The Following es una serie que creó unas expectativas inusitadas en sus primeros capítulos para desvanecerse a la velocidad de la luz a medida que avanzaban los escasos quince episodios de su primera temporada recién finalizada.
En el mundo televisivo, donde últimamente prevalece la satisfacción instantánea, The Following es un ejemplo claro de pasar de un encumbramiento fugaz tras la emisión de su piloto, con mucha gente ensalzándola como la mejor serie del año, a ser literalmente destrozada por las mismas personas.
En ese caso la ilusión generada entre sus seguidores se convirtió en ira y rabia al verse defraudados por el desarrollo de la historia, como una amante engañada y despechada por los productores de la serie. Por estas razones, y aprovechando su estreno esta misma noche en una cadena generalista, hoy vamos a analizar el encumbramiento y la caída de The Following en esta nueva entrada del blog.
Ficha : The Following, 15+ episodios. Ene 2013- Fox (USA) TNT (E).
Sinopsis: Un antiguo agente del FBI es requerido para ayudar a volver a capturar a un asesino en serie que detuvo cinco años atrás. Este asesino ha creado una secta de seguidores que siguen fielmente sus instrucciones y realizan toda clase de delitos y asesinatos para seguir a su líder.
El inicio: El famoso productor y guionista Kevin Williamson, autor de la saga de terror ‘Scream’ y de dos series de relativo éxito como ‘Dawson Crece’ y ‘Crónicas Vampíricas’, propuso a la cadena FOX, donde emitían su serie favorita ’24’, un concepto para una serie oscura y sangrienta sobre un brutal asesino en serie y su perseguidor, como una especie de juego de gato y ratón.
Williamson escribió y rodó el piloto, que tuvo algunos problemas con la censura estadounidense por la violencia explícita de algunas de sus imágenes, consideradas demasiado brutales para ser emitidas por una cadena generalista en horario de máxima audiencia. Williamson soslayó estos problemas, utilizando elipsis narrativas, evitando ser demasiado explícito y consiguió la aprobación de la cadena.
Por aquel entonces, ya había conseguido convencer al famoso actor Kevin Bacon para incorporarse al proyecto, lo que le dio el espaldarazo definitivo al conseguir una gran repercusión mediática por su incorporación a la serie.
La serie se estrenó en enero de este año para una primera temporada de quince capítulos con un enorme éxito de público y crítica y, a pesar de lo que hemos comentado, ya ha sido renovada para una segunda temporada.
En este vídeo pueden ver la promoción española antes de su emisión por las cadenas de pago, que fue con apenas diez días de decalaje con los USA:
Y para comparar, aquí tienen la promoción de la serie en los USA:
La trama: La serie se inicia cuando un peligroso criminal en serie, Joe Carroll, se escapa de la prisión y el FBI recurre a un antiguo agente (Ryan Hardy), que fue el que lo capturó para ayudarles en la búsqueda y puesta a buen recaudo del criminal.
Carroll, durante su estancia en prisión, ha conseguido crear a través de Internet una secta de seguidores enfermizos que obedecen ciegamente sus órdenes. Para acabar de adornar la trama el psicópata asesino ordena los delitos a sus seguidores basándose en los textos de las obras del escritor Edgar Allan Poe, con algunos de ellos llevando una máscara del escritor al cometer los crímenes. En el siguiente vídeo pueden ver un ejemplo basado en la obra ‘El Cuervo’ de Poe:
El eje central de la serie es la pugna entre el criminal y su captor, y la sed de venganza que tienen ambos ya que su primer encuentro les dejó secuelas importantes a los dos que perduran en el tiempo.
Si a ello le añadimos una relación amorosa del agente con la mujer del criminal, con su hijo por enmedio, tenemos el campo abonado para toda clase de sucesos entre estas dos personas: una apoyada por los miembros de su secta, la otra por los agentes del FBI.
No voy a extenderme más en comentar la trama, para no desvelarles secretos de la misma a aquellos de ustedes que no la hayan visto y tengan interés por la misma, por lo que vamos a ir directamente al análisis de la globalidad de la primera temporada.
The Following ha tenido un problema muy grave que ha sido la falta de ritmo, ya que ha sido como un atleta que sale a toda pastilla en una carrera para desfondarse a mitad de la misma y llegar derrengado al final.
El inicio de The Following fue magnífico con unos primeros episodios que mantenían completamente en vilo al espectador, con una sucesión de sorpresas y giros argumentales espléndidos que le llevaron a recabar grandes críticas y unas magníficas audiencias. El problema fue que quemaron sus naves demasiado pronto para ganarse de forma rápida a la audiencia, y todas las historias que pasaron a la velocidad del rayo en apenas tres capítulos deberían haber sido dosificadas en esta primera temporada y el resultado habría sido mucho mejor.
El agotamiento de la capacidad de sorpresa admisible por un espectador derivó en un más difícil todavía, donde salían miembros de la secta como setas por los lugares mas insospechados y sin ningún sentido narrativo sólo para sorprender al espectador.
Por otro lado, la ineptitud total de los agentes del FBI jugaba totalmente en contra de la credibilidad de la trama, ya que eran constantemente burlados, atrapados, apaleados e incluso asesinados por los adeptos a la secta y en algunos momentos parecían más ‘Los Hombres de Paco’ que el FBI.
