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Lorenzo Mejino

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Cybill: grandes actores y guionistas en una comedia de turbulenta historia

Ha habido grandes comedías del pasado que por las circunstancias de su emisión en nuestro país son unas grandes desconocidas. Pero cuando vemos  la gente que ha  trabajado en ellas, rápidamente nos percatamos que tenían que ser algo especial para reunir tanto talento, como sucedió en el caso de ‘Cybill’, una comedia al servicio de la gran estrella que era Cybill Shepherd, pero que acabó descubriéndonos a la fabulosa Christine Baranski.

Si a ese hecho le añadimos que la serie fue una de las primeras creaciones del rey de las ‘sitcoms’ Chuck Lorre y fue el primer trabajo de importancia para dos grandes guionistas como Alan Ball ( A dos metros bajo tierra, True Blood) y Michael Patrick King (Sexo en Nueva York) , no necesito ninguna excusa más para recordarla como se merece.

Con perspectiva mucha gente la recuerda no solo por esos nombres, sino por la turbulenta historia de la misma, llena de celos, despidos y tensiones que hacen que la historia de su producción sea casi tan apasionante como la divertida comedia que fue y que les vamos a analizar a continuación.

Ficha: Cybill 87 episodios  4T  Ene 1995 – Jul 1998  Cadena: CBS (USA) – La 2 (E)

Sinopsis: Cybill Sheridan es una actriz que no está pasando por el mejor momento de su carrera, que tampoco ha sido precisamente estelar, pero sus papeles cada vez escasean más tras sobrepasar la barrera de los cuarenta años.

Dos veces divorciada y con dos hijas mayores y emancipadas, su mejor amiga y compañera es MaryAnn, una antigua recepcionista que se ha convertido en multimillonaria alcoholizada tras beneficiarse de su divorcio con un prestigioso cirujano plástico y que tiene un hijo mayor al que apenas ve.

La historia empieza cuando la hija mayor de Cybill, le dice que la va a convertir en abuela, un hecho que la sume en una profunda crisis personal sobre lo que va a hacer el resto de su vida, que va a afrontar con la ayuda de su inseparable amiga.

Inicio:

Cybill Shepherd era una actriz tremendamente popular que veía como tras entrar en la cuarentena, sus papeles comenzaban a escasear, por lo que decidió tomar las riendas de su carrera y se dirigió a los poderosos megaproductores Tom Werner y Marcy Carsey ( El Show de Bill Cosby. Roseanne, That 70’s show) para proponerles hacer una comedia protagonizada por ella misma como una deslumbrante ejecutiva publicitaria.

Ese concepto no convenció a los productores, pero a cambio le propusieron idear una serie centrada en ella, encargándole el proyecto a un guionista de su confianza Chuck Lorre, curtido en pelearse con divas como Roseanne, hasta que fue despedido a instancias de esa  actriz.

Lorre no lo tuvo nada claro al prinicipio  por la fama de conflictiva que tenía la estrella, hasta que se reunió con Cybill Shepherd, lo que le hizo cambiar completamente de opinión, al encontrarla encantadora y con un gran atractivo frente a las cámaras

Tras esa reunión, Lorre decidió que un guión cinematográfico que tenía en los cajones sobre dos mujeres divorciadas en su cuarentena, que debían plantearse su nueva vida sin la compañía de su marido ni de sus hijos ya crecidos, podía ser un buen punto de partida.

Su segundo concepto importante fue poner al personaje de Cybill Shepherd como una actriz a imagen y semejanza del personaje real, pero sin haber triunfado como lo había hecho ella, al no pasar de papeles secundarios y poco relevantes que le han permitido tirar adelante pero sin oler la fama, mientras que su compañera era una borrachuza multimillonaria que pasa absolutamente de todo en la vida.

Tras escribir el piloto, recibieron el encargo de la cadena CBS, para una primera temporada de corta duración de trece episodios, estrenada con gran promoción a inicios del año 1995. Cosechó un gran éxito tanto de críticas como de audiencias, por la gran pareja protagonista que formaban Cybill Shepherd y Christine Baranski.

Su escueta cabecera dejaba bien a las claras el tipo de estrella cinematográfica que era Cybill

La trama: Chuck Lorre es uno de los creadores más inteligentes de comedías y tuvo muy claro desde su concepción inicial el concepto de ‘buddy movie’ como punto de anclaje de la serie, pero con dos divorciadas cuarentonas como el centro de las historias semanales de una comedia de situación rodada con multicámaras, en el estilo más convencional.

Esa elección no era nada obvia en el siglo XX, donde las mujeres simplemente desaparecían de los repartos tras pasar la barrera de los cuarenta y utilizar a todo un icono tanto televisivo como cinematográfico como Cybill Shepherd para denunciar ese hecho, iba a tener mucha más penetración social y a nivel de audiencias que alguien menos popular.

Desde el episodio piloto establecieron la fortaleza no solo de esos dos personajes femeninos, sino también de las dos hijas de la protagonista, en especial la pequeña Zoey, una virtuosa pianista que disimulaba de la forma más penosa posible en cuanto veía a su progenitora, como un trauma maternal que no puede superar, que se ve desde la primera escena que aparece en el episodio piloto.

El primer momento memorable de ‘Cybill’ fue en el piloto con la aparición del personaje de la rica divorciada MaryAnn Thorpe que sienta las bases desde el principio de la relación entre esas dos mujeres.

Las historias de cada episodio se centraban en las vicisitudes de esa extraña pareja, que solían arrancar con el nuevo personaje que la actriz Cybill Sheridan debía interpretar en cada episodio, abriendo las puertas a todas las metareferencias posibles entre el personaje ficticio y el real. En principio debía ser el vehículo de lucimiento de su estrella principal como en el siguiente vídeo donde interpreta una canción de Frank Sinatra.

El problema es que en esa pareja de dos mujeres, el personaje principal de Cybill Sheridan era el controlado y seguidor de las normas, mientras que su compañera MaryAnn era la desmadrada e imprevisible por lo que poco a poco se fue apoderando de la serie, con escenas como la siguiente, con una impresionante Christine Baranski riéndose de su hijo en su propia cara.

Nada puede sentar peor a una estrella que su compañera de reparto se lleve todos los elogios y los premios como el Emmy a la mejor actriz secundaria en su primera temporada, por lo que los celos empezaron a surgir y Cybill Shepherd empezó a exigir escenas tan divertidas y brillantes como las de su compañera, sin ser consciente de que ese contraste era la clave de la serie y que  si las dos se comportaran igual, ‘Cybill’ perdería todo su atractivo.

Sus increibles presiones a Chuck Lorre, para cambiar el tono de su personaje, desembocaron en el despido del ‘showrunner’ tras apenas seis episodios de la 2T para contratar a alguien que fuera más receptivo ante sus demandas, aunque los propios jefes de la cadena eran los primeros  que estaban encantados con la dinámica de la pareja y no querían cambiarla.

La solución fue potenciar el personaje de su hija pequeña Zoey interpretado por otra maravillosa actriz como Alicia Witt, para poder lucirse más en pantalla, sin que la presencia arrolladora de Christine Baranski se la comiera en todas las escenas.

Esa apuesta fue casi peor que el problema ya que permitieron descubrir a la joven Alicia Witt, como una gran actriz, que también eclipsaba a la protagonista como pueden ver en la siguiente recopilación de sus mejores escenas.

De todas formas y a pesar de esos ajustes, los guionistas tenían muy claro que lo que mejor funcionaba eran las interacciones entre las dos protagonistas, aunque las risas se las llevara siempre Christine Baranski como en esta memorable escena en un club de tiro, un gran resumen de lo que pasaba en las bambalinas de la serie.

Las quejas de Cybill Shepherd por querer acaparar las luces que le robaban sus compañeras fueron una constante hasta el abrupto final de la serie que les explicaremos más adelante.

En el plano personal siempre he considerado a ‘Cybill’ como una gran comedia que visibilizaba a mujeres de mediana edad de una forma que nunca se había visto en televisión, la pareja protagonista funcionaba como un tiro, en especial Christine Baranski, con una interpretación de visión obligatoria, para todos los que la descubrieron en ‘The Good Wife’ como Diane Lockhart y que desconocen lo que hacía una década antes.

A pesar de esos problemas tras las cámaras, la pareja funcionaba a las mil maravillas y con la adición a las tramas de su hija Zoey, ese triángulo femenino es de lo mejor del género. El nivel bajaba bastante cuando las historias implicaban a la hija mayor de Cybill, Rachel una pija estirada que rompía bastante la armonía del trío principal, de la misma forma que lo hacían las apariciones esporádicas de sus dos ex-maridos que solo eran utilizados como saco de reproches para la protagonista.

Siempre me han gustado las comedías sofisticadas y con una cierta dosis de mala leche y ‘Cybill’ fue una de mis series preferidas para salir airoso de la década de los noventa y así es como la recuerdo con cariño.

Los actores:
Cybill Shepherd era una impresionante belleza sureña que trabajaba como modelo de alta costura, cuando fue descubierta en la portada de una revista por el director Peter Bogdanovich que la hizo debutar en el cine en la fabulosa ‘The Last Picture Show’ con apenas veintiún años en 1971, lo que le abrió las puertas para aparecer en ‘Taxidriver’.

Tras esas dos referencias su carrera se estancó por lo que decidió volver a su Memphis natal, para formarse como actriz lejos de los focos de los grandes críticos, hasta que a mediados de los ochenta fue elegida para el personaje de Maddie Hayes en la increíble ‘Luz de Luna’ que la volvió a poner en el pedestal de la fama durante varios años.

Su siguiente gran paso fue inspirar la serie ‘Cybill’ , un vehículo pensado para ella, pero que fue la catapulta para el resto del reparto, ante lo que su ego se reveló de forma violenta. De hecho Cybill Shepherd siempre se ha aprovechado más de su alucinante fotogenia y capacidad de enamorar a la cámara, que de sus recursos como actriz y a medida que pasaban los años, esas carencias se hacían más evidentes, pero debo reconocer que en mi caso siempre me obnubila cuando la veo en pantalla.

Christine Baranski fue la sorpresa inesperada para todo el mundo, en su primer papel televisivo importante tras pasar toda una década en los teatros de Broadway, donde se convirtió en toda una leyenda con dos Tony en su poder, ademas de tocar todos los registros, comedia, drama y musical.

Su personaje de MaryAnn era  una millonaria por accidente, descreída, deslenguada y alcoholizada que siempre tenía una frase cortante en la boca, para soltársela en toda la cara a su amiga Cybill. Desde los primeros episodios se convirtió en la estrella de la serie, creando todo el resquemor posible en su compañera, que no soportaba verse en la sombra, en especial cuando ganó el Emmy a la mejor actriz secundaria por esta serie en su primer año de emisión

Baranski siempre se mantuvo al margen de toda polémica como la gran profesional que es y al acabar la serie tuvo las puertas abiertas de la industria para lo que fuera, cine ( Mamma Mia. Chicago), teatro o televisión.

A finales de la década pasada volvió a dar en la diana cuando fue elegida para el personaje de la implacable abogada liberal Diane Lockhart en la fabulosa ‘The Good Wife’ y posteriormente protagonizar su secuela de ‘The Good Fight’, sin olvidar a su viejo amigo y descubridor Chuck Lorre, al no poderse negar a aparecer en ‘The Big Bang Theory’ como la psicóloga madre de Leonard Hofstatter, demostrando en todo momento que es una de las mejores actrices de Hollywood.

Los papeles de las hijas eran una de cal y otra de arena, por un lado el gran descubrimiento de Alicia Witt ( der) , como Zoey la adolescente rebelde, vivo retrato de su madre y que era una gran pianista gracias al virtuosismo de la actriz en ese instrumento y que pronto se rebeló como la tercera pieza en importancia en ‘Cybill’ .

