El adjetivo mamarracho suele ser utilizado casi siempre en términos peyorativos y denigrantes para intentar rebajar la importancia y la seriedad de cualquier propuesta audiovisual y calificarla como indigna de ser vista. Pero tenemos casos como ‘Emily in Paris’ donde puede ser considerado como una virtud al buscar y permitir un escapismo total y de lujo que es lo que muchas personas necesitamos en determinados momentos en estos tiempos de pandemia.
‘Emily in Paris’ es como un cuento de hadas ambientado en un Paris donde todo el mundo es perfecto y guapísimo y es mostrado como el marco ideal para las aventuras de Emily, una joven de Chicago, que aterriza en la capital francesa, dispuesta a comerse el mundo con su cuenta de Instagram por bandera.
Con esa premisa ‘Emily in Paris’ debe tomarse como un buen entretenimiento escapista para pasar unas horas soñando con nuestros recuerdos o nuestros deseos de conocer Paris y así es como voy a analizarla, sin intentar tomármela en serio, porque tengo claro que ni lo han intentado.
Ficha: Emily in Paris 10ep+ 30 m Oct 2020- Cadena: Netflix (E)
Sinopsis: Una importante empresa de marketing y comunicaciones de Chicago compra Savoir una prestigiosa empresa francesa de marketing de empresas de lujo. Como parte de la adquisición, Madeline una ejecutiva estadounidense, que domina a la perfección el francés, debe desplazarse a Paris durante un periodo de un año para coordinar la fusión y la cultura empresarial del conglomerado.
El problema surge cuando Madeline queda embarazada y debe renunciar al viaje por lo que es sustituida a toda prisa por Emily Cooper una joven veinteañera tan llena de entusiasmo como desconocedora del idioma francés y de la idiosincrasia parisina.
Su aterrizaje en Paris está lleno de problemas y pequeños conflictos tanto en el terreno laboral como en el personal que siempre acaban siendo superados por el optimismo irreductible que muestra Emily en todos los aspectos de su vida.
El inicio: Darren Star es una de las figuras mas reconocibles del panorama televisivo estadounidense desde hace treinta años cuando se destapó con ‘Sensación de Vivir’ y fue enlazando con grandes éxitos como ‘Melrose Place’ y ‘Sexo en Nueva York’ lo que le permitieron firmar un enorme contrato en exclusividad con la empresa Viacom, para producir shows para sus cadenas televisivas.
Su primera producción en su nueva casa fue ‘Younger’ que tuvo una gran acogida, lo que le permitió desarrollar una idea que tenía en mente desde hace muchos años sobre la historia de un expatriado en Paris.
En su juventud Darren Star había viajado de mochilero por Europa y quedó deslumbrando en su visita a Paris, llegando a alquilar un apartamento por un tiempo en el barrio del Marais, para empaparse de la experiencia parisina, a pesar de no tener ni idea del idioma de Molière.
Su fascinación por Paris estaba presente en todas sus series anteriores , con sus personajes viajando y visitando la capital gala como parte de sus historias, hasta que decidió dedicarle una serie con su estilo tan particular y definido.
Tras escribir la serie y presentarla en virtud de su contrato exclusivo a la productora Viacom, le dijeron que en lugar de programarla en sus cadenas, su carácter tan internacional era más adecuada para una plataforma de streaming, vendiéndola rápidamente a Netflix.
Su estreno en el otoño de 2020 se convirtió en toda una sensación a nivel de audiencias y ruido social , a pesar de que la crítica en general fue bastante indiferente, mientras que la francesa fue muy hostil ante el retrato de un Paris tan perfecto y luminoso de ‘Emily in Paris’ , lleno de clichés para turistas como se muestra desde el tráiler de la serie.
La trama: ‘Emily in Paris ‘ tiene la estructura clásica de un historia de ‘pez fuera del agua’, en este caso el desplazamiento de la joven Emily a un lugar completamente nuevo y desconocido para ella como es Paris, una ciudad que tiene mitificada en su imaginario interno y que desea descubrirla y compartirla con todo el mundo a través de su cuenta personal de Instagram, su ventana exterior.
Ese aterrizaje va a tener dos líneas principales de desarrollo, la laboral en el seno de Savoir, donde es recibida con una animadversión total por parte de la directora y jefa Sylvie, que no entiende el valor añadido que puede aportar esa niñata estadounidense, sin hablar ni jota de francés ni conocer a los franceses.
El resto de los empleados son algo más acogedores pero más en plan mascota que como una compañera válida y útil, aunque como es habitual en esos casos poco a poco se los va a ir ganando a pesar de que va alternando fallos clamorosos con aciertos inesperados, lo que convierte al principio sus actos laborales en bastante imprevisibles para ir asentándose poco a poco.
En el terreno personal Emily tiene que lidiar primero con la separación de su novio de Chicago, que no puede soportar esa relación a distancia, aunque no le van a faltar pretendientes de todo tipo en Paris, empezando por su vecino del piso inferior Gabriel, un prometedor chef de un restaurante cercano, con el problema añadido de su novia Camille, que se convierte en una buena amiga de Emily, para cerrar un triangulo con una latente tensión sexual.
Entre relaciones personales y laborales, Emily se pega la gran vida en Paris, mostrando un lujoso vestuario cuyo mayor misterio es saber como se lo puede permitir con su sueldo de ejecutiva junior, mientras que no para de ir de fiesta en fiesta, con una factura alcohólica que ha sido calculada por Netflix en el siguiente video, ilustrativo de su paso por Paris en esta primera temporada.
‘Emily in Paris’ es una historia aspiracional para soñar con ese Paris ideal, donde no vamos a ver ni rastro de los chalecos amarillos y con una invisibilización total de los problemas de todo tipo que tiene la ciudad parisina, por lo que si esperan cualquier tipo de crítica social, nunca ha sido la intención de su creador Darren Star que solo ha buscado escribir su particular carta de amor a Paris con Emily de cartera privilegiada.
El vestuario es una parte muy importante de ‘Emily in Paris’ con cambios de modelitos a cada escena que son un atractivo muy importante para las personas que les encanta la moda y pueden opinar y discutir sobre cada nueva combinación que exhibe Emily tanto en el trabajo como por las calles de Paris.
Mención especial para los acontecimientos especiales como una velada en la Ópera, donde luce un vestido de gala con una clara inspiración de Audrey Hepburn como pueden ver en el siguiente video donde la propia protagonista disecciona esa escena de lujo y oropeles.
Una característica importante de Emily es que no es ninguna mojigata y vive su sexualidad a tope en Paris, donde no le faltan pretendientes para elegir para cualquier relación esporádica sin ataduras para el día siguiente.
Su cómplice es su mejor amiga Mindy, una niñera de origen taiwanés que conoce al poco de llegar a Paris y que se convierte en su confidente y colega, al compartir ambas una visión parecida de la vida, tanto a nivel de moda como de juergas.
‘Emily in Paris’ no me llamaba mucho la atención a priori por algunos comentarios que había leído, pero finalmente decidí darle una oportunidad cuando buscaba algo ligero y evanescente poder evadirme un rato y lo cierto es que con esa intención me ha funcionado a la perfección.
En cuanto le pillé su tono cuqui y mamarracho en el buen sentido de la expresión, solo tenía que dejarme por una comedia romántica bien hilvanada en ese envoltorio de postal turística de Paris que sorprende por su sencillez y la calidad de su ejecución.
Todo ello es gracias a la actuación Lily Collins que está esplendorosa y luminosa en todo momento sin caer en el ridículo, en un personaje con bastantes más capas que las superficiales que muestra al inicio y sobre todo encantada de lucir todos los modelitos como lo hace en el siguiente video recopilatorio de la moda de la serie
Podría haberme puesto el sombrero de crítico serio y analítico con todas las inexactitudes, clichés y arquetipos que salen en ‘Emily en Paris’, pero precisamente ese me ha parecido uno de sus encantos, al abrazarlos de una forma tan consciente, que consigue que el atrevimiento y las aventuras de Emily sean simplemente una gran distracción y eso es muy importante en estos tiempos.
