El Cuento de la Criada es una de las pocas series recientes que han conseguido llamar la atención de una forma unánime, gracias a su victoria como mejor drama en los premios Emmy del año 2017, convirtiéndose en la primera serie de un servicio de streaming que lo consigue.
La historia distópica de un mundo donde las mujeres han sido reducidas a poco más que un útero con piernas no deja al espectador indiferente ante los actos que una hipotética sociedad realiza sobre las mujeres que no tienen nada que envidiar a los realizados por los grandes magnicidas de la historia.
El tratamiento de la premisa ha dado lugar a innumerables análisis de todo tipo, desde políticos y religiosos hasta los más obvios de perspectiva de género, pero en nuestro caso vamos a intentar ceñirnos a los aspectos más televisivos que en este caso han quedado en un segundo termino ante la profundidad dramática y social de la adaptación del celebérrimo libro de Margaret Atwood.
En mi caso, ya les puedo avanzar que tras una 1T excelente y desgarradora , su segunda entrega me ha dejado un sabor de boca bastante amargo, debido a una serie de detalles que voy a analizarles en profundidad en el siguiente artículo, aunque la excepcional interpretación de Elizabeth Moss está por encima de todas las posibles consideraciones que pueda hacer respecto de la serie.
Ficha: El Cuento de la Criada ( The Handmaid’s Tale) 23 + episodios. 60 m Abr 2017- Cadena: Hulu (USA)- HBO/ Antena 3 (E)
Sinopsis:
En un futuro inmediato, las tasas de fertilidad han descendido a unos niveles alarmantes debido a múltiples causas como los problemas medioambientales y todo tipo de enfermedades infecciosas. Ese problema ha provocado una guerra civil que ha convertido a una parte de los EEUU en la república de Gilead, una sociedad fuertemente jerarquizada y religiosamente fanática con unos comandantes en lo más alto de la pirámide que han establecido un rígido sistema de clases mas propio del medievo.
En ese nuevo orden de Gilmad, las mujeres ocupan el eslabón más bajo, teniendo prohibidas cosas tan esenciales como el trabajo, la lectura y tener dinero o bienes.
El problema de la fertilidad lo han resuelto mediante el confinamiento de las escasas mujeres fértiles en las casas de los caciques más importantes, en calidad de criadas que solo están para ser violadas de forma ritual en busca de su inseminación como vientres de alquiler para las mujeres a las que sirven.
Una de esas criadas es June Osborne, que ha sido separada de su marido y su hija para ser adscrita a la casa de los Waterford, uno de los gerifaltes de Gilead, tras asignarle el nombre de Offred, con el único objetivo de darles un heredero a ese matrimonio, de la manera que sea.
En paralelo vamos a conocer todos los mecanismos de esa sociedad totalitaria a través de June y sus compañeras criadas que vagan por la vida con la fútil esperanza de volver a recobrar sus libertades y su vida anterior.
El inicio: El libro ‘El Cuento de la Criada’ que publicó la escritora canadiense Margaret Atwood en 1985 se ha convertido en un verdadero clásico literario venerado y estudiado hasta la extenuación por esa tan descripción tan precisa y sobrecogedora de una sociedad totalitaria y misógina hasta extremos insospechados.
El éxito del libro no tardó en despertar el interés de Hollywood, que hizo una adaptación cinematográfica en 1990 de la mano del reputado director alemán Volker Schlöndorff y con un reparto de lujo con gente como Robert Duvall, Faye Dunaway y Natasha Richardson como June/Offred. Su estreno fue un fracaso de taquilla y público, a pesar de tener un trailer prometedor como el siguiente.
La mitología siguió viva gracias al libro y sobre todo al activismo de su autora , un personaje muy comprometido en la política canadiense tanto en temas feministas como en los aspectos medioambientales. El nuevo impulso llegó hacia 2014 cuando la compañía productora de Warren Littlefield , un ejecutivo que había sido presidente durante los mejores años de la cadena NBC , compró los derechos del libro, para una adaptación audiovisual en forma de miniserie, tras triunfar con la de ‘Fargo’
Su primera opción fue ofrecerle el libro a la guionista Ilene Chayken, la creadora de ‘The L Word’ una feminista convencida que estaba encantada de poder adaptar una historia que le encantaba, para emitirla en principio en Showtime.
Todo se complicó cuando Chayken no pudo liberarse de su contrato con la serie ‘Empire’ de la que era la showrunner y tuvieron que buscar otro guionista, apareciendo la figura de Bruce Miller, un gran enamorado del libro que insistió mucho para que le dieran una oportunidad de explicar su visión de la historia.
