos de los siglos.
Con el paso del tiempo, la película sigue siendo mucho más recordada que la serie que ha caído en un enorme olvido, porque incluso en los sketches que parodian la premisa se hacen más eco de la versión de Kelly LeBrock que la televisiva, como en el siguiente de ‘Funny or Die’ donde aparece Alessandra Daddario como la nueva encarnación de la chica explosiva.
Epílogo: ‘Weird Science’ o ‘La Chica Explosiva’ como ustedes prefieran, es un magnifico exponente de esas series juveniles representativas de la década de los noventa con una fecha de caducidad bastante rápida, aunque si hemos conseguido sacarles una sonrisa recordando esos momentos para ustedes, ya ha valido la pena el esfuerzo.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino