La entrada de un gigante como Apple en el terreno de las series de ficción, solo podía hacerse por la puerta grande por lo que no dudaron en hacer una gran apuesta para que el anuncio de su primera serie original fuera ‘The Morning Show’ con dos grandes estrellas como Jennifer Aniston y Reese Whitherspoon al frente de uno de los proyectos más caros y ambiciosos de los últimos años, ambientado en las bambalinas de un contenedor de entretenimiento matinal televisivo.
Esas enormes expectativas jugaron en su contra, tanto en la fase de producción, con importantes cambios en el equipo de guionistas, como posteriormente en su estreno, donde fue recibido con una cierta frialdad e incluso decepción por las primeras críticas tras ver los primeros episodios, al no ser la obra maestra que todo el mundo y sobre todo Apple esperaba.
Esa necesidad de plasmar de forma instantánea la primera impresión es una mala consejera en el caso de ‘The Morning Show’ puesto que la serie mejora ostensiblemente a cada capítulo. A partir de su tercera entrega se empieza a notar ese cambio y acaba tocando con gran maestría un tema tan delicado como el ‘#MeToo’, mostrando toda una gama de matices que nos van a hacer recapacitar y mucho sobre los comportamientos habituales en todos los entornos laborales.
En mi caso, ya puedo adelantar que me pasó como cuando probé por primera vez la cerveza, que no me gustó, pero la encontré atractiva a primera vista, por lo que tras esperar unos meses, lo intenté de nuevo y en otro contexto me encantó. Eso me ha sucedido con ‘The Morning Show’, en la que como indico en el título del artículo las primeras impresiones pueden evolucionar a mejor.
Ficha: The Morning Show 10+ 60 m Nov 2019- Cadena: AppleTv (USA/ E)
Sinopsis: Alex Levy y Mitch Kessler son una de las parejas televisivas más importantes de los EEUU, tras presentar durante quince años ‘The Morning Show’ el programa de entretenimiento líder de las mañanas del país.
Esa relación se rompe cuando Mitch es acusado de acoso sexual por diversas mujeres en un artículo periodístico y es despedido de forma fulminante por los ejecutivos de la cadena ficticia UBA, donde se emite el programa.
Ese despido es el punto de partida de la serie, tanto por las consecuencias que esas acusaciones van a tener para Mitch Kessler, como sobre todo para el futuro del programa y de su compañera Alex Levy, que van a tener que buscar un reemplazo con toda urgencia para cubrir esa baja.
Ese cambio de régimen y sus consecuencias a todos los niveles en el programa son el centro de las historias de la 1T de ‘The Morning Show’
El inicio: El año 2013 el periodista de la CNN Brian Steller publicó el libro Top of the Morning: Inside the Cutthroat World of Morning TV , que describe el despiadado mundo de la televisión matinal estadounidense centrándose en el despido de la presentadora Meredith Vieira y su sustitución por Ann Curry en un programa matinal, hurgando en las decisiones ejecutivas que llevaron a ese cambio.
La faltó tiempo a la cadena Lifetime para comprar los derechos del libro con el objetivo de hacer una película televisiva de dos horas, pero nunca llegó a producirse. Años más adelante el libro cayó en las manos de Jay Carson, un ex-asesor político de Hillary Clinton que se había pasado al terreno de la escritura televisiva con ‘House of Cards’.
Carson escribió el piloto de la serie con unas ideas que en lineas generales convencieron a AppleTV en la época que estaba comprando historias para empezar a producir ficciones originales. AppleTv decidió tirar la casa por la ventana añadiendo al proyecto como protagonistas y productoras ejecutivas a dos estrellas como Jennifer Aniston y Reese Witherspoon, que iban a asegurar toda la atención al proyecto.
Los problemas llegaron al empezar a desarrollar la temporada, debido a las enormes desavenencias entre Jay Carson y Apple, por el enfoque que debía tener la serie, más política para Carson, mas feminista para Apple. Eso acabó en el despido de Jay Carson, como showrunner de la serie, aunque mediante un arbitraje consiguió quedarse con el lucrativo título de creador, aunque no escribiera nada de lo que se acabó rodando.
Las prisas empezaron a poner nerviosa a Apple, que no encontraba a la persona adecuada para llevar las riendas de su proyecto más caro, hasta que finalmente convencieron a Kerry Ehrin, tras dos negativas de la misma, por la premura en tener acabado el proyecto.
Kerry Ehrin es una esplendida y curtida guionista que empezó trabajando en series como ‘Luz de Luna’ o ‘Aquellos Maravillosos años’, para pasar a colaborar en ‘Boston Legal’ y ‘Boston Public’, hasta convertirse en la mano derecha de Jason Katims, durante todo el recorrido de la fabulosa ‘Friday Night Lights’ y posteriormente en ‘Parenthood’
Su primera creación fue ‘Bates Motel’ donde por primera vez ejerció de showrunner y al finalizar la misma, fue cuando recibió la oferta para convertirse en la showrunner por dos temporadas de ‘The Morning Show’.
Ehrin empezó el trabajo desde cero, sin leer el primer piloto de Jay Carson. Siempre tuvo muy claro que el enfoque principal debía estar centrado en el movimiento #MeToo que estaba en pleno apogeo mediático en 2018, con todo tipo de personajes masculinos poderosos denunciados o expuestos por sus conductas sexuales.
Ehrin contó rápidamente con el apoyo de sus dos estrellas femeninas para ese nuevo enfoque y escribió el piloto en apenas tres semanas, para poder cumplir los plazos que Apple le había dado y poder empezar la producción y el rodaje un año antes de su estreno.
Tuvo más tiempo para escribir el resto de la temporada y lo cierto es que se notó. En paralelo Apple lanzó su primera promoción durante el verano de 2019 centrado lógicamente en sus dos grandes estrellas.
El estreno conjunto de ‘The Morning Show’ junto con otras tres series para iniciar las emisiones del servicio de Apple, no acabó de convencer a la crítica, tras haber visto los tres primeros episodios iniciales elaborando conclusiones de una forma bastante precipitada, sin esperar a ver todo el arco narrativo de esos diez primeros episodios.
La trama: ‘The Morning Show’ tiene una estructura absolutamente serielizada pero que en sus diez episodios se permite el lujo de tener cuatro partes muy diferenciadas, pero que acaban encajando mucho mejor de lo que cabía esperar al inicio de la serie,
En primer lugar los dos primeros episodios desarrollan la crisis del despido fulminante de Mitch Kessler y las repercusiones que dicha decisión tienen en todo el equipo del programa, desde el productor ejecutivo hasta el portero de la entrada, en especial si había personas que eran conocedoras de ese comportamiento execrable y guardaron silencio.
La incógnita principal es el relevo de Mitch Kessler, donde se cruzan desde las ambiciones del resto de presentadores por ocupar la silla principal, hasta el interés de la propia copresentadora Alex Levy en poder opinar sobre su futuro compañero, pasando por los turbios intereses corporativos del presidente del consejo Fred Micklen y del recién nombrado nuevo jefe de noticias de la cadena Cory Ellison. Esa fase finaliza con la decisión inesperada de elegir a una desconocida Bradley Jackson, como la nueva copresentadora del programa.
El trailer se centra especialmente en este primer tramo y la cascada de cosas que suceden.
La segunda parte son los episodios 3 a 5 en los que desarrollan las consecuencias de esa sorprendente elección y su encaje en un equipo tan compenetrado como el del programa, con los resquemores y reticencias que siempre despierta una recién llegada, en especial en el productor ejecutivo Chip Black, desbordado ante el cariz que están tomando los acontecimientos.
En este tramo es cuando se empiezan a descubrir las luchas por el poder que podemos resumir en este discurso de cambio feminista de la presentadora Alex Levy frente al consejo de la cadena o ‘el club de los chicos’ como ella los denomina.
En este tramo, también se muestra la complicada relación entre la presentadora estrella y el maquiavélico nuevo jefe de noticias, Cory Ellison, un personaje complicado de entender y capaz de seducir a cualquier persona con su labia y ambigüedad estudiada, como en este corte donde no duda en invitar a Alex Levy, a interpretar un dueto en una fiesta celebrada en casa de ella.
El tercer tramo corresponde a dos episodios sueltos, el 6 y el 8, que desarrollan exclusivamente dos historias separadas, una actual y otra en el pasado, alejadas del núcleo central del programa, pero que son capitales para entender la situación creada o esa nueva dinámica, como en este vídeo donde vemos una acalorada reunión de producción para cubrir unos incendios en Los Ángeles.
El último tramo corresponde al episodio 7 y los dos últimos, donde se deben enfrentar y confrontar con la figura de Mitch Kessler y la posible responsabilidad corporativa de la empresa, con una tensión que va a ir creciendo, hasta explotar al final de la 1T.
Dividir una temporada de escasamente diez episodios en cuatro partes tan diferenciadas, no es tarea sencilla, en especial en el primer tramo, donde las decisiones creativas que toman necesitan un verdadero salto de fe por los espectadores por lo inverosímiles e ilógicas que pueden resultar en ese contexto corporativo de tantos billones de dolares.
Pero tengo que reconocer que con la premisa asentada y las dos presentadoras en el programa, la serie mejora de forma exponencial, en especial cuando entra de cabeza en territorio #MeToo presentando toda una gama de grises que obligan al espectador no a tomar partido, sino a entender las razones y las justificaciones que todos los afectados tienen, incluso los culpables.
El tono coral que adquiere tanto delante como detrás de las cámaras del programa, la hace sumamente entretenida a la vez que no duda en meter el dedo en la llaga de una forma incómoda y buscando que el espectador inteligente pueda recapacitar sobre sus propios actos tras ver diversos ejemplos en la serie. Sobre todo mostrando unas mujeres fuertes e independientes en la pantalla, que no son más que un reflejo del equipo femenino creativo, como la propia Reese Whiterspoon, nos muestra en el siguiente vídeo
Mi valoración personal debe tener en cuenta ese inicio algo dubitativo y planteado de una manera muy apresurada, supongo que como consecuencia de los problemas iniciales de producción, pero a partir del tercer episodio empezamos a estar frente a una gran serie televisiva, que consigue tratar temas de candente actualidad con un formato trepidante y que atrapa al espectador que se ha dejado llevar por la historia.
Si encima es mitómano, no es mi caso, la presencia de Jennifer Aniston y Reese Witherspoon es otro enorme aliciente para ver ‘The Morning Show’, aunque poco a poco los secundarios empiezan a crecer y formar parte integrante de las historias, como cabe esperar del enorme reparto que han reunido a golpe de talonario
Los actores: Jennifer Aniston era una verdadera desconocida cuando fue elegida para el papel de Rachel Green en 1994. Diez años después al finalizar la serie, era una de las mayores estrellas de Hollywood, gracias a compaginar ese personaje con el protagonismo en muchas comedias románticas utilizando a la perfección su imagen de la ‘novia de América’ generada a partir de ‘Friends’, convirtiéndose en una de las actrices mejores pagadas del cine.
Su vuelta a la televisión en un personaje fijo tras ‘Friends’ era el bombazo publicitario que Apple necesitaba para su lanzamiento y Aniston ha buscado mostrar un registro diferente y mucho más dramático como la presentadora Alex Levy que observa desesperada e impotente como todo su mundo se derrumba tras las acusaciones a su copresentador.
Aniston me ha sorprendido muy favorablemente con un personaje con un enorme poder aparente, pero que es mucho más vulnerable e inestable que la imagen que proyecta, en especial en sus enormes pugnas con los hombres que controlan la cadena, que ya empiezan a considerarla amortizada por su edad e imagen y se empiezan a plantear rejuvenecer el programa.
Su gran compañera de viaje es Reese Witherspoon, muy cómoda en su nueva etapa televisiva tras el éxito de ‘Big Little Lies’, su primera gran incursión televisiva tras una notable carrera cinematográfica. En ‘The Morning Show’ interpreta a Bradley Jackson, los ojos externos al programa que al ser fichada de forma rocambolesca, nos permite ver las interioridades del mismo a través de alguien desconocido, como somos todos los espectadores.
Whiterspoon encaja a la perfección con Aniston en una gran relación amor-odio entre dos mujeres profesionales que se necesitan una a la otra para sobrevivir, mezclando hábilmente los temas mentora-discípula pero con el riesgo de que en el fondo una esté preparando a su sucesora.
El tercer personaje en discordia es Cory Ellison el jefe de noticias de la cadena, interpretado de forma magnética por Billy Crudup, un actor que apenas se ha prodigado en televisión, debido a su gran carrera cinematográfica con numerosos papeles protagonistas o secundarios en películas como ‘Almost Famous’ o ‘Spotlight’. Este papel representa su segunda incursión televisiva tras aparecer en la nefasta ‘Gipsy’ supongo que como favor a su pareja Naomi Watts, la estrella de esa serie.
Crudup esta fascinante como un alto ejecutivo que esconde todas sus intenciones tras una fachada amable e incluso socarrona, como si nada le importara, cuando es la persona más ambiciosa de toda la cadena, de esas que consigue desde la sombra que todo el mundo haga lo que diga sin que ellos sean conscientes. Su interpretación es de las que llaman a las puertas de las nominaciones desde el momento que aparece en la pantalla.
No era evidente elegir a un cómico tan popular como Steve Carell, para el papel del supuesto depredador sexual Mitch Kessler, tras ser el puntal principal de la comedia ‘The Office’ a donde llegó tras ganarse el puesto como un peculiar corresponsal en ‘The Daily Show with Jon Stewart’, pero la elección ha confirmado el gran actor que es en otro tipo de registro
Carell muestra a la perfección el patetismo y la impotencia de una persona que es incapaz de recapacitar sobre las consecuencias de sus actos, convencido de que no ha hecho nada malo y prefiere jugar el papel de presentarse como una victima de una caza de brujas de las activistas del #MeToo, como forma de evadir la realidad.
Mark Duplass ( der) es un personaje enormemente polifacético tocando todas las teclas tanto de actuación, como de producción, escritura y dirección. En mi caso, mi faceta preferida siempre ha sido la de actor como me demostró en la gran ‘The League’, pero en cambio sus otras facetas tras las cámaras se me han atragantado en todas las ocasiones en que he visto películas de su genero preferido, el ‘mumblecore’ o series como las insufribles ‘Animals’ o ‘Room 104’.
En esta ocasión por suerte solo hace de actor con el personaje de Chip Black, el productor ejecutivo de ‘The Morning Show’ que vive en un estado continuo de pánico y extrema tensión, con unas decisiones que desconciertan completamente a todos sus empleados en muchas ocasiones, siendo un problema más que una solución.
Nestor Carbonell ( izq) es otro rostro muy conocido por sus múltiples apariciones televisivas desde sus inicios en ‘De Repente Susan’ hasta ‘Bates Motel’ pasando por un memorable personaje en ‘Perdidos’ , que ha ido alternando con apariciones como el alcalde de las versiones de Christopher Nolan de ‘Batman’.
En ‘The Morning Show’ interpreta a Yanko Perez el hombre del tiempo del programa, que al destaparse todo el escándalo sexual, teme por su propia reputación al tener relaciones secretas con una de las asistentes del programa, algo que podría acabar con su carrera si sale a la luz, en un momento como este. No es el mejor personaje de la serie, al tener casi una trama independiente de contraste sexual con la principal, pero Carbonell la hace creíble con su solvencia habitual.
Por último mencionar a dos actrices británicas Bel Powley ( izq) y sobre todo Gugu Mbatha-Row (der) que destacan como dos personajes del equipo técnico, la primera como la ambiciosa ayudante de producción Claire, mientras que la segunda es la productora Hannah encargada de buscar historias y personajes singulares y especiales para el programa.
Para la joven Powley es su primer papel importante tras su aparición en la gran ‘Informer’ que le abrió las puertas para cruzar el océano y demuestra que tiene una buena presencia en pantalla frente a todas esas estrellas, aunque sea en un rol algo marginal en lo más bajo de la cadena de producción.
Gugu Mbatha-Row ( der) ha conseguido en los últimos tiempos sacudirse sus primeros fracasos televisivos en series como ‘Undercovers’ o ‘Touch’, primero gracias a la película ‘Belle’ y posteriormente por su protagonismo en ‘San Junipero’ , el mejor episodio de la nueva etapa de ‘Black Mirror’.
Su interpretación es clave en el desarrollo de la serie y Mbatha-Raw esta impresionante y sobrecogedora con un personaje que evoluciona de menos a más y que solo una gran actriz podía sacar adelante.
Final : ‘The Morning Show’ ha sido una de las series más disfrutables que he visto últimamente. Al no haber trabajado nunca en un programa televisivo, desconozco el nivel de fiabilidad que tiene lo que vemos en pantalla, pero mientras me entretenga de la forma que lo ha hecho esta serie, no es un tema que me preocupe en absoluto.
La serie ya tiene asegurada su 2T, porque viendo el final de su primera entrega, queda todavía mucha tela que cortar, por lo que nada mejor que finalizar con un vídeo de los entresijos de ‘The Morning Show’
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Lorenzo Mejino