En este sentido recuerdo una escena particular, donde un agente anónimo del FBI se parapeta en un motel con una pistola detrás de una puerta de madera, y lógicamente muere cuando los sectarios les disparan a través de la puerta, en una muestra total de la estupidez de los guionistas.
Estos fallos se iban haciendo cada vez más evidentes y empezaron a poner de los nervios a sus seguidores, que veían cómo una serie con muchas posibilidades se perdía entre un marasmo de agentes inútiles y una secta con mil cabezas, con el pobre Kevin Bacon en medio de semejante lío.
Estos nervios fueron derivando en odio y empezaron furibundos ataques en la red contra la serie, cuando ésta no pudo mantener el gran nivel de los primeros capítulos y los fans empezaron a desertar en masa cuando las tramas inverosímiles y personajes sacados de la manga empezaron a dominar la serie.
Personalmente, con esta serie me he mantenido en un punto medio, ni me subí al carro de los entusiastas al principio, porque no veía nada claro por dónde iba a seguir la trama a ese ritmo, ni me pasé al bando de los detractores al final.
La serie me tuvo intrigado sobre su desarrollo desde el principio y tenía ganas de ver cómo evolucionaba. En especial entre los dos personajes principales, que eran de lejos lo más interesante de la serie. He sido bastante indulgente con los desvaríos de la parte central y, en cambio, el episodio final de la temporada fue realmente interesante con un final abierto que por suerte podremos conocer el desenlace, al haber sido renovada la serie para una segunda temporada.
Mirándola con una cierta perspectiva, tengo que reconocer que está por encima de la media y se deja ver con bastante interés. El problema es que al no cumplir las grandes expectativas que prometía, se ha quedado en un limbo mediático que le ha perjudicado mucho. A ver por dónde van en la segunda temporada. En el vídeo pueden ver la promoción de la serie en su estreno en el canal TNT de nuestro país:
Los actores: El mejor golpe publicitario de la serie fue la contratación de Kevin Bacon para dar vida al taciturno exagente del FBI Ryan Hardy, con heridas abiertas de su última confrontación con el asesino.
Bacon ha desarrollado casi toda su carrera en el cine, con multitud de películas, y decidió subirse al carro de Williamson cuando leyó el guión y para tomar el relevo laboral a su mujer Kyra Sedgwick, que había finalizado ‘The Closer’.
Aunque hay opiniones encontradas, Bacon me ha gustado en este papel de hombre atormentado y que vuelve a revivir los demonios del pasado en la caza de su enemigo. He echado en falta algún gesto humorístico, completamente ausente en toda la serie, pero con su presencia llena la pantalla y transmite perfectamente la angustia vital de su personaje.
James Purefoy, otro veterano actor de series, le da la réplica a Bacon como el asesino Joe Carroll y, sobre todo en los primeros episodios, cuando hace de mente perversa y maquiavélica está muy bien y sus escenas con Bacon son de largo lo mejor de la serie.
El problema es que a mitad de la serie convierten a su personaje en alguien mesiánico y descontrolado, perdiendo mucho del carisma que tenía al inicio, convirtiéndose en un ególatra loco de atar en una evolución nefasta del personaje, pero que Purefoy hizo lo que pudo para salvarlo.
La tercera pieza del triángulo era Natalie Zea, como la exmujer de Joe Carroll y amante de Ryan Hardy, en un papel de lo más desdibujado, muy lejos de su composición en la maravilla que es ‘Justified’.
Zea se pasa media temporada buscando a su hijo o escondida y huyendo de su exmarido, y su comportamiento y reacciones no tienen mucho sentido la mayoría de las veces, siendo una de las piezas que más chirriaban en el engranaje de la serie.
En la foto inferior tenemos a tres de los actores secundarios y desconocidos antes de la serie: Adam Canto, Valorie Murray y Nick Tortorella, de los que no les voy a desvelar sus papeles, para no chafarles la guitarra. Los chicos no son grandes actores y sobre todo lucen abdominales, mientras que ella es de lo mejorcito de la serie y una autentica revelación como una verdadera femme fatale.
Por último, en el capítulo de agentes del FBI tenemos a Shawn Ashmore y Annie Parisse como los agentes del FBI encargados de la investigación y de ayudar a Ryan Hardy en la búsqueda del asesino.
En el primer capítulo apareció otra agente que fue sustituida por Parisse en el segundo episodio, como una especialista en sectas, y ambos básicamente han sido como una especie de saco de golpes de los miembros de la secta, que los capturaban y torturaban en numerosas ocasiones, en uno de esos sin sentidos que tenía la serie.
El final: The Following acabó su primera temporada hace escasamente quince días, entre grandes muestras de rechazo por parte de la comunidad bloguera televisiva a ambos lados del océano.
Vuelvo a insistir que no es ninguna maravilla excepcional, pero tampoco está tan mal. La he encontrado bastante entretenida y el final abierto me ha dejado intrigado lo suficiente para ver el inicio de la segunda temporada, para ver por dónde van los tiros, aunque dudo mucho que consiga remontar su nivel inicial. Pero como ya he repetido en algunas ocasiones, la paciencia es una buena virtud en el mundo televisivo.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestras cuentas de Twitter (@jefoce) y (@lmejino). Hasta la próxima.
Mikel Madinabeitia/ Lorenzo Mejino