La elección de la serie del recuerdo que va a cerrar nuestra semana temática dedicada a las invasiones alienígenas ha sido algo más complicada puesto que tenía varias opciones sobre el tintero, algunas de ellas muy obvias por lo conocidas y populares que fueron en su momento, pero me ha parecido más interesante decantarme por un clásico como ‘Los Invasores’ una de las primeras grandes series de ciencia-ficción de los años sesenta y por su estrecha relación con la cultura popular de Albacete
La razón principal ha sido por tener un tono similar a las otras dos series seleccionadas, debido a que evita mostrar y recrearse en los seres extraterrestres, que no se muestran apenas pero sabemos que están ahí, perfectamente disfrazados como seres humanos, para aumentar la paranoia de que cualquier persona podía venir de otro mundo y estar a nuestro lado.
Personalmente la recuerdo como una de las primeras series de mi memoria televisiva con las que pasaba miedo y sufría junto al protagonista, el arquitecto David Vincent, en su lucha titánica por detener la invasión extraterrestre, como vamos recordar en una de las grandes series de culto de la historia de la ciencia-ficción televisiva.
Ficha: Los Invasores ( The Invaders) 43 ep 50 min Ene 1967- Mar 1968 Cadena: ABC (USA) – TVE (E)
Sinopsis: David Vincent es un arquitecto que en el transcurso de un viaje nocturno por carretera decide tomar un atajo que le lleva a un descampado, donde ve aterrizar una nave extraterrestre en forma de platillo volador. Este aterrizaje es parte de una invasión alienígena a toda escala de la que nadie es conocedor y de la que ha sido testigo de su llegada al ver que toman forma humana para pasar desapercibidos.
A partir de ese momento decide viajar por todo el país, para intentar detener a los invasores y convencer a las autoridades del peligro inminente del que no son conocedores, consiguiendo algunos pequeños aliados en su lucha titánica contra ese enemigo desconocido.
El inicio: Quinn Martin era uno de los principales productores televisivos de la década de los sesenta gracias a series como ‘El Fugitivo’ que arrasaba en las audiencias de todo el mundo, pero que tenía su final previsto para 1967.
Martin decidió buscar una sustituta para su serie estrella, con una premisa similar de una persona que se encuentra en una huida perpetua encontrándose a diferentes personajes cada semana.
Con esa idea contactó con un joven productor Larry Cohen ( foto) que le había creado dos series similares de hombres huyendo como fueron ‘Branded’ o ‘Coronet Blue’ que apenas duraron una temporada, con la instrucción de intentar hacer algo más rompedor en todos los sentidos.
Cohen era una apasionado de la ciencia-ficción y propuso el concepto de la invasión extraterrestre, inspirado en las películas del genero de los años cincuenta, como el marco para ese viaje y la huida continua del protagonista para poder tener historias semanales diferentes y de largo recorrido, lo que encantó a Quinn Martin que le encargó la escritura del piloto.
El primer borrador no le gustó al megaproductor por considerarlo demasiado oscuro en su mitología, dando la tarea de revisarlo a su guionista de confianza Tony Rosen, para tener los toques finales de un piloto que fue estrenado el mes de Enero de 1968, con una buena recepción del público dispuesto a pasar una hora de suspense y miedo frente al televisor, con una larga cabecera que explicaba la premisa inicial, que ahora les voy a poner en su versión latina.
La carrera de Larry Cohen despegó a partir de ese momento, independizándose para crear su propia productora, donde se especializó en hacer de guionista y director de películas de serie B tanto de terror como de ciencia-ficción, con muchas películas de culto como ‘It’s Alive’ y que sigue siendo venerado en determinados sectores amantes de este tipo de cine bueno, bonito y barato.
La trama: El arquitecto David Vincent es el protagonista y centro absoluto de la serie desde el momento que en el episodio piloto se convierte en el único testigo de la invasión extraterrestre pero cuya impotencia para ser creído por las autoridades le sume en una gran angustia existencial que le carcome por dentro.
Ante esa situación decide luchar por su cuenta para desenmascarar a los invasores que no sabe cuantos son, ni qué aspecto tienen al estar perfectamente camuflados como personas humanas aparentemente iguales a todos nosotros.
Este hecho nos era recordado siempre por su cabecera de la que ahora les invito a ver en su versión original USA donde presentaban hasta el apuntador como en todas las series de Quinn Martin.
El espectador dispone de la misma y escasa información que David, por lo que vamos descubriendo las cosas al ritmo del protagonista, en especial las características de la raza extraterrestre de la que nunca se nos revela ni el planeta del que proceden ni su nombre ni sus objetivos.
A pesar de su aspecto similar, David Vincent descubre ciertos detalles que le permiten diferenciar a los invasores de las personas humanas. Los invasores carecían de pulso y no podían sangrar, por lo que en determinadas ocasiones los podía desenmascarar si los palpaba o miraba sus heridas tras una pelea o accidente.
Los invasores tenían diferentes castas y niveles que se diferenciaban básicamente por la calidad del caparazón humano, ya que en uno de los rasgos más divertidos y diferenciadores, los invasores de nivel más bajo tenían un defecto que les impedía doblar el dedo meñique lo que les hacía más fácilmente reconocibles y que se convirtió en la mayor seña de identidad de la serie como muestra su propio actor Roy Thinnes varios años después
Los episodios eran autoconclusivos y empezaban con la llegada de David Vincent a algún lugar donde sospechaba la presencia activa de alienígenas, empezando sus interacciones con los lugareños para descubrir y desenmascarar a los invasores y acabar con ellos, con posibles interpretaciones como hacer un paralelismo hacia los posibles comunistas infiltrados en los EEUU rememorando la guerra fría.
El problema que tenía acabar con uno de los invasores era la imposibilidad de poder estudiarlos o hacerles una autopsia, puesto que se desvanecían de forma inmediata dejando únicamente una mancha de color rojo en el suelo.
Los extraterrestres solo se mostraron en una ocasión y como un accidente de un científico invasor que pierde su forma terrestre y debe introducirse en un tanque de regeneración para volver a adquirir su forma humana. Esta necesidad de regenerar su cuerpo con una cierta regularidad necesitaba mucha electricidad, por lo que la mejor pista para descubrir los lugares con actividad extraterrestre era gracias al descubrimiento de picos de electricidad, que conseguía gracias a un contacto en la compañía eléctrica.
Al principio le era muy difícil distinguirlos puesto que algunos alienígenas avanzados habían mutado y eran capaces de mostrar incluso emociones, como en el caso del siguiente vídeo, donde David empieza una relación con una mujer invasora ( una joven Suzanne Pleshette) que intenta tenderle una trampa como pueden ver en el vídeo siguiente.
El tono de la serie era dramático y trágico con muchas bajas en el bando humano incluyendo a algunos de los mejores amigos del protagonista, por lo que poco a poco se va convirtiendo en una verdadera lucha sin cuartel, donde solo puede haber un superviviente como se trasladaba en las promociones de la serie
‘Los Invasores’ es una de las primeras series de ciencia-ficción de las que tengo recuerdo, por la tensión con la que la veíamos en mi familia, con algún miembro de la misma que se negaba a verla porque lo pasaba muy mal viendo sufrir al protagonista, mientras que yo me lo pasaba en grande intentando descubrir al invasor infiltrado de turno de cada episodio.
Su influencia fue importante en el momento de su emisión, donde solo teniamos que dar una vuelta por los patios de los colegios para ver a los chavales jugar a los invasores, con el dedo meñique estirado como seña de identidad.
Ese tono sombrío y oscuro que insinuaba más que mostraba fue una clara inspiración para series posteriores como ‘Kolchak’ y más adelante ‘Expediente X’ como su propio creador Chris Carter comentó en su momento y curiosamente en su revisión sale mucho más airosa que otras series de esa época, gracias a centrarse más en la iluminación y la tensión que en la propia tecnología que es lo que siempre envejece peor.