Tras debutar de la mano de David Lynch como adolescente en ‘Dune’ y ‘Twin Peaks’ , Witt consiguió en ‘Cybill’ su primer papel importante, para convertirse poco a poco en una gran secundaria robaescenas tanto en cine como en televisión, con grandes personajes recurrentes en ‘Friday Night Lights’, ‘Justified’ o recientemente en ‘Orange is the New Black’

Todo el contrario es el caso de Dedee Pfeiffer (izq) , que interpretaba a Rachel, la estirada y pretenciosa hija mayor de Cybill, que siempre fue el peor personaje del elenco y de lejos, con una interpretación mustia y sin la chispa que tenían las otras tres mujeres del reparto.

A pesar de haber trabajado con continuidad en pequeños papeles, Dedee nunca  ha conseguido sacudirse el sambenito de ser la hermana de Michelle Pfeiffer, que es su presentación recurrente en cualquier nota de prensa y el hecho de que este año vaya a tener un papel en ‘The Big Sky’, la nueva serie de su cuñado, el gran David E. Kelley, no le va a ayudar a quitárselo de encima.

Por último mencionar de pasada a la escasa representación masculina de la serie que corresponde a los dos ex-maridos de Cybill, interpretados por dos actores conocidos como Tom Wopat ( Los duques de Hazard, izq) que era Jeff, un especialista cinematográfico, padre de su hija mayor, con el que seguía teniendo una buena relación.

Su segundo marido Ira estaba interpretado de forma convincente por otro veterano Alan Rosenberg ( der, La Ley de los Angeles, Chicago Hope), que cumplía como un neurótico escritor y padre de la brillante Zoey.

El final :

Las quejas y peticiones de Cybill Shepherd habían creado un gran clima de tensión entre guionistas, ejecutivos y actores, para poder atender sus demandas de tener mejores frases y diálogos que su compañera Christine Baranski.

La situación era tolerable mientras las audiencias aguantaran, pero en la 4T se desplomaron y le faltó tiempo a la cadena CBS para cancelar a media temporada una serie que le daba más quebraderos de cabeza que espectadores, quemando los episodios por emitir en pleno verano

Más adelante Cybill Shepherd declaró que las causas fueron plenamente achacables al director de la cadena Les Moonves, como represalia por haber rechazado de forma insistente tener una relación con el ejecutivo  en diversas ocasiones.

Cuando Moonves fue acusado dentro del movimiento #MeToo por otras mujeres de aprovecharse de su situación de privilegio para tener favores sexuales, le faltó a Cybill tiempo para explicar su versión de esa cancelación que difiere mucho de la oficial que dieron en su día.

Por aquel entonces, una de las razones principales fue que la serie se había convertido en demasiado feminista y muy centrada en temas sexuales lo que molestaba a muchos anunciantes conservadores. La cancelación cogió por sorpresa a los guionistas que cerraron la serie con un ‘cliffhanger’ enorme e incluso con el típico ‘continuará’ pero del que nunca más se supo.

Tras la serie Cybill Shepherd continuó rajando de todo el mundo en entrevistas y  en su autobiografía, pero solo hacía que ponerse en evidencia, cuando todo el mundo desmentía de forma mucho más elegante sus diatribas y acusaciones.

Epílogo:
Hoy hemos recordado a ‘Cybill’ una comedia sofisticada y de alta gama, que ha sobrevivido a la perfección el paso del tiempo ( a excepción de vestuario y peinados, lógicamente). Al visionar algunos capítulos para escribir este artículo, me ha sorprendido lo bien que conserva la acidez que tenía en su momento, gracias al talento de Chuck Lorre y a esas tres grandes actrices que hemos querido recordar hoy en nuestro rincón del viernes.

Si desean exponer sus opiniones y comentarios, lo pueden hacer aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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