Debe ser cosa de la edad pero un local cierra durante un mes por vacaciones y cuando vuelves ya no lo reconoces. No recuerdas que la cocina fuera tan grande, ni recuerdas tantas mesas, ya digo que debe ser cosa de la edad porque del vino no puede ser ahora que se ha demostrado que es bueno para la cabeza y la memoria muy a pesar de que Aznar se empeñe en demostrar lo contrario.
Lo bueno de los cambios es que también cambie la carta, uno de los problemas del amigo Quique es que no conseguía darle más personalidad a la carta, pocos cambios en una carta tan corta hacen que, al final, te puedas aburrir, aunque también está la teoría de que si lo hacen bien ¿para qué cambiarla? y, además, así ya sabes lo que te vas a comer en cuanto entras.
En cualquier caso y volviendo a lo que estábamos, ha introducido nuevos platos en la carta y uno de los que más merecen la pena probar es el Arroz marinero individual. El cocinero Oscar Toribio demustra en este plato toda su experiencia y su mano para hacer una gran cocina y que si está en un bar es porque le apetece, porque quiere y porque le da la gana (y porque Quique le trata muy bien).
El plato no deja de ser una paella marinera pero el punto de arroz y, sobre todo, el caldo son muy especiales.
Promete más novedades de temporada y ya estamos deseando conocerlas porque la carta de vinos sigue siendo de gran nivel y no se puede fumar.