El humor japonés no es demasiado asimilable a los gustos europeos, pero de vez en cuando aparece una comedia canalla como ‘El Juego del Billón’ que nos puede permitir conocer a través de una sátira con muchos toques de humor, aspectos interesantes de la salvaje competitividad de las empresas japonesas.
El recorrido de dos jóvenes emprendedores, el extrovertido Haru y el introvertido Garu, tiene como objetivo final crear una empresa que pueda facturar un trillón de yenes en muy poco tiempo, lo que trasladado a dólares nos proporciona ese título de ‘El Juego del Billón’ que acaba de estrenarse en nuestro país de la mano de Netflix, que la ha adquirido de la cadena japonesa TBS.
Al ser la adaptación de un manga reciente y muy popular no han dudado en contratar a un popular ‘Idol’ japones, Ren Meguro para el papel protagonista y poder llamar la atención sobre una historia muy curiosa que personalmente me ha sorprendido muy favorablemente, como voy a analizar a continuación.
Ficha: El Juego del Billon 10 ep 45 min jul-sep 2023- Cadena: TBS (J) / Netflix ( E)
La trama :
Haru y Gaku son dos jovenes emprendedores que unen sus fuerzas cuando Gaku no es contratado por el poderoso imperio económico liderado por el Dragon Bank, tras una desastrosa entrevista laboral. Ese hecho provoca que Haru abandone su puesto de trabajo en el banco para emprender una aventura empresarial con su mejor amigo.
Ambos se complementan a la perfección, Haru ( Ren Meguro, izq) es un excepcional comunicador, capaz de venderle hielo a un esquimal lo que complementa con unas grandes dotes para la negociación y un morro que se lo pisa.
Por el contrario Gaku ( Hayato Sano, der) es un ingeniero apocado e introvertido pero extremadamente brillante en su trabajo e incapaz de hacerse valorar por si mismo. Esos dos personajes se presentan de la siguiente manera en el tráiler japonés de su estreno en la TBS nipona.
‘El Juego del Billon’ tiene una estructura muy interesante, empezando cada episodio en los lujosos cuarteles generales que tiene su empresa ‘Trillion Game’ en el futuro, pero en la que solo aparece Gaku como gran presidente y director sin rastro de Haru ni del resto de personas que empezaron con él.
A partir de esa escena inicial rebobinamos hasta el inicio de su relación empresarial, en la que más o menos en cada capítulo la pareja se marca un objetivo de crecimiento para su ‘Start up’ que van cumpliendo de las formas más originales e inesperadas casi siempre gracias a las iniciativas del burbujeante Haru.
Una pieza clave en el crecimiento de la empresa es la incorporación de una joven estudiante Rinrin ( Riko Fukumoto, centro ) muy meticulosa y concienzuda en el trabajo y que se convierte en el nexo perfecto entre las dos personalidades y formas de trabajar tan antagónicas de los dos fundadores.
Cada episodio se dedica a un umbral de crecimiento en que los dos fundadores se empiezan a crear poderosos enemigos que quieren acabar con su aventura empresarial, empezando por el presidente del Dragon Bank, un tiburón financiero que solo desea aplastarlos a cada nueva aventura.
En cambio su hija y presidenta del consejo de administración del Dragon Bank, la princesita Kirika ( Mio Hamada) es una chica arrogante y altiva, pero que siente una cierta simpatía por ese par de buscavidas, por lo que no duda en echarles una mano en determinadas ocasiones a espaldas de su padre
Esos umbrales que deben superar para alcanzar ese trillón de yenes que es su objetivo hace que ‘El Juego de Billón’ sea una serie sumamente entretenida por ese nuevo desafío al que se deben enfrentar en cada episodio, con la seguridad del triunfo final que vemos en cada escena inicial pero con la incertidumbre del futuro del resto de las personas excepto Gaku, como se puede ver en la siguiente promoción.
‘El Juego del Billón’ no duda en aprovechar la enorme popularidad de su protagonista Ren Meguro, miembro de la gigantesca idol band japonesa Snow Man, para que grabaran la sintonía de ‘El Juego del Billón’ junto al siguiente clip de presentación de la canción ‘Dangerholic’ .
Reconozco mis enormes reticencias iniciales porque no soy ningún fan de las boy band japonesas y sus ‘idols’, pero desde el principio me pude percatar que tenía su personalidad propia con varios misterios y lineas de incertidumbre y no es un mero vehículo de lucimiento para Ren Meguro o para los fans del manga original.
En España se ha estrenado de la mano de Netflix, pero sin doblaje al castellano y con menos promoción que la misa dominical, por lo que sirva este artículo como aviso para navegantes que busquen adentrarse en las procelosas y divertidas aguas del mundo empresarial japonés.
Para cualquier comentario no dudéis en contactarme aquí o a través de mi cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino