Entre los años 98 y 99 los economistas se reían de quienes hicieron grandes inversiones en botellas de champagne (por aquello del milenio) porque era, evidentemente, un mercado a la baja. Parece ser que las señales eran “inequívocas”, los consumidores habían dado la espalda a la bebida de las celebraciones. Las conversaciones con los cavistas eran, igualmente, […]