Allá van unos vinos de una bodega que no ha bajado la guardia en los años que lleva.

La Bodega es Inurrieta. Están cerca de Falces y son unos jóvenes obsesionados por la tierra y los viñedos, obsesionados con sacar adelante unos vinos para que los pruebe todo el mundo. La primera vez que probé el Cuatrocientos me dijo quien me lo presentó que no me podía imaginar el precio y no acerté ni de lejos porque era un vino demasiado bueno para el precio que le habían puesto.

Dos años más tarde recomiendo la gama completa, Cuatrocientos, Norte, Sur y Altos de Inurrieta que van desde el entorno de los 4 euros hasta los 8 del último (en Lukas). Las diferencias no sólo están en las uvas de cada selección sino en las laderas y en cómo les da el sol. Son vinos muy apropiados para comidas ligeras, para poner tapados en cenas de gente que entiende, para sorprender y no decir el precio si los has llevado de regalo. El Sur, con su especial frescura, es muy recomendable para quedar bien con todo el mundo. El Altos de Inurrieta es la estrella, quizás un poco maduro lo que hace que sea ideal para el invierno y esos platos potentes que se supone que se toman ahora.

Y me sigue impresionando que este vino no llegue a los 9 euros en tienda.

Sólo espero que Inurrieta no sea de las bodegas que sufran la crisis porque las primeras voces de auxilio no llegan desde Ribera del Duero (que es lo que pensábamos todos) sino desde Navarra.

(Un ánimo a este tipo de bodegas tan serias en lo que hacen.