Bruce Miller tenía un curriculum discreto comparable al de un guionista jornalero del montón, a pesar de empezar su carrera en la gran ‘Urgencias’ , pero luego fue especializándose en el terreno de la ciencia-ficción escribiendo en series como ‘Eureka’ , ‘Los 4400’, ‘Alphas’ o ‘Los 100’ lo que le capacitaba como un buen profesional, pero sin pertenecer a la clase alta de creadores o showrunners.
Además Miller ( izq) tuvo que vencer la lógica de los productores que creían que una mujer tendría la sensibilidad más adecuada para adaptar una historia tan feminista, pero tras presentar su proyecto a Warren Littlefield ( der) recibió el encargo de escribir los tres primeros episodios que entusiasmaron a todo el mundo, incluyendo a su autora Margaret Atwood ( centro) y en especial a la cadena de streaming Hulu, que se quedó con el proyecto tras abandonarlo Showtime
Con esos tres episodios escritos, empezaron el proceso de casting, en especial del personaje central de June/Offred.
Su primera opción fue Elizabeth Moss, pero la actriz en principio no estaba muy interesada en volver a comprometerse en una serie televisiva tras finalizar ‘Mad Men’, pero la llamada de Littlefield, todo un Dios para ella cuando trabajaba en ‘The West Wing’ de la NBC que él presidía, la convenció para leer esos tres guiones y hablar con Bruce Miller.
Moss supo ver inmediatamente el enorme potencial que tenía el proyecto y se sumó entusiasmada al mismo, lo que le facilitó enormemente a Miller, la escritura del resto de la serie con esa actriz en su mente y con la que podía comentar temas de su personaje.
La última pieza en el puzzle era decidir la persona que iba a dirigir el piloto de la serie, que iba a ser clave para marcar la estética de la serie. Al final se decantaron por arriesgarse con Reed Morano, una excepcional directora de fotografía que llegó gracias a la recomendación de Elizabeth Moss que había trabajado con ella y les habló maravillas de su trabajo, a pesar de que solo había dirigido una película y algún episodio suelto de ‘Halt and Catch Fire’ y ‘Billions’ .
Morano se encargó de buscar esa estética de la paleta de colores en el piloto que posteriormente ha resultado tan determinante en la definición de la imagen de la serie y que le valió el Emmy a la mejor dirección en 2017. Su impronta se ve desde el primer trailer de la serie.
El estreno tuvo una enorme repercusión con los tres primeros episodios liberados de forma simultanea en Abril de 2017, para continuar con una emisión semanal, siendo renovada para una 2T casi de forma inmediata.
La trama: ‘The Handmaid’s Tale’ sigue en su primera temporada de una forma bastante ostensible la novela original, aunque realizando adaptaciones para hacer la historia más actual, ubicándola en nuestros días, en lugar de quedarse en la década de los ochenta donde se desarrollaba la acción original.
La historia no pierde el tiempo en explicarnos como se ha llegado a la situación actual con esa república de Gilead formada a partir de la escisión de ciertas partes de los EEUU, por lo que parte de hechos consumados para permitir que el espectador se vaya enterando poco a poco de las reglas de ese nuevo mundo y de como se ha llegado a semejante situación.
Nuestra guía va a ser ese personaje central de June, a la que vemos en la primera escena de la serie siendo perseguida por un bosque a través del cual está escapando con su marido y su hija para intentar llegar a Canadá y empezar una nueva vida lejos de Gilead.
Tras ser capturada, empieza un periodo de adoctrinamiento como futura criada y futura madre subrogada a la fuerza, hasta que es asignada a la casa de un poderoso comandante para servir como futura gestadora del niño.
Sus amos, el matrimonio Waterford está formado por Fred un héroe militar de la guerra civil y su mujer Serena una brillante e ilustrada mujer que participó en el diseño y la construcción de la ideología de Gilead, para caer victima de su propia creación y con una gran amargura por su imposibilidad de concebir hijos. El primer encuentro con su criada lo pueden ver en este impresionante vídeo del episodio piloto en el que Elizabeth Moss empieza a mostrar todo de lo que es capaz.
El triangulo que forman el matrimonio Waterford y su criada rebautizada como Offred es el centro absoluto de todas las tramas de la 1T que nos permiten ir conociendo el universo de Gilead y sus habitantes, con un énfasis especial en los brutales castigos que reciben todas las personas que no obedecen las reglas de esa dictadura político-religiosa.
El contraste entre lo que vemos intramuros en la casa y lo que sucede extramuros nos viene dado por la relación que mantiene Offred con otras criadas, sirvientes y chóferes que nos permiten ir conociendo el trasfondo de la república tiránica que es Gilead
La historia que transcurre en el presente se ve salpicada por flashbacks, que nos permiten conocer mejor el personaje y el pasado de June antes de caer en esa vorágine actual, como por ejemplo su pasado como activista política participando en protestas como la que pueden ver a continuación.