Los actores :
Darren Star tiene un excepcional ojo clínico para elegir a sus repartos, siempre repletos de gente guapa como aprendió de su primer mentor Aaron Spelling, y en este caso ha vuelto a acertar con la elección de Lily Collins para el papel protagonista de Emily Cooper .
La hija del famoso músico Phil Collins empezó su carrera como modelo para pasarse a la actuación, pero siempre estaba a la sombra de su famoso padre hasta que empezó a destacar en diversas películas independientes que le permitieron irse sacudiendo el sambenito del apellido paterno, en especial cuando deslumbró a todo el mundo con su delicada Fantine en la última versión televisiva de ‘Les Miserables’
Lily Collins se transmuta perfectamente en Emily con una gran naturalidad y facilidad para hacer creíbles todas las cosas tan increíbles que le suceden en Paris, con una actuación que eleva mucho la superficialidad inicial de su personaje y eso es mérito absolutamente suyo, llevándose la gran sorpresa de ser nominada para los Globos de Oro como mejor actriz.
El resto del reparto gira completamente alrededor de ese personaje como la gran actriz francesa Phillipine Leroy-Beaulieu ( izq) , que también es hija de un famoso, en este caso el insigne actor francés Phillipe Leroy, del que ha seguido sus pasos con innumerables papeles tanto en cine como en televisión como en la divertida ‘Call My Agent’ .
Especializada en papeles de mujer altiva y condescendiente, cumple a la perfección como la ‘villana’ Sylvie, la persona que hace la vida imposible a la pobre Emily en el despacho de trabajo, aunque como suele ser habitual en estos casos se va ablandando con el paso de los episodios.
En cambio poco puedo decir de Samuel Arnold ( centro ) , una pieza de atrezo que habla en la oficina y que sirve principalmente como cómplice de Emily en sus desventuras laborales, junto con Luc ( Bruno Gouery) , un impresentable calentorro que también pulula por allí.
En cambio la elección de Lucas Bravo como Gabriel, el restaurador vecinito de abajo e interés amoroso de Emily, ha suscitado mucho entusiasmo entre los fans de la serie, por considerarlo la pareja perfecta de la protagonista en todos los sentidos.
Bravo, con un abuelo exiliado catalán, también es hijo de famoso , en este caso del jugador internacional del futbol Daniel Bravo y carecía de mucha experiencia en papeles importantes antes de interpretar con aires de galán de vieja escuela a un personaje que va a cambiar su carrera.
Por último tenemos a Ashley Park y Camille Razat que interpretan a las amigas de Emily, Mindy una aspirante a cantante que trabaja como niñera y Camille la novia de Gabriel.
No conocía apenas a Ashley Park (izq) puesto que ha hecho toda su carrera en los musicales de Broadway, lo que se nota cuando le dan la más mínima oportunidad de cantar en la serie, lo que sucede en bastantes ocasiones, destacando más que como actriz.
Camille Razat (der) tuvo un buen debut tras empezar su carrera como modelo, como la protagonista del remake frances de la serie española, ‘Desaparecida’, para pasar a un cierto ostracismo hasta tener este papel de la ‘otra’ en la relación central de la serie y en su haber debo reconocer que consigue caernos bien y empatizar con ella, un poco como le pasa a Emily cuando en principio debería odiarla por ser la novia de Gabriel.
Final : Nunca me tomo las nominaciones muy en serio excepto para valorar su aceptación en determinados colectivos, pero debo reconocer que me sorprendió que fuera nominada como mejor comedia y mejor actriz en los Globos de Oro de este año, más que nada porque la levedad de su propuesta no suele ser reconocida frente a las traumedias de todo tipo que suelen dominar las nominaciones.
De todas formas si buscan una serie ligera para evadirse y disfrutar de una Paris de postal, ‘Emily in Paris’ tiene ese punto cuqui y mamarracho que cumple ampliamente ese objetivo, como pueden ver en el último video sobre la serie, una promoción de su estreno.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino