Del Portuetxe ya se ha escrito mucho y hay poco que añadir sobre la comida y el servicio. Pero me van a permitir que añada mi granito en torno a la carta de vinos, tenía un recuerdo más vago y lo he vuelto a descubrir.
Fiel a una tradición local está cargado de riojas, pero veo que no se ha quedado sólo con los clásicos que se venden bien, sino que ha cubierto casi todos los flancos tanto de bodegas como de estilos de vinos, junto a los de toda la vida están los más modernos. Y no importa que de otras regiones anden cojitos si de Navarra se incluye esa joya que es Laderas de Inurrieta. A eso se le llama saber qué hay detrás de los vinos.
Pero sinceramente creo que lo que mejor va con la comida de Portuetxe es el champagne. No hay nada comparable a una chuleta con los aromas y la intensidad de un buen champagne. Y junto a los clásicos que hay en todo asador que se precie tienen una joya en forma de Egly Ouriet Brut Tradition Grand Cru, un productor artesano que hace mucho ruido y a 49 euros, creo que es un gran vino a un precio razonable, porque para alcanzar esos niveles te tienes que gastar más que un simple billete verde.
Si hubiera una celebración muy especial este es el vino recomendable y si es en Portuetxe sólo queda el viaje a casa para rematar la celebración.