La disyuntiva principal de nuestra protagonista es cómo mantener las ganas de sobrevivir en un entorno tan salvájemente agresivo contra las mujeres, donde son violadas de forma ritual y en su caso solo es considerada como un vientre de alquiler andante, completamente prescindible si perdiera esa función.
La esperanza de volver a ver a su marido y sobre todo a su hija, son el faro principal que le despierta el instinto de supervivencia, así como la necesidad de quedarse embarazada para poder seguir siendo útil en esa sociedad.
A medida que vamos conociendo las reglas de la república de Gilead, la repulsa del espectador hacia ese régimen totalitario e iluminado va creciendo, muy ayudado por una estética bastante brutalista con un provocador uso de los colores de la imaginería religiosa, como explica la propia directora Reed Morano en el siguiente vídeo
La producción ha sido lujosa en todos los sentidos y no han dudado en reproducir el mundo descrito por Margaret Atwood, buscando una arquitectura que combina las grandes mansiones señoriales con monumentos a la tortura hechos a la mayor gloria de Gilead, como pueden comprobar en la siguiente vuelta por el set de rodaje.
Tanto el planteamiento como el desarrollo de ‘El Cuento de la Criada’ no buscan precisamente la tranquilidad y el solaz del espectador, apostando por mostrar todos esos horrores con una precisión quirúrgica, casi rozando el modo documental, mostrando que las cosas son de esa manera y no se puede hacer nada para cambiarlo.
Es un planteamiento que no es para todos los públicos, en especial para los que prefieren no pasar un mal rato frente a la pantalla, pero que en su 1T funciona a la perfección, permitiéndonos adentrarnos en el mundo de Gilead y sus personajes despertando de forma simultanea nuestro interés y nuestra repulsa por lo que estamos viendo en la pantalla.
El problema es que la trama de la novela se agotó en la 1T y tuvieron que entrar en territorios inexplorados por la autora para continuar con la historia en su 2T de la que pueden ver el trailer a continuación.
He tenido la sensación de que en la 2T han perdido ese equilibrio inicial y se han recreado demasiado en las miserias de esa república, centrándose en los aspectos más siniestros y deplorables de Gilead, buscando provocar un sadismo emocional en el espectador, que en mi caso me ha supuesto un cierto rechazo hacia el tono excesivamente sombrío y cargado de esta 2T.
Un buen ejemplo es el uso continuo del que denomino ‘el Síndrome de El Prisionero’ en honor a la mítica serie de Patrick McGoohan que estaba atrapado en un lugar del que no podía escapar a pesar de todos sus esfuerzos. De forma similar vemos que la pobre Offred en la 2T, se ha dedicado básicamente a intentar huir en diversas ocasiones y de diversas maneras, para acabar volviendo al redil, y reiniciar el siguiente bucle que se repite en diversas ocasiones en esta 2T.
Ese maltrato emocional al personaje y por ende al espectador, me ha cargado bastante esta 2T, porque ese sufrimiento exacerbado me parecía bastante desagradable de ver y tampoco me pareció que estuviera justificado para hacer progresar la historia como sucedía en la 1T, cargando demasiado las tintas en todas las penurias que padecen no solo su personaje sino el resto de secundarios.
No niego que eso pueda tener atractivo para muchas personas, pero en mi caso la sensación que he tenido al acabar la 2T ha sido más de alivio que de satisfacción, por tener que dejar de ver ese compendio de maldades y torturas físicas y emocionales al cubo, en el que se ha convertido la 2T, incluyendo entre las victimas en mayor o menor grado a casi todo el mundo.
Personalmente disfrute mucho con la 1T, pero en cambio esa sensación me ha desaparecido por completo con el planteamiento de la 2T, con mas episodios y mucha menos carga narrativa de fondo, que en mi caso han superado todos mis niveles de tolerancia habidos y por haber.
Los actores: La actuación de Elizabeth Moss como June/Offred va a perdurar por los siglos de los siglos, por una interpretación sobrecogedora de las que nos ponen el alma en un puño y no la sueltan en ningún momento. Su capacidad para mantener y cambiar ligeramente todo tipo de gestos dramáticos en unos frecuentes primeros planos mirando a cámara, está al alcance de poquísimas actrices y su mirada ejerce un magnetismo que le ha valido el Emmy a la mejor actriz dramática en 2017 y se lo podían haber vuelto a dar tranquilamente este año y nadie se hubiera quejado.