Los actores:
La serie tenía un protagonista único y exclusivo en Roy Thinnes, que daba vida a David Vincent y que aparecía en todas y cada una de las escenas de la serie. De vez en cuando aparecían algunos personajes recurrentes en forma de aliados, pero a lo mejor salían en uno de cada cuatro episodios y nunca de forma continua, por lo que no aparecían ni en los títulos de crédito como regulares, siendo relegados al estatus de la estrella invitada de la semana.
Roy Thinnes tuvo su primer contacto con la fama en 1965 al protagonizar como galán rompecorazones una serie denominada ‘The Long Hot Summer’ que le valió un amplio seguimiento del público femenino, lo que fue determinante para darle el papel del arquitecto que le iba a cambiar su carrera.
Thinnes estaba excelente como ese ser solitario al que nadie creía en su lucha contra un gigante desconocido, transmitiendo esa angustia e impotencia en las escenas más intensas de cada episodio, pero según declararon los productores se le empezó a subir la fama a la cabeza y empezó a exigir demasiadas cosas y cambios en los guiones y durante el rodaje, lo que empezó a colmar la paciencia de los productores que derivó en el final que comentaremos más adelante.
Esa fama de actor difícil le persiguió toda su carrera, alimentada posteriormente por un duro enfrentamiento con Alfred Hitchcock tras ser despedido del rodaje de la película ‘Family Plot’ rodando de nuevo todas sus escenas con su sustituto William Devane, lo que lo condenó para muchas productoras de Hollywood.
Siguió trabajando en las corales películas de catástrofes de los setenta y en miniseries como ‘De Aquí a la Eternidad’ pero siempre viviendo de su papel principal al que le rindió un homenaje apareciendo en tres episodios de ‘Expediente X’ en un personaje similar y por supuesto en el remake de su serie del que hablaremos a continuación.
Final y remake:
Las audiencias nunca fueron una maravilla, en especial porque la cadena ABC se pensaba que la serie iba a interesar más a un publico juvenil y la reemitía los fines de semana por la tarde, en lugar de por la noche donde esa segunda emisión habría hecho mejores números
Los problemas durante la 2T con la creciente tensión entre la estrella Roy Thinnes y los productores hizo el ambiente bastante irrespirable durante el rodaje, por lo que tampoco se esforzaron mucho en convencer a la cadena de renovar la serie, siendo cancelada al final de la 2T, dejando todo colgado, con los invasores campando como siempre por nuestro planeta.
Su memoria fue creciendo con las reemisiones de la serie que iban aumentando su estatus de serie de culto entre los amantes del genero de la ciencia-ficción.
La premisa fue utilizada para hacer una miniserie en 1995 titulada también ‘Los Invasores’ con Scott Bakula en el papel de Nolan Wood, el personaje que descubre la invasión treinta años mas tarde, con la continuidad asegurada por la breve aparición de un ajado Roy Thinnes retomando su personaje original, para pasarle el testigo a su sucesor.
La miniserie tenía pocas similitudes con el original y al tener solo cuatro episodios, en algunos países se editó en formato de película con el trailer que pueden ver a continuación.
Epílogo:
‘Los Invasores’ fue una serie tremendamente popular en nuestro país, tanto es así que dio el nombre al mercado más importante de Albacete que sigue siendo conocido en la actualidad como el mercado de ‘Los Invasores’.
El nombre le vino dado porque en el momento de su nacimiento hace más de medio siglo, el mercado se celebraba el día de la semana que se emitía la serie en Televisión Española e influido por la gran cantidad de vendedores que llegaban de muchos lugares, invadiendo la ciudad, por lo que la cultura popular lo bautizó con ese nombre, con el que se sigue celebrando cada martes en la ciudad manchega, siempre atiborrado de público.
Hemos querido cerrar la semana dedicada a las series de invasiones extraterrestres con ‘Los Invasores’ una serie que marcó una época pero que nuestra cultura popular ha seguido manteniendo viva, como prueba inequívoca del gran poder que siempre ha tenido la televisión en nuestra sociedad.
Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima
Lorenzo Mejino