Moss es una actriz que sabe elegir sus papeles a la perfección desde el de la hija del presidente Bartlett en ‘The West Wing’ que la puso en el mapa de muchas personas, pero siempre será recordada por su increíble Peggy Olson en ‘Mad Men’, un papel que parecía que iba a marcar su carrera hasta que se ha vuelto a superar en su siguiente personaje memorable, algo que pocas actrices han conseguido.
Los papeles del matrimonio Waterford han sido para la australiana Yvonne Strahovsky y el británico Joseph Fiennes, con una mención especial para la actriz que se ha convertido rápidamente en el pilar principal de la serie junto a Moss, por la relación tan tóxica que ambas deben mantener debido a las circunstancias y las necesidades que tienen una de la otra para sobrevivir en ese mundo.
La enorme fotogenia de Strahovsky ya se hizo patente en series como ‘Chuck’ o en las últimas temporadas de ‘Dexter’ donde ya demostraba que era mucho más que una cara bonita, pero nada se puede comparar a su enorme interpretación de Serena una mujer completamente frustrada y con un gran vacío interior, a pesar de pertenecer a la clase dirigente y privilegiada de Gilead al sentirse como una ideóloga traicionada y desencantada por la cruda realidad de su día a día.
Joseph Fiennes nunca ha sido santo de mi devoción tras verle en algunos desastres como ‘Flashforward’ o ‘Camelot’ donde era prácticamente siempre el agujero negro de la serie, acabando de dilapidar la efímera fama que tuvo gracias a su primer papel importante en ‘Shakespeare in Love’.
A pesar de mantener su inexpresividad como su marca de fábrica, en esta serie encaja mejor en el repugnante personaje que debe interpretar, porque para torturar a las personas ya le basta con su rostro hierático.
El nivel vuelve a subir muchos enteros con la presencia de dos grandes actrices como Alexis Bledel y Samira Wiley en el papel de dos criadas rebeldes, Ofglen y Moira amigas de Offred, que nos permiten conocer otras realidades más allá de la casa de los Waterford, para conocer mejor el universo de Gilead.
Ambas actrices son bastante conocidas debido a su participación en series de éxito, como en el caso de Alexis Bledel que fue la gran Rory Gilmore en ‘Las Chicas Gilmore’ o como una de las reclusas más destacadas en el reparto coral de ‘Orange is The New Black’ para Samira Wiley.
Sus papeles secundarios son imprescindibles para delimitar ese mundo de tortura y castigo del que son victimas, destacando sobre todo Bledel con otra interpretación sobrecogedora, como una indomable criada que le valió el Emmy a la mejor actriz invitada en 2017.
Por último tenemos la presencia de dos personajes que pertenecen al bando que podríamos llamar colaboracionista o conformista con la situación actual, como es el caso del chófer de los Waterford, Nick, un personaje que tiene una evolución interesante en la serie, bien interpretado por Max Minghella, el hijo del director oscarizado Anthony Minghella, en su primer papel sobresaliente de su hasta ahora discreta carrera.
En cambio para hablar de Ann Dowd tendríamos que ponernos de pie, porque su trayectoria de estos últimos años es impresionante en este tipo de papeles de mujeres de sesenta años pero con una gran carga emocional ( The Leftovers, Olive Kitteridge. Etc) .
En esta ocasión Dowd lo borda como la malvada tía Lidia, la responsable del adoctrinamiento y adiestramiento de las futuras criadas, actuando como un verdadero brazo armado ideológico de Gilead, que solo una gran actriz como Dowd puede hacerlo creíble sin caer en el ridículo
Dowd consiguió también el Emmy a la mejor actriz secundaria en 2017, completando el triplete de las actrices en esa 1T, junto a Moss y Bledel al barrer en los tres premios de interpretación femenina por primera vez en la historia de los Emmy, absolutamente merecidos los tres.
Epílogo : ‘The Handmaid’s Tale’ ha sido renovada por una 3T, pero tengo bastantes dudas de si tengo mucho interés a volver a revivir las pesadillas de ese mundo, porque siempre he considerado que si hubieran hecho una miniserie cerrada con su 1T, la serie habría pasado a la historia, en lugar de empezar a desangrarse por el camino estirando un concepto que pierde potencia a medida que pasan los episodios.
De todas maneras la cadena Hulu no va a dejar escapar su particular gallina de los huevos de oro, y no ha dudado en promocionar su nueva entrega en el gran acontecimiento que es la Superbowl 2019, con la siguiente promoción de su 3T, para abrir boca entre sus seguidores
‘El Cuento de la Criada’ es una de esas series de visión imprescindible por lo menos para decidir si apuesta por seguir en el mundo de Gilead o por el contrario no es de sus preferencias, pero es uno de esos casos en que esa decisión solo la puede tomar usted, dependiendo de su impresión al ver una historia tan dura y de las que nos hacen recapacitar sobre la condición humana.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino